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18/03/2016 | Lula, un mito venido a menos

Verónica Goyzueta

Las dudas sobre la integridad del que fuera mito de la izquierda aumentan tras su nombramiento como ministro de la Presidencia

 

El blindaje de Luiz Inácio Lula da Silva con el Ministerio de la Presidencia para evitar ser investigado por el caso Petrobras arroja profundas sombras de duda sobre la honorabilidad del que fuera un mito de la izquierda en el continente latinoamericano. El antiguo paladín de la ética se convertiría en una de las mayores decepciones históricas si, a pesar de su nuevo escudo protector, se confirman los cargos por los que está siendo investigado.

«Es un líder venido a menos», dice la analista política María Herminia Tavares, de la Universidad de Sao Paulo (USP) e investigadora del Centro Brasileño de Análisis y Planificación (Cebrap), que apostaba por que Lula no necesitaría del cargo de ministro para protegerse y ser el hacedor de la política de Rousseff en el Congreso. «Lula no necesita ser ministro para hacer eso», subraya.

Electo como un abanderado de la ética, así como su Partido de los Trabajadores (PT), uno de los grupos políticos más representativos de la izquierda internacional, Lula consiguió desvincularse de los escándalos que persiguieron a su Gobierno desde el primer año de su gestión. El expresidente evitó los procedimientos y esquemas que llevaron a varios de sus mejores amigos a la cárcel en 2012, entre ellos, su ex mano derecha, José Dirceu, además de otros nombres históricos de la agrupación, como José Genoíno. Siempre dijo que él «no sabía nada».

La caída de prácticamente todos sus hombres de confianza por escándalos de desvíos de fondos y corrupción, le hizo pensar en Dilma Rousseff, una fiel exguerrillera de perfil técnico y conducta intachable, para llevar a la presidencia empujada por el carisma y popularidad del líder Lula, de la que goza de manera ininterrumpida desde los tiempos del sindicalismo, en los años 70.

Libre de culpa, Lula dejó el Gobierno después de ocho años como el presidente más popular de la historia de su país, con más del 80% de aprobación. Ya fuera del Gobierno, superó un cáncer en la garganta, que le perjudicó la voz con la que levanta a las masas. La esperada jubilación no llega. Ha tenido poco tiempo para descansar en la finca en la que pescaba y jugaba con sus nietos. Un lugar de reposo que se ha convertido en objetivo de la investigación de los desvíos en Petrobras.

ABC (España)

 



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