Desde el fallecimiento de Néstor Kirchner, nuestro país pasó de la lamentable política llamada por los sofistas oficiales "vivir con lo nuestro", a la más torpe aún política de "que vivan de lo nuestro".
Muchos han sido los intentos desde el Poder Ejecutivo para enemistarnos con
los países amigos y lograr alianzas con otros que, eventualmente, podrían
proveernos de algo que necesitamos. En la mayoría de los casos, tal provisión
se debió a la propia torpeza de haber destruido un mercado local desarrollado;
tal el caso de la industria automotriz, la que pasó de exportar automóviles con
un agregado promedio del 75% de origen local, a una magra producción que no
logra satisfacer el mercado interno, con un producto que no supera el 23% de
componentes de origen nacional.
Esta tendencia declinante de pérdida de capacidad industrial, nos colocó en la
lista de los países ensambladores de piezas importadas, en algunos casos y de
importadores del producto terminado, en otros; lo que no solamente se refiere
al sector automotor, sino a la mayoría de la industria.
Desatención
Es evidente la desatención, desconsideración y maltrato del gobierno argentino,
que se puede ver con sus ciudadanos a diario, lo que ha sido protagonizado por
la propia presidente, al insultar a cada sector y persona a la que se le ocurra
hacer algún reclamo justo o que se queje de la forma en que el administrador
malgasta los recursos públicos. Esta evidencia se reflejó también con los
países aliados más tradicionales de Argentina, con los que hemos encarado
nuevas relaciones y con los que las estamos encarando.
Más allá de la vergüenza que produjo la eventual y afortunadamente breve
relación comercial con Angola, la que mereció un despliegue cinematográfico y
carísimo para el erario, que mostró varios aviones cargados de militantes
oficialistas, cuyo único objetivo fue algunos manejos bancarios y que coronó
con la entrega de la maqueta de una cosechadora argentina producida por una
empresa creada ad hoc, solventada por el estado nacional y la provincia de
Entre Ríos, la que oportunamente quebró al poco tiempo de esta puesta en
escena.
La turbia relación con Venezuela llevará más tiempo mostrar los ribetes
oscuros, ya que su mandamás actual tiene demasiados problemas internos como
para sacar a la luz la deuda que la administración de Néstor Kirchner asumió
con el anterior mandamás, para cambiar la deuda Argentina con el Fondo
Monetario Internacional a un interés del 2,5% anual sin descuento, por una deuda
con un interés del 12% anual más el 30% de recorte por riesgo país. A ello
habrá que sumarle las compras de combustible de toda la década, lo que no es
fácil reflejar aún en los presupuestos ejecutados por esta administración.
Resultó extremadamente vergonzoso ver y escuchar las negociaciones de
piqueteros y procesados, con el fin de que la diplomacia argentina legitime un
Protocolo con Irán, que sólo tuvo por objeto otorgar impunidad a los
perpetradores del atentado a la AMIA, y que ello fuera votado por una banda de
representantes ante el Congreso que, aún desconociendo la letra, contenido y
objetivo de esta maniobra fraudulenta y traidora a los intereses nacionales,
levantaron la mano a favor, como en la mayoría de las leyes dirigidas, porque
"vino una orden de Casa Rosada". No obstante esta treta del gobierno
argentino, el Protocolo con la República Islámica de Irán fue pensado para
favorecer a la administración Ahmadineyad, quien dejó el poder de aquel país en
2013, sin que en su seno sea aprobado, por lo cual los efectos prácticos no se
vieron reflejados, pero sí su traición.
La relación con China resulta mucho más delicada que las otrora relaciones
carnales con Angola, Venezuela e Irán por varios motivos; a partir de que se
firmen los acuerdos, Argentina será un país dependiente de China por varias
décadas; el resto del mundo nos mantendrá fuera del comercio ordinario y
seremos un objetivo militar para muchos países que, hasta ahora, nos veía como
un país soberano y neutral.
Pérdida de neutralidad
Para los llamados "Baby Boom"; lo que se refiere a los nacidos desde
el final de la Segunda Guerra Mundial, hasta la Guerra de Viet Nam; la
neutralidad de un país significaba la "garantía de seguir
existiendo".
Esto se debió a que imperaba el mito de que los presidentes de la URSS y de
EEUU tenían la facultad de destruir el mundo si se desataba un guerra nuclear,
ya que miles de misiles con ojivas atómicas estaban estratégicamente dirigidos
desde los países aliados de uno, hacia los países aliados del otro; quedando en
medio de ese desastre, los países neutrales que recibirían daños colaterales de
la pelea de los poderosos, si no se destruía la Tierra.
