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Dossier Francisco I  
 
21/02/2016 | El papa Francisco y Juan Pablo II, bajo la lupa en libro sobre secretos del Vaticano

Fernando Prieto Arellano

El periodista Eric Frattini, experto en temas de la Santa Sede, dice hablar de política, no de religión. El cardenal Tarcisio Bertone, ex Secretario de Estado, es quien en realidad manda en el Vaticano, según Frattini. El hecho de que Juan Pablo II no recibiera al cardenal Romero en el Vaticano fue interpretado por la CIA como luz verde para su asesinato

 

El pontificado de Francisco está siendo por ahora “muy político, con grandes titulares de prensa, pero no es efectivo”, afirma el periodista español y experto en el Vaticano Eric Frattini.

En una entrevista tras la publicación de su obra más reciente, El libro negro del Vaticano. Las oscuras relaciones entre la CIA y la Santa Sede (Espasa), Frattini destaca que Francisco tiene en su mano la capacidad de revertir esa tendencia y convertir un mero titular de prensa en una afirmación sólida, con valor doctrinal.

En su obra, Frattini analiza el pontificado de seis de los siete últimos papas (dejando al margen por su brevedad el de Juan Pablo I) y presenta los grandes asuntos de la política de la Santa Sede analizados por la CIA, al tiempo que con una abundante aportación documental demuestra la intervención vaticana en los asuntos internos de, al menos, 28 países.

A juicio de Frattini, Francisco “tiene la capacidad de escribir una encíclica y entrar a fondo en temas como la homosexualidad, el celibato, etc”, cosa que de momento no ha hecho.

El papa Bergoglio “pronuncia grandes discursos, pero luego esas ideas no se materializan en documentos”, entre otras cosas por las propias diferencias internas que subsisten en el seno de la Curia, afirma el periodista.

En este sentido, afirma que cuando en agosto de 2013 el cardenal Tarcisio Bertone (uno de los personajes más influyentes –si no el que más– de la Curia) presenta su renuncia a Francisco como secretario de Estado, “en realidad sigue mandando y ejerciendo su gran capacidad de influencia” por medio de gente que le sigue siendo fiel.

“Cuando Bergoglio llega al pontificado tiene a la gente de Bertone dentro”, por lo cual le resulta muy complicado llevar a cabo su plan de reformas, subraya Frattini.

Dadas las tensiones de todo tipo (internas y externas) con las que convive, “si Francisco ve que no puede avanzar” en las reformas que aparentemente preconiza, “podría renunciar”, como ya hizo su antecesor, Benedicto XVI (2005-2013).

Con respecto a Benedicto XVI, afirma que el suyo fue “un gran pontificado, pues fue el primero que levantó la alfombra y sacó la porquería que había debajo. Es el primero que decide dar un golpe en la mesa y limpiar lo que había dentro” del Vaticano.

“Sin embargo, comenta el periodista, ”la jugada no le sale del todo bien a Benedicto XVI, ya que no le secundan otros “que debían haberlo hecho, lo cual, y más tras el conocido como escándalo “Vatileaks”, le lleva a renunciar, algo que no había hecho un papa desde la Edad Media.

Con respecto a Juan Pablo II (1978-2005), Frattini afirma que fue “el más contradictorio de todos los papas” que ha estudiado.

“Siempre digo que Juan Pablo II fue uno de los peores papas de la historia, pero a la vez fue uno de los mejores jefes de Estado de la historia, y también uno de los mejores agentes de la CIA de todos los tiempos”, afirma el periodista.

“El Vaticano le hizo un gran servicio” al presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan (1981-1989), en la lucha contra el comunismo y para derribar el Muro de Berlín y aquel se lo hizo al Vaticano “informándole a fondo de la Teología de la Liberación“, manifiesta.

En este sentido, Frattini relata un aspecto relacionado con el asesinato, el 24 de marzo de 1980, del arzobispo de San Salvador, monseñor Óscar Arnulfo Romero, beatificado en 2015, e identificado como una de las figuras de la Teología de la Liberación.

Según Frattini, “pocas semanas antes de su muerte, Romero viaja al Vaticano con una carpeta que contiene documentos sobre los abusos que está cometiendo el régimen salvadoreño. Juan Pablo II no lo recibe y en su lugar lo hace el entonces secretario de Estado, el cardenal Agostino Casaroli, con la orden expresa del papa de no coger dicha carpeta”.

“El analista de la CIA remite un telegrama a sus superiores en el que da cuenta de lo ocurrido y destaca que, con esa actitud, se daba luz verde al asesinato de Romero“, subraya el periodista.

“Una cosa es la Iglesia Católica y otra el Estado Vaticano. Yo hablo de política, no de religión“, afirma Frattini.

El Nuevo Herald (Estados Unidos)

 



 
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