Un puente fronterizo. Los rusos a un lado. Un espía liberado a cambio de otro espía. Y los servicios secretos siguiendo el canje con detalle. La escena parece sacada de un pasaje de la guerra fría. Pero ha sucedido en Estonia esta semana.

El servicio de seguridad ruso ha revelado hoy haber canjeado un agente de contraespionaje estonio, Eston Kohver, condenado por espionaje en Moscú, por un espía ruso que estaba encarcelado en Estonia desde 2012: Alexei Dressen, antiguo agente estonio y que se encontraba cumpliendo 16 años de condena por espiar para Rusia.

El canje se llevó a cabo en un puente sobre el río Piusa, que está justo en la frontera que separa la región rusa de Pskov y el condado estonio de Polva. La zona está rodeada de bosque, y se encuentra a pocos kilómetros del lago Peipus. Aparentemente, el intercambio pasó desapercibido para los que pasaban por la zona. Y eso que el caso ha traído de cabeza al gobierno de Tallin, que había denunciado el año pasado que su agente fue "secuestrado" por los rusos estando en suelo estonio, cuando vigilaba la frontera.

Los estonios han visto hoy en sus televisores al agente liberado. "Ambas partes encontraron una solución adecuada", dijo el director del servicio de seguridad de Estonia, Arnold Sinisalu. A su lado, Kohver añadió: "Es bueno volver a estar en mi patria".

Ruta de contrabando

La versión de los abogados de Kohver siempre ha sido que el agente estonio estaba investigando las rutas de contrabando cerca de la zona donde acaba su país y empieza Rusia. Allí, mientras esperaba a un supuesto confidente, fue víctima de una emboscada con granadas y fue forzado a entrar en territorio ruso a punta de pistola. En favor de esta tesis hay un informe de los guardas de fronteras de Estonia que documenta pruebas sobre el terreno: cráteres hechos por las granadas, huellas e indicios de pelea. Rusia lo acusó de espionaje, asegurando que había entrado ilegalmente en su territorio con una pistola y munición, además de 5.000 euros en efectivo. Lo condenó el mes pasado a 15 años de prisión, llevaba preso desde septiembre del año pasado.

Algunos medios estonios han publicado que los delitos que investigaba Kohver implicaban a supuestos delincuentes amparados por el FSB. En cuanto a Dressen, una fuente de la inteligencia rusa dijo a la agencia Sputnik que desde los años noventa pasaba a los rusos información sobre operaciones encubiertas de los servicios de espionaje de EEUU y Gran Bretaña en los países bálticos.

Ha sido un verano 'caliente' en las relaciones de Moscú con las repúblicas que formaron parte de la URSS y ahora miran hacia Bruselas y Washington. Dos nombres ucranianos han saltado a las primeras páginas tras dar con sus huesos en una cárcel rusa. El caso más popular es el de la piloto Nadia Sevchenko, captada en el frente ucraniano y llevada a Rusia, que estos días responde por el presunto asesinato de dos periodistas. Su abogado cree que el juicio es político: "Los datos de su móvil demuestran que cuando los periodistas rusos murieron ella ya estaba retenida por las milicias", explica a EL MUNDO Mark Feigin, que también ha defendido al supuesto espía estonio. La carismática piloto comparte fama con Oleg Sentsov, un director de cine cazado en Crimea semanas después de que la península pasase a ser rusa. Ha sido condenado a 20 años por terrorismo.

Según cree Feigin el canje con Estonia se organizó "a nivel político" y se escogió este momento para mejorar la imagen de Rusia en el extranjero antes del discurso del presidente Vladimir Putin el lunes en la ONU. "En el caso de Savchenko tenemos el juicio perdido de antemano, pero creo que puede haber un intercambio más adelante", explica el letrado. En total Kiev reclama la devolución de más de diez "presos políticos" que han acabado encarcelados en prisiones rusas.