Hacia 2008, investigadores europeos esperan contar con un avión que no sea posible secuestrar. Lo están haciendo a través de un ambicioso programa de seguridad para combatir las amenazas a bordo en una industria que esta semana vivió un susto que revivió el espectro del 11 de septiembre de 2001. El avión no secuestrable poseerá programas computacionales que tienen por objeto localizar la conducta de un pasajero sospechoso, y, además, tiene un sistema que evita colisiones capaz de corregir la trayectoria del avión para impedir que se vaya contra un edificio o una montaña.

Los científicos también están investigando la posibilidad -aunque dicen que está probablemente a quince años de distancia- de desarrollar un computador a bordo que guíe el avión de manera automática al aeropuerto más cercano si hay un secuestro.

"Nunca vas a llevar a un nivel cero de amenaza", declaró el coordinador del programa Daniel Gaultier del grupo tecnológico francés Sagem Défense Sécurité. "Pero si equipas aviones con electrónica a bordo, hará que sea muy, muy difícil secuestrarlos".

Terrorista a cargo

El proyecto de 4 años y 35,8 millones de euros ($ 20 mil millones), llamado SAFEE (Security of Aircraft in the Future European Environment), fue lanzado en febrero de 2004.

Forman parte de él Airbus, su compañía matriz (EADS) y BAE Systems, así como también Thales y Siemens. La Comisión Europea contribuye con 19.5 millones de euros ($ 25 millones). El sistema podría estar disponible comercialmente entre 2010 y 2012.

En el caso de un escenario del tipo 11 de septiembre, el Sistema de Evaluación de Amenazas y Administración de la Respuesta (Tarms) detectaría que el avión va en dirección de los edificios y utilizaría un sistema de identificación de huellas digitales para verificar la identidad del piloto.

"Si un terrorista está a cargo o el piloto no está consciente de la trayectoria falsa, Tarms decide evitar el obstáculo para que exista un control automático del avión", señaló Gaultier.

El sistema también se haría cargo si el piloto, pese a verificar su identidad, persistiera en seguir el curso equivocado.

Dada su complejidad, el proyecto Safee suscita dilemas legales y éticos que, en sí mismos, son una parte clave de la investigación. Entre ellas se incluye si las personas encontrarán aceptable ser minuciosamente observados por sensores a través de su vuelo, grabando todo, desde sus conversaciones hasta sus visitas al baño.

Con ayuda de fuentes como las agencias de seguridad, los investigadores están construyendo una base de datos de rasgos potencialmente sospechosos que los computadores podrían detectar.

"Podría ser alguien que está usando su celular cuando no debería, o tratando de prender un cigarrillo. Pero también podría ser algo más extremo", dijo James Ferryman, un científico de la Universidad Reading en Inglaterra, que está trabajando en el proyecto Safee.

La sensibilidad del sistema podría ser regulada de acuerdo a factores como el nivel general de amenaza.

"Tenemos que demostrar que no es que el Hermano Mayor te esté observando; es el Hermano Mayor que te está cuidando", afirmó Ferryman.

EN INTERNET

SAFEE:

www.safee.reading.ac.uk

Sagem Défense Sécurité:

www.sagem-ds.com