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24/02/2015 | Grecia - Sin razones para el optimismo

Pablo Rodriguez Suanzes

A los miembros de las "Instituciones", de la Troika, les gusta tan poco la incertidumbre como a los mercados. Están listos para la discusión, para negociar, para presionar e incluso ceder. Pero les pone muy nerviosos las sorpresas.

 

Anoche, casi 72 horas después del acuerdo del Eurogrupo, y cuando el plazo dado al Gobierno griego para enviar su esperada lista de reformas estaba a punto de vencer, Atenas anunció que enviaría el documento el martes por la mañana. No fue una sorpresa por completo, ni una 'boutade' ni una provocación, sino parte del proceso abierto, más o menos. Pero desde luego no fue una buena señal-

Atenas dice que estaba ya confeccionada, pero que los ministros europeos fueron los que pidieron el retraso. Tras haber asegurado durante todo el día que la carta llegaría a tiempo, ninguna voz comunitaria dio la cara ni explicó sus razones, pero según fuentes diplomáticas había discrepancias en al menos dos puntos clave y querían un cambio de postura, que no llegó. Hay demasiado en juego y cualquier palabra de más puede tener consecuencias cuando abran las bolsas después del festivo de ayer en Grecia. Pero las partes parecen estar siguiendo, paso a paso, el 'Manual del perfecto pánico bancario'.

Durante todo el fin de semana, el equipo de Yanis Varufakis estuvo en contacto con el del Eurogrupo y los miembros de la Troika para esbozar un documento que fuera aceptable. El sábado y el domingo las propuestas eran vagas, según altas fuentes europeas. Pero ayer, con más presión, hubo avances. Hasta que por la tarde algo pasó y se bloqueó. Si todo va bien, la lista definitiva llegará hoy tras una noche de correcciones, será reenviada a todas las capitales y al mediodía los ministros y sus equipos se reunirán por teleconferencia para analizar y dar el visto bueno, o no.

Si el documento final fuese considerado insuficiente, o algún país mostrara profundas objeciones, los ministros podrían tener que desplazarse a Bruselas para otro Eurogrupo de emergencia. Sin embargo, el verdadero problema no es la carta y el 'timing'. Tsipras y Varoufakis han gastado una cantidad enorme de capital político en esta negociación. Han enfadado y decepcionado a muchos ministros y altos cargos comunitarios y han obtenido muy poco a cambio.

Esta pelea ha sido únicamente para ganar tiempo. En abril primero, y en julio después, es cuando se juegan el futuro de verdad. Tanto de los fondos que deben ser desembolsados si la revisión del Programa de rescate se cierra de forma positiva como de los detalles del siguiente Programa, se llame como se llame, que deberá entrar en vigor después del verano. Dos procesos complicados, duros y al que los griegos llegarán, si llegan, con pocos aliados y mucho desgaste, interno y externo.

El Mundo (España)

 



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