La antigua directora del DAS, el servicio de inteligencia colombiano que ya no existe, y el Secretario de gobierno de Álvaro Uribe pasaránlos próximos años tras las rejas. La Corte Suprema de Justicia considera que María Pilar Hurtado es culpable de espiar de manera ilegal a magistrados, periodistas y políticos de la oposición con el propósito acopiar datos para luego desprestigiarles. Y que Bernardo Moreno, desde su oficina en Casa Nariño, sede presidencial, participó en la organización de varios de esos hechos.

Entre los afectados se encuentran todos los integrantes de la Corte Suprema del año y medio en que ella ocupó su cargo, en el 2007 y el 2008, así como el actual alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y el periodista Daniel Coronell entre otros.

La decisión estaba cantada desde que hace un lustro fueroncondenados el Jefe de inteligencia y el de contrainteligencia por los mismos hechos. Fueron ellos, así como más tarde otros funcionarios del DAS, los testigos que señalaron a Hurtado como la persona que mandaba seguir e interceptar teléfonos de personas que no tenían ninguna investigación judicial en curso. Igualmente incriminaron a Moreno. Aseguraban que muchas de las órdenes partían de su despacho y que era él quien recibía los informes.

Una sería la razón para enlodar a los magistrados obteniendo información privada y de poner micrófonos en las reuniones de la Sala plena de la Corte Suprema. En aquéllos años estaban procesando a senadores y congresistas por sus vínculos con los paramilitares, entre los cuales estaba el primo hermano y socio político durante tres décadas de Álvaro Uribe, Mario Uribe, que terminó condenado a nueve años de prisión. El interés sería conocer los pormenores de la investigación que hacía la Corte Suprema sobre ese y otros implicados.

Otro de los hechos que imputan a Hurtado es haber organizado una campaña contra la ex congresista Yidis Medina, que costó 200 millones de esos (unos 70 mil euros). La intención era relacionarla con la guerrilla del ELN para desacreditarla puesto que fue ella quien reveló un plan de la presidencia para comprar su voto y el de otro congresista, necesarios para obtener la mayoría y pasar una reforma legislativa que permitía a Álvaro Uribe presentarse ala relección.

Hurtado, que huyó a Panamá cuando fueron a capturarla hace dos años y se entregó hace tres semanas, siempre ha mantenido su inocencia. Asegura que no realizó nada ilegal, que siguió actuaciones de magistrados porque tenían relaciones estrechas con una persona que podía ser narcotraficante. También desechó el resto de acusaciones y asegura que no hay pruebas materiales, solo testigos que declararon en su contra para conseguir beneficios judiciales.

La condena a Hurtado y Moreno, que tendrán penas de entre 12 y 20 años, supone un duro golpe a Uribe. El ex Presidente afirma rotundo que los dos condenados son personas "probas" y que él como Presidente jamás dictó una sola orden que supusiera realizar una acción ilícita.

El interés de la Corte Suprema y de todos los afectados, es que María Pilar Hurtado, que fue siempre una funcionaria honesta y que procedía de otras toldas políticas, destape todo lo que sabe sobre Uribe y que confiese que fue él y no ora persona el cerebro de todo el plan de espionaje.