Si bien, ahora se sabe que todas las bombas atómicas en existencia jamás
podrían destruir el planeta, el hecho de ser objetivo de varios de esos misiles
implica que ante un escenario de guerra atómica, por lo menos las principales
ciudades de cada país, serían diezmadas en segundos.
Los acuerdos que está firmando la futura ex presidente Cristina de Kirchner
nos colocan entre los objetivos militares principales de algunos países con
capacidad de daño, y no sería raro pensar que muchos misiles que antes
apuntaban al este de Europa, estén cambiando sus coordenadas a Neuquén,
Balcarce, Alta Gracia, Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Zárate, El Chocón,
Yaciretá, Mendoza, Tucumán y Bahía Blanca, sólo para nombrar una docena de
puntos estratégicos, cuya sola destrucción parcial, retrotraería a nuestro país
a la edad de piedra.
Sin ánimo de ser catastrófico, tomando la racionalidad como punto de partida
para un análisis concienzudo, cabe destacar que Argentina se ha vuelto durante
la última década "un país molesto para el mundo", a lo que habría que
sumarle ahora "peligroso".
Ante tal escenario, la presidente ha tomado; como lo viene haciendo desde
antes de asumir su mandato; la peor de las decisiones, que es aliarse con las
dictaduras más totalitarias del mundo y someternos.
Acuerdos inconvenientes
Resulta triste ver en lo que se ha convertido nuestro país en todos los rubros,
pero, el manejo de las relaciones exteriores nos ha sumido en la mayor
vergüenza que pueda sufrir un país que lo tenía todo para ser exitoso,
próspero, abierto y amigable.
Base espacial
Entre los objetivos estratégicos a los que apuntarían los míticos misiles cité
a Neuquén, porque es allí donde el proyecto militar más ambicioso de China
sobre América se está terminando de construir, como es la "Base de
Exploración y Rastreo Espacial China" de la empresa militar CLTC. Esta
instalación tiene la careta de ser un dispositivo de uso civil, pero estará
administrada por militares y funcionarios chinos, lo que echa por tierra toda
justificación mentirosa.
Queda claro que nuestro país no necesita otra antena del tipo que instalará
China en Bajada del Agrio, ya que, con las dos antenas de Balcarce de 1969 y la
de Alta Gracia de 1983, los sistemas de conexión satelital terrestres de los
tres tercios terráqueos, Atlántico, Pacífico e Índico, están cubiertos y
plenamente satisfechos. Cabe destacar que las tres antenas podrían estar
juntas, pero a una de ellas se la separó mil kilómetros porque implican un
objetivo estratégico, aún en tiempos de paz.
Con esta base en Bajada del Agrio, provincia de Neuquén, China podrá
monitorear, rastrear e interceptar las comunicaciones de todo tipo que no puede
hacer desde su territorio soberano, por lo que se le hacía necesario poner un
pie en este lado del mundo, y nuestro gobierno se lo concedió alegremente, en
detrimento de la soberanía, puesto que ya flamea la bandera China en Neuquén.
Si bien, el acuerdo es por veinte años, el proyecto chino está realizado
para permanecer por los próximos cincuenta años; sobre esto, el funcionario
chino responsable del proyecto Yue Gang Weng fue más allá e indicó: “Este es un
acuerdo que, por su envergadura, aprovecharán nuestras segundas y terceras
generaciones”... algo que indica que los últimos diez meses de esta perniciosa
gestión de gobierno hipotecará al país por el próximo siglo.
Comunicaciones y satélites
En su afán de prepararle a la presidente una buena cantidad de papeles para
firmar, el ministro de Vido tuvo una álgida semana de charlas y negociaciones
con las autoridades chinas y, no contento con haber cedido gratuitamente
territorio argentino; respecto de las comunicaciones expresó: “Les planteamos
que más allá de las asociaciones que hagan con las empresas del sector privado,
para nosotros es muy importante que se pueda asociar con Arsat”; por lo cual,
no sería raro que la futura ex presidente vuelva en su mano con una nueva cesión
del material satelital argentino a China.
Central nuclear
Dentro de estos acuerdos, ya firmados por el inefable Julio de Vido, se
encuentra la construcción de una central nuclear que utilizará uranio natural y
agua pesada, financiada por el banco ICBC y gestionada por China National
Nuclear Corp. (CNNC). Se trata de un sistema parecido al instalado en la
central Embalse y utilizará tecnología similar a la desarrollada en Atucha II.
