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29/09/2015 | Obama y Putin chocan por Siria

Xavier Colás

El presidente estadounidense y el líder ruso han chocado por el conflicto en Siria en la ONU, acusándose de impedir avanzar en su solución y de ser la fuente de los problemas de terrorismo y refugiados que genera la zona.

 

El presidente estadounidense, Barack Obama, y el líder ruso, Vladimir Putin, han chocado este lunes por el conflicto en Siria en la apertura de la Asamblea General de la ONU, acusándose mutuamente de impedir avanzar en su solución y de ser la fuente de los problemas de terrorismo y refugiados que general la zona.

"Estados Unidos está dispuesto a trabajar con cualquier país, incluyendo Rusia e Irán, para resolver el conflicto" en Siria, ha afirmado Obama, quien también ha indicado que su país no quiere una nueva Guerra Fría con Moscú derivada de la crisis en Ucrania.

Estos meses Rusia ha enfocado sus esfuerzos hacia Siria con una escalada militar que los residentes en la zona de Latakia, el bastión de Asad en la costa, percibieron ya en junio. En este contexto, el presidente ruso Vladimir Putin ha propuesto ante la ONU formar una amplia coalición para hacer frente a la amenaza del terrorismo.

En esa gran coalición para luchar contra el Estado Islámico estaría el ejército sirio, contra el cual están luchando los rebeldes apoyados por EEUU. Putin buscó inspiración en su gesta favorita: la derrota de los nazis. La gran alianza, dijo, "podría unir en sus filas a las fuerzas diferentes que están dispuestas a contrarrestar decisivamente a los que, como los nazis, siembran el mal".

Los medios rusos, que han acusado de nazi al Gobierno ucraniano durante meses, han virado de repente estas semanas y presentan al Estado Islámico como la gran amenaza: un nazismo islamista.

Pero el Estado Islámico podría ser sólo la excusa. Según ha publicado el 'New York Times', drones rusos están sobrevolando en misiones de reconocimiento varios territorios sirios. Despegan de la base de Latakia. Vigilan Idlib y Hanna, dos zonas en las que -hasta donde se sabe hoy- no está el Estado Islámico.

Obama ha trazado una línea roja al denunciar a aquellos que apoyan a "tiranos que tiran bombas de barril y matan a niños", como el presidente sirio Bashar Asad, un mensaje muy directo contra Rusia -y también Irán- por su apoyo al régimen de Damasco en la guerra civil. Rusia sabe que Asad no durará para siempre. Pero prefiere que sobreviva lo suficiente para que, ahora que hay buena disposición occidental a una solución política, Moscú pueda ser uno de los árbitros de la demolición controlada del poder del presidente.

La idea es ganar la guerra antes que hablar de transición. "Y desde luego, los participantes clave de esta coalición deberán ser los países musulmanes, porque el IS no solo les amenaza directamente, sino que con sus crímenes sangrientos profana una gran religión mundial, el islam", ha explicado el presidente ruso. "Debemos reconocer que nadie salvo las fuerzas armadas del presidente Asad combaten de verdad al Estado Islámico y otras organizaciones terroristas en Siria", ha añadido Putin.

Pero las intenciones y los hechos de Rusia presentan un escenario muy complejo, pues si Rusia se lanza a combatir es muy fácil que acabe chocando no sólo con el Estado Islámico, sino con fuerzas rebeldes patrocinadas por Estados Unidos.

Putin se ha burlado del programa del Pentágono para armar y entrenar a rebeldes sirios de tendencia moderada. El punto de vista de Moscú y de todos los medios es que con esas guerras 'externalizadas' sólo se logra que las armas acaben en manos de terroristas.

Operaciones militares contra los yihadistas

Moscú ha insistido en mantener su influencia, aunque mermada, en Siria igual que en Ucrania. Y, de paso, aplacar la tendencia de EEUU a condicionar la política en países lejanos. Putin no ha olvidado este lunes lamentar que durante las últimas décadas los occidentales "continuaron su política de ampliar la OTAN ofreciendo a los países de la antigua URSS una alternativa falsa, elegir entre Occidente y Oriente".

Putin aprovecha cada ocasión para recordar los fracasos del "unilateralismo" de EEUU: Afganistán, Irak, Siria, Libia... Quiere un resultado distinto en Siria, que es un viejo aliado desde tiempos de la URSS. Moscú ha vuelto a tomar la iniciativa forjando una alianza entre varios socios que hace un año eran improbables: Siria, Irak e Irán. Los tres países y Rusia compartirán datos de sus servicios de inteligencia.

Estados Unidos se ha sentido contrariado al ver a su supuesto aliado, Bagdad, codo con codo con Damasco. Irak ya había flaqueado en sus lealtades permitiendo vuelos rusos sobre su territorio, algo a lo que se negó Bulgaria. Con esta jugada Rusia erosiona la alianza de EEUU y de paso crea el embrión de la suya propia.

El Mundo (España)

 



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