Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
Sociedad  
 
25/11/2015 | El 'idilio' entre Mao y Confucio

Javier Espinosa

Xi Jinping refuerza en China la influencia del sabio, cuya tumba saquearon por Guardias Rojos, como eje central de su proyecto de "rearme moral".

 

Los puestos ambulantes que se alinean en las inmediaciones del templo deConfucio en Qufu escenifican a la perfección el "maridaje" del ideario de este filósofo y el del líder comunista Mao Zedon. Los tenderetes venden al unísono el'Libro Rojo' de Mao y las 'Analectas' del creador del confucionismo, su obra más conocida. Las pequeñas estatuas y fotos del jefe de filas comunista están colocadas a la par que las del viejo pensador.

Nada extraño para el profesor Wang Jianyu, director del colegio experimental Banian de Pekín -especializado en la enseñanza del confuncionismo-, que proclama que esa filosofía y el comunismo"están muy conectados".

"El comunismo predica que hay que servir al pueblo. Confucio decía que hay que contribuir a la sociedad y olvidarse del interés propio", asegura.

La tesis de Wang es la misma que parece defender el presidente chino Xi Jinping.Uno de los giro ideológicos más significativos y radicales de la China actual teniendo en cuenta que como recuerda Feng Zongshen, durante la Revolución Cultural que apadrinó Mao sus acólitos saquearon la tumba de Confucio en Qufu acusándole de propagar una "religión feudal que favorecía la opresión de las masas".

La pequeña tienda donde el vecino de Qufu continúa dibujando caligrafía tradicional se encuentra situada a metros de la Puerta de la Primavera Eterna. La misma que los Guardias Rojos de Mao intentaron destrozar con escoplos y martillos en 1966, como rememora Feng.

"Les paró Zhou Enlai. Tenían ya una cuerda atada a la parte superior para tirarla", relata. Feng dice que durante casi un mes cientos de "universitarios" comandados por Tan Houlan -uno de los cabecillas estudiantiles más significados de la Revolución Cultural- se dedicaron a destruir el templo de Confucio, saquear las sepulturas del cementerio de su familia, desenterrar los cadáveres y hasta lanzaron la estatua del sabio a una hoguera.

"Decían que las enseñanzas de Confucio eran negativas", refiere el calígrafo de 76 años. "A Confucio se le achacaban todos los males de China. Se le representaba como un esqueleto rodeado de serpientes", asegura Michael Schuman, autor de 'Confucio y el Mundo que creó'.

Capital espiritual

La rehabilitación de Qufu -una villa sita a dos horas de tren de Pekín y que durante siglos ejerció como 'capital' espiritual de la China imperial- es un elemento más que confirma la recuperación del Confucionismo, que comenzó ya en la década de los 80 pero que Xi Jinping parece haber convertido en el eje central de su proyecto de "rearme moral" del país.

En septiembre de 2014 el propio Xi Jinping asistió a la conmemoración del cumpleaños del filósofo en Pekín -un gesto inédito para un líder del PCC- y defendió sus enseñanzas como nuevo paradigma de la China actual.

Un año antes había viajado a Qufu, emulando la "peregrinación" a esa villa que realizaban antaño los "emperadores" chinos.

Para el historiador y politólogo Zhang Lifan, la resurrección ideológica de Confuciose basa en un problema muy básico. En una era donde la sociedad china se encuentra afectada por un materialismo galopante, "el pueblo ya no cree en el comunismo y hay que llevan ese vacío ideológico".

"Las ideas de Marx son difíciles de reconciliar con el número de Ferrari que se ven en las calles de Pekín. El PCC tiene una crisis de legitimidad y necesita a Confucio", añade Michael Schuman.

La recobrada devoción de Pekín por el ideario de Confucio ha llevado a la multiplicación de películas sobre el filósofo, documentales y libros subvencionados por las autoridades, que ahora pretenden incluso que la UNESCOreconozca como "patrimonio cultural" el estilo culinario que desarrolló la familia del sabio en base "a los muchos banquetes y ceremonias" que organizaban ante las repetidas visitas de los emperadores.

