Teodoro Petkoff, centrado en lo fundamental, ha ido disectando el proceso, denunciando cómo avanza la tenaza en terrenos dispares y a veces aparentemente inocuos como el deporte, la cultura, las ONGs, las universida des, los medios. Istúriz confirma con su retrechería habitual la politiza ción de la educación y Chávez anuncia Kalashnikovs para los quince mil hombres del Frente Francisco de Miranda.

Las piezas del rompecabezas se añaden a cada vez mayor velocidad y los claros, los espacios que todavía no han sido ocupados por la correspondiente pieza opresiva, son cada vez menores, en número y en tamaño. Además lo importante para el proyecto de dominio total es que esos claros, por una parte, estén completamente cercados por piezas opresivas, y por la otra, estén aislados unos de otros. De hecho, bien cercados y aislados, es probable que algunos de esos espacios no vayan a ser ocupados nunca. Así se mantiene una fachada democrática que enseñar al mundo, y se argumenta la "originalidad" del socialismo del siglo XXI: algo así como Cuba más 4x4 más algunos periódicos de oposición más empresarios como algunos que hay por ahí. El sentido de dirección lo pone el primer término de la ecuación; los otros son mientras tanto y según y cómo.

DEMASIADO CALCULO. Esta toma de conciencia tarda en traducirse políticamente. No se ven en el frente político pasos decididos y convergentes para montar el frente de defensa democrático que los reúna a todos; un frente debidamente articulado, concertado, duradero, construido sobre una visión, una propuesta, una estrategia a la altura de aquella terrible sombra que se está encimando.

No se trata necesariamente de que los dirigentes y los partidos no vean la gravedad de la situación. No lo sé. Una de las más severas incógnitas que hay en el país es la del calibre de su actual dirigencia política. Ese calibre en todo caso se muestra, no tanto en la capacidad para ver la situación, sino en la capacidad para actuar de acuerdo a tal visión. Después de todo, apreciar la naturaleza del proyecto chavista ya no es tan difícil.

Uno de los focos del problema está en la capacidad de "dejar de calcular" que tengan los dirigentes. Es decir, la capacidad de dar los pasos necesarios para construir el bloque democrático que se necesita, sin al mismo tiempo estar pensando prioritariamente en cómo hay que construir tal bloque de forma de quedar en posición ventajosa respecto a los demás componentes. El conocido "cómo quedo yo mi partido ahí".

Eso lleva a problemas de decisión colectiva que requieren figuras de gran estatura política que sean capaces de empinarse, todas a la vez, por encima de ese cálculo.

ESCISION PROVISIONAL. Por todo ello es fundamental que una voz de peso ponga con toda energía y sin más tardanza en primera fila el tema fundamental: que el país está ante una amenaza inédita de implantación de un régimen político de las características dichas.

Teodoro Petkoff ha hecho de ello el centro de su discurso y su actuación. Su reciente planteamiento en torno a las primarias parte de allí. Ante los grandes peligros que estamos enfrentando el método de las primarias es demasiado riesgoso y frágil para resolver ese punto fundamental de la estrategia que hay que montar, como es el candidato unitario. Puede significar una grave e innecesaria herida.

Por los momentos la negativa de Petkoff a inscribirse en las primarias ha dejado el campo político opositor provisionalmente escindido en dos pedazos. Uno que inevitablemente se va a dedicar a preparar las primarias y a competir en ellas. Otro, liderizado por Petkoff, que se va a dedicar a profundizar su denuncia y su enfrentamiento con el acecho totalitario, denuncia y enfrentamiento que pasan a ocupar decididamente el lugar de principal objetivo.

Es posible que esa escisión se cancele si todavía pueden funcionar las otras vías que Súmate pretendió clausurar con su ultimátum de la semana antepasada. Seguramente se encontrarán fórmulas que aseguren que esa escisión, a los efectos de ir con un solo candidato al proceso electoral, terminará en algún momento. Lo importante es que Petkoff continúe centrado en lo fundamental.

Al momento de escribir estas líneas no es posible decir por cuál vía se encaminará la oposición para resolver sus problemas, empezando por el de su abanderado. Mientras tanto, por ahí debe venir la siguiente pieza del rompecabezas.

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