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22/09/2015 | Caso Lava Jato - Eslabón suizo, cuentas africanas

Gustavo Gorriti y Romina Mella

Durante meses largos e intensos, la investigación sobre el caso Lava Jato avanzó con determinación y energía, revelando un trasfondo billonario de corrupción en Brasil que superaba todo lo conocido en cuanto a robos e investigaciones, crimen y castigo, en la historia de esa nación y de Latinoamérica también.

 

Pero en medio del rosario de detenciones y de espectaculares confesiones, hubo, hasta junio pasado, dos excepciones importantes, las de las dos más grandes compañías brasileñas –Odebrecht y Andrade Gutierrez–, ninguno de cuyos ejecutivos había sido detenido hasta entonces.

Los nombres de algunos de ellos ya habían salido a la luz, pero los directivos de ambas corporaciones negaban con firmeza toda acusación.

En un reporte de junio, el grupo Eurasia, de inteligencia comercial y política, escribió que “la explicación prevaleciente fue que las dos compañías –los más grandes conglomerados de construcción en Brasil– fueron más sofisticados en sus operaciones ilícitas y en consecuencia, más difíciles de acusar”.

Es probable que la explicación haya ayudado a conciliar el sueño de más de un ex presidente o presidente en ejercicio en América Latina.

Así pasaron trece fases de la investigación.

La decimocuarta, el “Erga Omnes” arrancó con la fuerza inquietante de un terremoto en orilla de mar. Con las detenciones de Marcelo Odebrecht y Otávio Marques de Azevedo (junto con varios otros altos ejecutivos de Odebrecht y Andrade Gutierrez), quedó claro que para los fiscales y policías que llevaban el caso, así como para el juez Sergio Moro, el concepto de “too big to jail”,(demasiado grande, o importante, para ser encarcelado) simplemente no existía.

Pero desde la prisión, los jefes de ambas corporaciones ratificaron su defensa a ultranza. La posición de ellos y sus abogados fue que la detención era un abuso, una violación de derechos constitucionales y humanos. “Odebrecht niega haber participado de cualquier cartel […][la detención] es una violación a los principios más básicos del Estado de Derecho […] La Organización Odebrecht nunca puso ningún obstáculo a las investigaciones. […]Si bien estamos profundamente perplejos e indignados por lo sucedido, no nos dejaremos abatir…”, fueron los conceptos básicos de un comunicado publicado el 23 de junio en los principales medios de varias naciones.

Entre los cinco ejecutivos de Odebrecht arrestados uno de ellos destacó con involuntaria notoriedad: Alexandrino de Alencar.

Ex alto ejecutivo de la gigante petroquímica Braskem (cuyo accionista mayoritario es Odebrecht) Alencar había pasado a esta compañía, donde tenía la función de Director de relaciones institucionales.

Alencar había sido el acompañante institucional de Lula en casi todos los viajes al extranjero que el ex presidente hizo como gestor de intereses de compañías brasileñas, especialmente de Odebrecht. Como lo revelaron Fernando Mello y Flavia Foreque, en Folha de Sao Paulo, Lula realizó por lo menos 13 viajes fuera de Brasil, pagados por empresas constructoras de ese país.

No solo eso: en enero de 2013, Alencar acompañó a Lula en un viaje por la República Dominicana, Cuba y Estados Unidos, contratado y pagado por Odebrecht. Igual que antes, pero con una diferencia: el viaje fue secreto, tal como se especificó a la compañía Líder Táxi Aéreo, que proporcionó el avión: “voo completamente sigiloso”. Odebrecht utilizó una compañía amiga para pagar el vuelo: La constructora DAG, de Bahía.

Meses después, Alencar navegaba en otro tipo de turbulencias. Tres de los delatores principales de Lava Jato afirmaron con detalle que él tenía a su cargo por lo menos parte del pago de coimas en el extranjero.

• En marzo de este año, Rafael Angulo (el doleiro que contrabandeaba cientos de miles de dólares por viaje, muchos de ellos al Perú) afirmó que entre 2010 y 2012 estuvo varias veces en la oficina de Alencar para entregarle números de cuenta “para transferencias al exterior”.

• El doleiro Alberto Youssef y el ex-director de Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, confesaron haber actuado en colusión con Alencar y el ya fallecido político José Janene, para adquirir gasolina de Petrobras en condiciones desventajosas para la petrolera. El pago de ‘propina’ fue, según Youssef, de 5 millones de dólares al año para Costa. También se pagó a diputados del Partido Progresista de Janene.

• ¿Cómo se hicieron esos y otros pagos? La Policía Federal afirmó haber encontrado 25 registros de depósitos hechos a través de la offshore Constructora Internacional del Sur, que terminaron en cuentas de algunos de los corruptos que acabaron luego como delatores premiados. El ex gerente de Petrobras, Pedro Barusco, entregó a las autoridades los comprobantes de pagos que recibió de Constructora Internacional del Sur en una cuenta suya en Suiza. Barusco dijo haber recibido cerca de 920 mil dólares de Odebrecht de esa manera.