Hidroelectricidad
Quien no puede, no sabe o no quiere hacer algo en doce años, no lo puede hacer
en tres días.
Respecto de las presas hidroeléctricas en Santa Cruz que, como no podía ser de
otra manera, se llamarán Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, los bancos China
Development Bank Corporation, Industrial and Commercial Bank of China y Bank of
China Limited, ya giraron un primer desembolso de US$ 288 millones para que la
empresa estatal china Gezhouba las construya en conjunto con Hidrocuyo y,
obviamente, Electroingeniería, los que se aseguraron un contrato de US$ 4.714
millones que ya viene financiado previamente.
Como todo lo que se hace a las apuradas y, en éste caso, con el sólo
objetivo de que el grupo que ocupa el gobierno asegure sus negocios antes de
irse, aunque el resultado sea nefasto; la presidente adjudicó la construcción
de estas represas por contratación directa y sin licitación pública.
Cualquiera diría que "esto no se puede hacer", ya que, en la
administración pública, una cena de agasajo necesita ser aprobada con tres
presupuestos y para cualquier obra es imperativa una licitación pública... En
éste caso no ocurrió, pese a tratarse de obras multimillonarias demoradas por
más de una década.
Sobre la falta de planificación de estas obras en todos sus aspectos, cabe
destacar la declaración de ayer de los ocho ex secretarios de energía, Emilio
Apud, Jorge Lapeña, Daniel Montamat, Alieto Guadagni, Julio César Aráoz,
Enrique Devoto, Roberto Echarte y Raúl Olocco, quienes en el sitio www.exsecretarios.com.ar expusieron
su claro, sabio y contundente punto de vista sobre semejante monstruosidad, de
la que rescato una frase como ejemplo: "los tiempos de ejecución de estas
obras exceden largamente el plazo del actual gobierno y no cuentan con los
Estudios de Factibilidad que aseguren su viabilidad técnica, económica, financiera
y ambiental, ni el repago de los préstamos que se negocian".
Más peligro
Ya quedó en el olvido el acuerdo por el cual el estado chino se hizo cargo del
ferrocarril Belgrano Cargas, que firmara el ministro Randazzo con la empresa
ferroviaria CSR SIFANG; probablemente, por entender que se trataba de una
inversión extranjera más, lo que pretende ampliarse a todo el sector de manera
generalizada y monopólica.
Un tema poco tratado, pero que corre por los pasillos de los edificios
castrenses es que la presidente estaría por firmar un acuerdo por la compra de
algunas corbetas Tipo 056 en su versión de Patrulla Oceánica (OPV) de
fabricación china, de las cuales Uruguay estaría por realizar una compra de 3
unidades y el ofrecimiento chino para Argentina sería de 3 corbetas con opción
a 5. Se sabe que la oferta uruguaya es a pagar con commodities, pero a la vista
de los créditos que están desembolsando los bancos chinos y las ansias del
gobierno en endeudar al país más allá de 2015, es probable que Argentina pague
con créditos chinos cuando cambie el gobierno. Sería deseable que,
paralelamente, no se establezca alguna cláusula de cooperación militar que
exceda la adquisición del material que se pueda adquirir.
Se hace evidente que la improvisación ha sido la tónica de un gobierno que
sólo produjo gasto innecesario, desvío de recursos, pérdida de oportunidades y
tiempo de vida de los ciudadanos y una corrupción alienante en el sentido
estricto de la palabra, con tal de repartirse el dinero del público.
Hay que recordar que el gobierno chino ha fusilado a estudiantes por oponerse
al régimen, que ha fusilado a funcionarios bancarios por perder dinero del
estado y por no cumplir con la palabra empeñada.
El gobierno chino, los adjudicatarios locales, los asesores y allegados a las
gestiones que está desarrollando la presidente, deberían tener en cuenta que
los tratados que están firmando y avalando, serán revisados a partir del 10 de
diciembre de 2015.
La futura ex presidente esta transitando sus
últimos diez meses de gobierno y debería tener la certeza de que, hipotecar el
futuro del país, más si se hace para asegurar los negocios de sus socios y
amigos, implica necesariamente una traición y que la traición a la patria tiene
consecuencias graves.
La próxima conformación del Congreso, el próximo Poder Ejecutivo y la justicia
deberán indefectiblemente revisar y revertir lo que se ha pergeñado durante la
gestión Kirchner, caso contrario, no sólo la república y la democracia habrán
estado en juego, sino también la soberanía.