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29/07/2006 | Colombia y el narcotráfico

Laura Etcharren

Uno de los países más comprometidos en la red del narcotráfico y que no se encuentra libre del problema de las maras.

 

Información sobre narco
Las maras participan activamente en el narcotráfico. Tanto en Centroamérica como en el Caribe, la intervención de las maras en esta actividad es creciente y pone, aún más en jaque, el estado de situación de violencia e inseguridad que se vive en la región.
Además de participar en el tráfico, los integrantes de maras son ávidos consumidores de estupefacientes. De ahí, que muchos actos que no cometerían en estado de “normalidad”, los cometan bajo los efectos narcóticos.
Las mujeres también forman parte de la red.

O bien operan como señuelos; o son mulas. Es decir, transportistas de droga.

Muchas de ellas consumen drogas y “representan una proporción cada vez mayor de los toxicómanos en América Central y el Caribe." (BBC Mundo)
Algunos informes establecen que Estados Unidos es uno de los principales consumidores de drogas en la región de América del Norte.
El consumo de drogas en tal país es temiblemente alto. Predomina el consumo de cocaína, tanto en forma de polvo o de crack.
México forma parte de aquellos países con más alto consumo. Aunque es más creciente entre las mujeres que entre los hombres. Por su parte, en América del Sur, el narcotráfico representa un factor desestabilizador.

Lo mismo que la corrupción y el blanqueo de dinero.
Los cultivos ilícitos de coca han ido disminuyendo. Pero aún, no han podido ser erradicados en países como Bolivia, Colombia y Perú. Para ello, primero, es necesario disminuir los niveles de pobreza con los que estos países cuentan.

La droga como forma de pago se ha vuelto común en aquellos mercados ilícitos. Y todo se vuelve más complicado y enlazado.
Colombia y las maras
En Colombia, el número de organizaciones delictivas compuestas por jóvenes que rondan entre los 7 y los 35 años -con un predominio de individuos predominante de veinte y treinta años- aumenta a diario.
En Bogotá -capital colombiana- existe un total de 803 pandillas integradas por 12 mil armados. Mayoritariamente se concentran en las zonas más populares del sur de la ciudad. Allí, tanto paramilitares como guerrilleros se disputan el control regional y el paso hacia otras ciudades. Mientras tanto, las maras se extienden, ya se como grupo criminal o en alianzas con los antes mencionados.
Durante la década del ‘90 se produjo un aumento interesante de estas pandillas.
"En 1994 eran 107 (pandillas), en el 2003 existían 691 y hoy son 803"
Narcoviolencia y narcotráfico en Colombia
Según la Organización Mundial de la Salud, el número de homicidios anuales con armas de fuego en América Latina es tres veces mayor que la media mundial. En los últimos años, la violencia se convirtió en la principal causa de muerte entre los latinoamericanos.
Lo cual, tiene íntima relación con el narcotráfico y el crecimiento del crimen organizado como distintas vertientes de la descomposición social.
Tales razones, contribuyeron a que las ciudades latinoamericanas se hayan convertido en las más insegura del mundo. La narcoviolencia que deviene del narcotráfico, contribuyó al aumento de la criminalidad, generando corrupción e inestabilidad en los gobiernos de turno.
El tráfico de droga y su consumo se imponen estableciendo nuevos órdenes sociales.
Modificando las formas de actuar, pensar y sentir de las sociedades.
Países del Caribe y Centroamérica se convirtieron en puntos estratégicos. No sólo para el paso de la droga sino también para el refugio de individuos que lideran redes de prostitución, tráfico de personas, falsificación, desviación de mercancías y otras actividades delictivas.
Según el Banco Mundial, la violencia delictiva le cuesta a América Latina más de 30.000 millones de dólares anuales.
En Colombia las pérdidas relacionadas con el crimen representan al 13% del PBI si se suma el gasto militar y policial.
La violencia se presenta entonces como una forma de vida de carácter epidémico en América.

