El Bundesbank está «repatriando» sus lingotes de este metal precioso con sigilo y sin dar detalles desde 2013.
Las
reservas de oro del Bundesbank alemán son legendarias: con más de 270.000
lingotes es la segunda reserva más grande del mundo inmediatamente después de
Estados Unidos. Sin embargo, la mayor parte de este metal precioso -unas 3.384
toneladas- se encuentran por razones históricas en el extranjero.
El
Bundesbank quiere su oro en casa, en Fráncfort, ciudad sede también del Banco
Central Europeo (BCE). Y ha comenzado a traerlo sigilosamente y lejos de los
medios, sin dar detalles de dónde, cuándo o cómo, por razones de seguridad.
La
operación «repatriación del oro» -definición que no es la más certera ya que el
metal nunca estuvo en Alemania- comenzó en 2013 y sólo este mes se conocen
detalles: en total 674 toneladas del metal precioso llegarán hasta 2020 a
Fráncfort provenientes de las bóvedas de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) en
Nueva York y del Banco de Francia en París.
En 2020,
la mitad en Alemania
El
traslado a Alemania de parte de las reservas de oro depositadas en otros países
continúa según lo previsto, según declaraciones a la agencia de noticias
alemana DPA de Carl-Ludwig Thiele, miembro de la presidencia del Bundesbank:
«Todo se ajusta al calendario previsto. Hasta 2020 tendremos en Alemania la
mitad de las reservas de oro que posee el país», ha señalado Thiele recordando
que el tesoro tiene un valor de unos 109.000 millones de euros.
Paradójicamente,
en territorio alemán se encuentra sólo el 31% del oro del Bundesbank, el resto:
en bancos extranjeros como el Bank of England en Londres. Hasta la fecha tope
señalada por Thiele, el Bundesbank traerá todos sus lingotes de oro en París
-unas 374 toneladas- y cerca de 300 toneladas de sus reservas en Nueva York.
«No
estamos repatriando el oro -comenta Thiele-, porque nunca estuvo aquí. Hasta la
reunificación alemana (en 1990) teníamos sólo 77 toneladas en Alemania, por
razones de seguridad en tiempos de la Guerra Fría». Seis años tras el fin de la
Segunda Guerra Mundial, en 1951, el Bank Deutscher Länder -antecesor del actual
Bundesbank germano- comenzó a ahorrar en lingotes de oro y las reservas
treparon con fuerza en las décadas de los 50 y de los 60 gracias al «milagro
económico» que marcó el ascenso de Alemania como potencia exportadora mundial.
Acerca
de cuánto oro ha sido transportado hacia Fráncfort, Thiele sólo ha dado las
cifras de 2013 y 2014 indicando que el próximo año se darán a conocer las
cifras de 2015. Desde París y Nueva York han llegado en esos dos años 157
toneladas de oro a la sede central del Bundesbank.
El
traslado desde bodegas secretas se efectúa bajo la más estricta
confidencialidad y según el Bundesbank las reservas en Londres no han sido
tocadas. La razón por la que Alemania está sacando todo su oro en París es que
en caso de quiebra, Francia podría cambiar el oro del Bundesbank por divisas.
En EE.UU.,
mejor no tocar
Lo anterior no es válido para Nueva York y
Londres por lo que desde la Reserva Federal norteamericana sólo se traerán 300
de las más de 1.500 toneladas. Mientras, los 35.640 lingotes en el Banco de
Inglaterra permanecerán en la capital británica. «Es importante operar con
reservas en caso de crisis», argumenta Thiele: «Por esta razón dejaremos una
parte del oro en el país con la divisa más fuerte del mundo, el dólar
estadounidense». El resto: mejor en casa.