La misma empresa (Constructora Internacional del Sur) fue utilizada para pagar coimas al ex director de servicios de Petrobras, Renato Duque.

Odebrecht, sin embargo, negó toda relación con Constructora Internacional del Sur.

¿Se podía probar la relación entre la megacorporación y la offshore?

Leonardo Meirelles, el ex socio de Youssef, que colabora con la Justicia sin ser delator premiado, (Caretas 2394), viajó a China a recabar documentos probatorios.

La dificultad mayor para las autoridades, sin embargo, fue que el doleiro de Odebrecht, Bernardo Schiller Freiburghaus, había abandonado Brasil para ir a vivir a Suiza, cuya nacionalidad, aparte de la brasileña, también tenía.

Igual de lo que sucedió con Schutz en el Perú, Freiburghaus tenía poco que temer en cuanto a ser extraditado desde Suiza.

El ministerio público brasileño, sabiendo que no podía esperar ayuda en la extradición, pidió colaboración en la investigación. Y los suizos, sea por principios o por haber quedado escaldados por escándalos recientes como el del HSBC, cooperaron. Igual sucedió con Mónaco.

El 21 de julio, el gobierno suizo confirmó haber encontrado signos de que Odebrecht usó cuentas de banco suizas para el pago de coimas, según informó ‘Valor Economico’ citando a autoridades de ese país.

Así la Fiscalía brasileña pudo describir en su acusación del 24 de julio, el “complejo esquema de lavado de dinero empleado por Rogério Araújo, Márcio Faria, Marcelo Odebrecht y Bernardo Freiburghaus en favor de Odebrecht”.

A través de decenas de páginas, la acusación fiscal del ministerio público brasileño describe un elaborado proceso de lavado de dinero a través de múltiples cuentas y países, con la participación central de Bernardo Freiburghaus en el aspecto financiero y las órdenes, según los fiscales, de Marcelo Odebrecht y la plana alta de su organización.

La descripción de cómo Freiburghaus creó las cuentas suizas de Paulo Roberto Costa e hizo llegar a ellas las coimas acordadas a través de offshores subsidiarias de Odebrecht, es instructiva porque indica la forma en que se puede haber pagado muchos otros sobornos, dentro y fuera de Brasil.

El juez Sergio Moro, a partir de esa información, pidió al Banco Central de Brasil que le informara sobre las operaciones de cambio y transferencias hechas por las empresasoffshore: Smith & Nash Engineering, Arcadex e Golac, Rodira Holdings, Hanvisur, Sherkson, Klienfeld, Innovation y Constructora Internacional del Sur.

Smith & Nash Engineering y Hanvisur pertenecen, según las fuentes judiciales, a Odebrecht.

¿Cómo se pagaba? Smith & Nash Engineering, por ejemplo, recibió 45.4 millones de dólares entre 2006 y 2011 de cuatro empresas de Odebrecht fuera de Brasil, entre ellas Osel Angola y CNO. De la cuenta de aquella se destinaron 15.2 millones de dólares para tres intermediarias:Constructora Internacional del Sur (8.3 millones) y Klienfeld (3.4 millones). También se depositó en las cuentas suizas de Paulo Roberto Costa.

La empresa Golac recibió 47.9 millones de dólares de dos empresas de Odebrecht en África: Osel Angola y Osel Angola DS. Según el ministerio público de Brasil, 38,8 millones de dólares fueron depositados desde aquella cuenta a la panameña Constructora Internacional del Sur.

Así que la Constructora Internacional del Sur no era, después de todo, tan desconocida para Odebrecht.

IDL-R y Caretas preguntaron, entre otras cuestiones detalladas, por esas transacciones a los abogados de la defensa de Odebrecht, en Brasil. En contraste a la locuacidad de hace menos de un mes, la lacónica respuesta consensuada del grupo de abogados fue la siguiente:

“En respuesta a sus preguntas, la posición de la defensa es que debemos manifestarnos sobre temas relacionados a los procesos judiciales en los expedientes del proceso, para que las personas involucradas puedan ejercer su derecho de defensa”.

Por su lado, el juez Sergio Moro resolvió este 28 de julio formalizar las acusaciones de corrupción, lavado de dinero y conspiración criminal contra Marcelo Odebrecht y una docena de otros acusados, entre los cuales Alexandrino de Alencar y Bernardo Freiburghaus.

La profundización del caso Lava Jato en Brasil lo hace a la vez trasnacional. No solo se multiplican los escenarios en el lavado de dinero sino en los métodos. Si la descripción de cómo se lavó y ocultó las coimas a un solo corrupto: Paulo Roberto Costa, descubrió eslabones negados en la cadena del lavado, ahora lo que falta es buscar a los otros clientes. A los Paulo Robertos que deciden licitaciones y hablan español.

IDL-Reporteros (Peru)

 



 
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