El periodista Miguel Bonasso publicó ayer a la noche, en su muro de Facebook, una denuncia en la que relaciona a Horacio Verbitsky con la Barrick, empresa extractora de oro y responsable del derrame de cianuro en San Juan.

El texto de la denuncia de Bonasso es el siguiente transcripto textualmente:

Hay una vinculación entre el veneno de la Barrick y el veneno de Verbitsky. Hay indicios de que operó para neutralizar mi libro El Mal.

En setiembre de 2011, cuando El Mal estaba por salir, Verbitsky pidió un ejemplar al editor de Planeta. Otro ejemplar lo pidió Soldati.

Obviamente el interés de Verbitsky y Soldati (nexo entre la Barrick y CFK) no era literario: había que operar rápido para neutralizar El Mal

En El Mal describí el derrame de cianuro sobre el Danubio, catástrofe que llevó a la prohibición europea de la megaminería a cielo abierto.

También operó contra El Mal, Aníbal Fernández. La editorial restringió la distribución y el libro se fue [que]dando en los depósitos de Planeta.

Ahora el derrame anunciado en El Mal acaba de producirse en el río Jachal: 224 mil litros de cianuro cayeron sobre sus aguas.

El gobernador Gioja, empleado de la Barrick, pretende tranquilizar a los vecinos de Jachal, pero no le va a resultar fácil.

Hay que luchar para acabar con los políticos corruptos y las empresas corruptoras. El derrame de Jachal debe acabar con Gioja y la Barrick.

Con "El Mal" el Perro empleó la táctica del silencio. Asesoró en Palacio para que nadie saliera a contestarme, para no levantar al libro.

En El Mal demostré el vínculo de la "revolucionaria" CFK con David Rockefeller, que más tarde se haría evidente en Vaca Muerta.

Había que tapar esa sencilla verdad: el vínculo perverso del gobierno "nacional y popular" con Rockefeller y CIA. Verbitsky fue el encargado.

Para no dejar mal al "progresismo" K era necesario tapar lo que digo en El Mal y de paso taparme y marginarme a mi.

Pequeños goebbelcitos como Verbitsky podrán calumniarme, pero ahí están mis obras: la Ley de Glaciares y la Ley de Bosques.

Verbitsky dirá lo que quiera, pero mi vida pública está abierta en una vitrina: no me agaché ante CFK cuando vetó la ley de glaciares.

Que no se equivoque nadie: yo soy y he seguido siendo perseguido, pero jamás por mi interés personal sino por el interés del pueblo.

Reitero mi desafío a HV: vamos a un debate, con nuestros ingresos en la mano, así verán todos lo rentable que es ser "progresista K".

Monsanto envenena los campos; Barrick envenena los ríos; Chevron quiere envenenar el subsuelo; Verbitsky envenena las mentes de los jóvenes.

Ahora HV cambió la táctica: mentir para ensuciarme. Lo voy a seguir hasta que quede absolutamente desacreditado.