El portavoz de las Fuerzas Armadas de Nigeria, el general Chris Olukolade, ha vuelto a desatar la polémica en las redes sociales después de que publicara en su cuenta oficial de twitter (@GENOlukolade) un texto en el que se regodea de la muerte de presuntos miembros de la milicia Boko Haram. En él, se observan varios cadáveres, mientras un texto enuncia hace referencia a la «felicidad» de los «no circuncidados» por la victoria en la localidad de Konduga, a apenas 25 kilómetros de la capital del Estado de Borno, Maiduguri, y que fue asediada durante el fin de semana por Boko Haram.

We smote them, Lest the uncircumcised rejoice. #VictoryforNigeria at #Konduga, #MaiduguriRT if in support of this pic.twitter.com/Ch8hkjW7i7

— Gen. Chris Olukolade (@GENOlukolade) enero 26, 2015

Conforme se acerca la fecha de las elecciones presidenciales del 14 de febrero, la milicia islamista ha acrecentado sus operaciones al noreste de Nigeria. A comienzos de mes, los rebeldes nigerianos emprendieron una oleada de ataques contra la población civil en 16 localidades situadas en el estado de Borno, al noreste del país y en los confines con el lago Chad.

Solo días después, las organizaciones Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW)  hacían públicas unas imágenes por satélite  que relataban de forma visual la magnitud de la tragedia. En las fotografías,  donde se ofrece el antes (2 de enero) y el después (7 del mismo mes) de la embestida islamista, se observa la destrucción, parcial o total, de 3.700 estructuras en las localidades de Baga y Doron Baga.

De forma paralela, fuentes locales aseguran que, de los 10.000 habitantes con los que cuenta el asentamiento, cerca de dos mil se encuentran desaparecidos, mientras centenares de cadáveres se apilaron durante días en las calles.

El caso de Kenia

Sin embargo, el portavoz nigeriano no es el único interesado en ganar esta guerra (online) por los corazones y las mentes. Su homólogo de Kenia, Emmanuel Chirchir (con más de 80.000 seguidores), también es un habitual de las redes sociales, donde suele ofrecer información sobre operaciones realizadas contra el grupo armado Al Shabab en Somalia. Precisamente, ante este manifiesto grado de difusión, en julio pasado, presuntos miembros del grupo Anonymous saboteaban su cuenta oficial de Twitter, así como las de las Fuerzas Armadas de Kenia. Durante días, ambos usuarios de la popular red social reflejaron mensajes críticos con la gestión del Gobierno africano. «La corrupción, el tribalismo están destruyendo Kenia. Nunca deberíamos haber elegido a dos criminales», aseguraba uno de los textos.

El comunicado hacía referencia a la causa que entonces afrontaba el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, así como el vicepresidente del país, Willam Ruto, frente al Tribunal Penal Internacional. En este sentido, el mandatario se encontraba acusado de subvencionar a las turbas que provocaron incidentes durante la campaña de 2007-2008, así como de orquestar los ataques que tuvieron lugar en el Valle del Rift, una de las regiones más conflictivas del país. Finalmente, la fiscalía del TPI retiraría los cargos contra el presidente de Kenia.