En su reciente visita a Irán, Hugo Chávez manifestó, de acuerdo con la agencia IRNA: "Hemos venido a Teherán a reiterar que estaremos al lado de Irán en cualquier tiempo y bajo cualquier condición".
También acusó a los militares de Israel de "cobardes" y afirmó que "si quieren guerra que se busquen un Ejército de verdad y batallen".
A su retorno de la gira que llevó a cabo por Argentina, Belarús, Portugal, Irán, Qatar, Vietnam, Malí y Benin, Chávez declaró en La Vela de Coro que "uno no se explica cómo el mundo mira esto cruzado de brazos. Uno no se explica cómo nadie hace nada para frenar este horror".
Paralelamente, Chávez retiró al encargado de Negocios de Venezuela en Israel.
Ahora bien, la guerra entre Israel y Hezbolá, que tiene, hasta ahora, como epicentro al Líbano, posee fuertes causas para transformarse en una guerra nuclear-táctica del Medio Oriente, con repercusiones de alcance global si Irán y Siria se incorporan a la conflagración, o si Estados Unidos decide tomar, acompañado por Israel, medidas unilaterales por la anunciada negativa del Gobierno persa a aceptar el plazo del Consejo de Seguridad de la ONU para que suspenda el enriquecimiento de uranio a partir del 31 de agosto.
Por un lado, tanto Hezbolá, como los gobiernos de Líbano, Siria e Irán, han anticipado su rechazo al actual borrador de resolución que se discute en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La razón fundamental es que, aunque se habla de la instalación de una importante fuerza multinacional de paz en el sur de Líbano, no se exige que Israel abandone ese territorio.
Por otra parte, Irán, al desestimar el ultimátum del Consejo de Seguridad sobre el enriquecimiento de uranio que adelanta, amenazó con suspender sus exportaciones de petróleo. "No queremos usar el arma del petróleo. Pero Irán defenderá sus derechos y reaccionará. No deben pensar que pueden golpearnos sin una reacción", expresó Ali Larijani, jefe de los negociadores iraníes en el tema nuclear.
El plazo está colocado. El 31 de agosto es posible que el Consejo de Seguridad se enfrasque en otra discusión interminable sobre cuáles deben ser las sanciones que se le deben aplicar a Irán, con Estados Unidos pidiendo el bloqueo a la nación persa, Inglaterra y Alemania dando su respaldo parcial a Estados Unidos, y China y Rusia alargando la controversia institucional, mientras tratan de convencer a Ahmadinejad de aceptar alguna negociación.
En ese momento se comprenderá que la aparente confusión israelí al ingresar a territorio del Líbano no pasaba por crear otro Irak, con su correspondiente guerra asimétrica, donde los ejércitos más poderosos tecnológicamente están demostrando que pueden sucumbir ante oponentes irregulares no estatales, sino que fue en realidad un movimiento táctico destinado, no solamente a atacar a Hezbolá, sino también a crear una zona intransitable para las fuerzas de tierra de Irán y Siria.
La cuenta regresiva para pasar de las palabras a la acción está por comenzar.