Concentrada mayormente en las áreas urbanas más pobres, la violencia tiende a coptar menores de edad, incitándolos, entre otras cosas, al consumo masivo de alcohol y drogas.
Por su parte, el problema del narcotráfico en Colombia es absolutamente complejo.
Entre otras cosas, porque Colombia, es el mayor traficante de hoja de coca, pasta base y cocaína.
Como actividad delictiva, el narcotráfico ejerce un poder extremo que modifica toda la estructura de una sociedad.
Desde los años setenta, Colombia es el principal país productor y exportador de cocaína en el mundo.
“Para algunos especialistas la economía colombiana misma depende ya en cierta medida de los ingresos del narcotráfico, en especial las cuentas externas. Los carteles de la droga se han fortalecido porque han logrado infiltrarse en la estructura política del país.”
El problema a nivel social
La adicción a las drogas y su tráfico ilícito es alarmante en cualquier sociedad que quiera tener una calidad de vida sana.

Por supuesto que existen otros factores que afectan la salud de las poblaciones.

No obstante, el consumo masivo de drogas ha ido en aumento en relación a otras problemáticas.
La droga tiene fuerte incidencia en jóvenes y niños en edad escolar.
Y si bien no existe una teoría única que explique por qué los jóvenes se comportan de manera violenta, sí existen factores de riesgo que, en algunos casos, facilitan los actos violentos. Por ejemplo, la droga.
Conforme al informe formulado por el Centro Nacional de Prevención de Violencia Juvenil de los Estados Unidos, existen señales de alarma que sirven como indicadores para saber si un niño o adolescente tiene o tendrá comportamientos violentos.
Cabe destacar que entre más señales, mayor es el riesgo de implicación.
Sin embrago, el que un niño o adolescente presente una o varias de estas señales no significa necesariamente la inminencia de un comportamiento violento.
Según Fox, J.A., Zawitz, M.W. (2001), en los Estados Unidos:
-Los homicidios cometidos por jóvenes menores de 18 años representaron el 10.1% de la totalidad de homicidios cometidos durante 1999.
-Hay más de 840,000 jóvenes activamente involucrados en pandillas.
-De acuerdo con el ICBF, alrededor de 24 mil menores de edad han cometido infracciones a la ley colombiana.
En las sociedades modernas, la droga genera experiencias que producen y revelan distintos tipos de relaciones que el sujeto mantiene consigo mismo y con los demás.
El problema no es la sustancia sino la relación que el individuo entabla con ella. (Duschatzky- Corea; 2005)
La droga encuentra un vínculo con la inseguridad. Así, el consumo de estupefacientes se asocia a los robos, al descontrol y al peligro social.

“(…) el consumo es algo más que una adicción. Es el lugar donde las emociones se desbordan -agresión, dolor, angustia, rabia, impotencia- y al mismo tiempo se despiertan -coraje, control del miedo-)”
En Colombia, los narcotraficantes son los héroes de una parte de la juventud, e incluso, de parte de la población en general.
Cuestiones de cierre
A pesar de las acciones del gobierno colombiano, el problema del narco persiste.
Se ha llevado adelante el asalto a los centros de producción, la incautación de bienes, la captura de los principales traficantes y la destrucción de sus instalaciones clandestinas.
Sin embargo, la red del narcotráfico no comienza ni termina en Colombia. La ruta es mucho más amplia e implica, entre algunos países, México, El Salvador y claro está, Estados Unidos.
Por lo cual, erradicar la red, conlleva un costo económico y humano muy alto que muchas veces alimenta el círculo vicioso de la violencia. Círculo al cual, en cierto punto, la sociedad se resiste porque dentro de los costos humanos hay muchos inocentes.
Lo expuesto, permite entender al narco como un sistema de difícil acceso. Es decir, ingresar en la verdadera complejidad de la red narcótica no es para cualquiera.
El narcotraficante propiamente dicho posee una capacidad mental diferente.

Modos de operación que aparecen como irreductibles y un trabajo de inteligencia, aunque para daño social, que suele ser impecable.
Por lo tanto, el narcotráfico puede ser pensado como un sistema que se auto regula, auto genera y auto sostiene.

En términos de Niklas Luhmann -con la adaptación propia al caso- sería un sistema autopoiético. Sistema cerrado en dónde la acción es importante y la comunicación primordial.

http://www.lauraetcharren.blogspot.com/

Offnews.info (Argentina)

 


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