El fin de la tregua entre pandillas en El Salvador y los fuertes combates con la policía de ese país ha encendido las alarmas en Honduras en donde ya se empiezan a elaborar planes para evitar el "exodo" de los delincuentes.

El comandante de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) Gustavo Escalante, reconoció que se ha fortalecido los escudos aéreos, naval y terrestre con el objetivo de evitar el ingreso de pandilleros al país.

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"Estamos tomando las medidas (...) no vamos a permitir que vengan personas delincuentes de otros países a cometer ilícitos a" Honduras, aseguró Escalante.

El oficial aseguró que se han instaurado operativos para controlar los pasos ciegos en la frontera salvadoreña y que también se dio instrucciones especiales a la Fuerza Maya-Chortí que opera en la región limítrofe con Guatemala y al Instituto Nacional de Migración.

Recrudece la guerra

En lo que va del año, según fuentes oficiales, han sido asesinados 23 policías y seis militares por pandillas en El Salvador.

El presidente de ese país, Salvador Sánchez Cerén, anunció el sábado que creará batallones de "reacción inmediata" de la policía y del ejército para combatir a las pandillas en los centros de "máxima peligrosidad" en los 50 municipios más violentos del país.

Según estimaciones oficiales, las pandillas cuentan con unos 60,000 miembros en la calle y otros 10,000 en prisiones y su violencia deja un promedio de 12 asesinatos diarios.

Estas medidas del gobierno salvadoreño podrían generar el desplazamiento de pandilleros hacia países vecinos, entre ellos Honduras.