El diputado chileno Gabriel Boric hizo un pedido formal a la Cancillería de su país para que informe públicamente el impacto que tendrán los desechos de la usina de Río Turbio en la región magallánica.
Se materializa de esta manera la preocupación
creciente entre los chilenos por la emisión de lluvia ácida de Isolux, sin
control ni información fehaciente al respecto. Precisamente, el Vicepresidente
Amado Boudou, llegó a Perú para asistir al UNASUR y abordar en conferencia, las
medidas implementadas en Argentina para el cuidado del medio ambiente. En esas
jornada se intentará avanzar en un pacto mundial para frenar el calentamiento
global.
Casi como una paradoja, el mismo día en que el
Vicepresidente de Argentina Amado Boudou hace su presentación formal en la
cumbre de UNASUR, en representación de la presidenta y donde en La Cumbre
de Cambio, expondrá sobre los avances en materia de cuidado
medioambiental que lleva adelante la Argentina, jornada en la cual los
distintos mandatarios buscarán avanzar sobre la concreción de un pacto mundial
para frenar el calentamiento global, el diputado chileno Gabriel Boric
le solicitó formalmente a la Cancillería de su país, que arbitre los medios
para darle garantías a la población de Magallanes (sur de Chile) de que el
funcionamiento de la Termousina de Río Turbio, no afectará con su lluvia ácida
a la región, con las poblaciones de Punta Arenas, Puerto Natale y la reserva
mundial Torres del Paine bajo el área de influencia de la pluma de humo que
emitirá su chimenea.
La noticia sobre el legislador chileno fue publicada
hoy en el diario La Prensa Austral de Chile, quien accedió al documento
presentado por Boric en el cual expresa la preocupación a raíz de las
conclusiones arrojadas en el seminario binacional de “Desafíos Energéticos
en la Patagonia”, realizado el pasado 28 de noviembre, ocasión en la que
expuso el representante de la Asamblea Ciudadana de Río Gallegos, Ingeniero
Eduardo Delía, quien alertó sobre la planta termoeléctrica que, según las
autoridades argentinas, se encuentra pronta a ser inaugurada en localidad de
Río Turbio.
Boric le informó la Cancillería chilena que el
proyecto llevado a cabo por la empresa Isolux Corsán, en Río Turbio, evidenció
la gravedad del problema, dada las rachas de viento en la zona y la cercanía de
la planta termoeléctrica con la Región de Magallanes, cuya nube tóxica podría
afectar a Puerto Natale y Torres del Paine, generando, inclusive,
precipitaciones de lluvia ácida.
El documento detalla que se trata de emisiones
nocivas, de gases como el CO2, SO2 y NOx y CO, no pudiendo determinarse el
impacto que tendrán, pues no existen registros de vientos que predigan el
destino. Las emisiones de esta chimenea, enfatiza el oficio, superan en
5 veces a las de la papelera uruguaya Botnia, que generó un conflicto
internacional entre Argentina y Uruguay por los efectos nocivos de sus gases.
Finalmente, el texto destaca que Chile y Argentina
suscribieron un tratado sobre medioambiente el año 1991, el que en Chile fue
promulgado por Decreto Supremo Nº67 del Ministerio de Relaciones Exteriores del
16 enero de 1992, siendo este Ministerio el encargado de su implementación en
Chile, a través de su Dirección de América del Sur.
El primer paso
El 21 de noviembre de 2014, OPI publicó una nota donde
daba cuenta que el 14 de mayo de 2014, Anahí Cárdenas Rodríguez
Alcaldesa de Villa Cerro Castillo, de la Municipalidad de Torres del
Paine (Chile), le envió al Intendente de la Región de Magallanes y
Antártica Chilena, Jorge Freile, una nota en la cual le
solicitaba se comunique qué gestiones se encontraba realizando para
acopiar información respecto del impacto regional que va a tener la entrada en
servicio de la usina de Río Turbio, por cuanto se estima que afectará
directamente a los habitantes, la flora y la fauna de esa zona turística.
Indudablemente que el Intendente de Magallanes le ha
dado preferente despacho a la inquietud de la Alcaldesa Cárdenas Rodríguez,
para que hoy el diputado Gabriel Boric de ese país, haya solicitado la
intervención de la Cancillería en un tema que comienza a ser preocupación, no
solo de las poblaciones de la Patagonia sur de Argentina sino de Chile, donde
han advertido que en Río Turbio, los constructores de la termousina no
han tomado los recaudos necesarios para adecuar el funcionamiento de la usina
al entorno fitozoogeográfico, han vulnerado convenios binacionales en la
materia y han violentado todas y cada una de las normas referidas al protocolo,
como un Estudio de Impacto Ambiental científicamente confiable y debidamente
informado a la población que va a ser impactada por los desechos que produzca
el complejo. (Agencia
OPI Santa Cruz)