El despacho de Wang Jianyu recrea al detalle los elementos con los que pretende ilustrar el "espíritu" que pretende inculcar a sus alumnos. Desde las réplicas de espadas y lanzas tradicionales con las que les enseña artes marciales y Tai Chi, hasta los pinceles con los que les instruye en el arte de la caligrafía china.

La entrada del centro escolar está adornada con estatuas de Confucio y los muros jalonados con banderolas ilustradas con frases que resumen su filosofía."Hay un Gobierno donde el príncipe es príncipe, el ministro es ministro, el padre es padre y el hijo es hijo", afirma uno de esos dichos. "Sí, el respeto de la autoridad y de la estructura de poder es un elemento clave del confucionismo", reconoce Wang.

Lo importante: la armonía, no las notas

Banian es uno de los cientos de recintos lectivos que educan siguiendo las enseñanzas del filósofo que se han multiplicado en China en los últimos años "gracias a la importancia que el presidente Xi Jinping" ha otorgado a esta ideología, la misma que fue el ideario oficial de la dinastía Han en la era imperial.

La Fundación Confucio de China anunció en 2014 pasado que pretendía abrir 10.000 colegios de este tipo en los próximos años.

Los 16 estudiantes del colegio experimental Banian de Pekín -con edades que oscilan entre los 4 y los 12 años- tienen que afrontar jornadas lectivas de 14 horas,comenzando a las 5.30 de la mañana.

"Pero no sufren ningún tipo de presión porque aquí lo importante no son las notas,sino que crezcan en armonía", acota el responsable del centro.

Los chavales reciben clases de "virtud y moral", de música tradicional, tiene que "trabajar" -limpiar las instalaciones- desde la primera jornada incluso los más pequeños, y repiten de forma parsimoniosa los textos del sabio.

La educación de materias como matemáticas se realiza de soslayo y la misma lectura de los escritos de Confucio se afronta sin ningún tipo de cuestionamiento:"No queremos que comprendan lo que leen sino que lo repitan y lo aprendan de memoria", admite Wang.

El aleccionamiento no se circunscribe a los más jóvenes. Con la égida de Xi Jinping se han rescatado las sesiones multitudinarias de instrucción para cuadros del partido, aunque estas no sean sobre marxismo sino sobre confucionismo.

"Lo mismo que se hacía en la China imperial, cuando los funcionarios tenían que aprenderse de memoria los dichos del sabio", opina Schuman.

Para el autor la apuesta del actual dirigente conlleva un riesgo porque es cierto que Confucio defendía una sociedad jerárquica y nunca apoyó las revueltas, pero también "exigía que el gobierno fuera justo y pasó toda su vida criticando al poder".


El Mundo (España)

 



Otras Notas del Autor
fecha
Título
18/02/2022|
18/10/2020|
21/08/2019|
26/02/2019|
31/01/2019|
12/12/2018|
13/05/2018|
22/04/2018|
09/04/2018|
02/02/2018|
31/12/2017|
19/12/2017|
29/11/2017|
26/10/2017|
21/10/2017|
06/08/2017|
13/04/2017|
07/03/2017|
12/01/2017|
19/10/2016|
19/09/2016|
01/09/2016|
14/06/2016|
08/05/2016|
15/01/2016|
11/11/2015|
09/11/2015|
20/10/2015|
19/10/2015|
15/10/2015|
21/08/2015|
18/04/2015|
03/04/2015|
10/12/2014|
05/10/2014|
12/06/2014|
09/05/2014|
03/05/2014|
23/08/2013|
23/06/2013|
17/12/2012|
08/11/2012|
05/11/2012|
28/07/2012|
28/07/2012|
28/07/2012|
28/07/2012|
22/05/2012|
19/02/2012|
19/02/2012|
19/02/2012|
26/07/2011|
16/03/2011|
22/01/2011|
01/01/2011|
02/10/2010|
07/03/2010|
16/02/2010|
02/02/2010|
31/01/2010|
27/01/2010|
17/01/2010|
08/11/2009|
08/03/2009|
08/03/2009|
11/12/2008|
11/12/2008|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House