Las marchas de la rabia han salido desde todas las mezquitas de la Franja de Gaza tras el rezo musulmán del viernes. Dicen que protestan contra Israel, contra las restricciones y las prohibiciones de acceso a la mezquita de al-Aqsa, en Jerusalén, y contra las agresiones a los fieles musulmanes que se vienen sucediendo desde hace casi una semana.

En la ciudad de Jan Yunís, en el sur de la Franja de Gaza, milicianos del brazo militar de Hamas han prendido fuego a una réplica del Monte del Templo que, según la interpretación de textos judíos, se encontraba en el mismo lugar que la explanada de la mezquita de Al-Aqsa y, para algunos de ellos, debería volver a levantarse en ese mismo lugar.

Con gritos de "Alá es el más grande" y cánticos de apoyo a Hamas y su brazo militar, Mahmud Zahar, líder político de Hamas que mantiene estrechos lazos con el brazo militar, lideraba un discurso en el que ha aclamado que al-Aqsa es una zona sagrada solo para musulmanes. Zahar ha afirmado que las milicias palestinas seguirán luchando hasta la liberación de cada uno de los rincones de Palestina.

También en Jerusalén y Cisjordania se registraron incidentes entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes a cuenta de la "defensa" de la explanada de las mezquitas.

En el barrio de Jabal Moukaber (Jerusalén), numerosos policías israelíes se desplegaron -de un total de 3.000 movilizados después de tres días de incidentes- y recibieron pedradas, informa France Presse. Un objeto incendiario alcanzó un furgón policial e hirió a cuatro agentes. Cinco personas, entre ellas al menos tres menores, fueron detenidas.