Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
En Profundidad  
 
07/06/2016 | La izquierda agota su ciclo de oro en América Latina

César González Calero

Hugo Chávez, Lula da Silva, Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Evo Morales, Rafael Correa, José Mujica... Desde finales de la década del 90 y durante los siguientes 15 años, la izquierda latinoamericana ha vivido su ciclo de oro en el poder. Nunca antes surgieron tantos líderes carismáticos al mismo tiempo. El sueño de Fidel Castro hecho realidad.

 

No en vano, el comandante moldeó políticamente a varios de esos dirigentes que estaban llamados a liderar gobiernos populares en sus países. Pero ese ciclo, cuyo momento fundacional bien podría situarse en la arrolladora irrupción electoral de Chávez en Venezuela, el 6 de diciembre de 1998, parece agotado hoy.

Y fue también la muerte del líder bolivariano en marzo de 2013 el hito que marcó el inicio de la cuenta atrás para los gobiernos de izquierda en la región. Dos años y medio después de la desaparición de Chávez, la etapa kirchnerista (2003-2015) llegaría a su fin en Argentina tras el triunfo del derechista Mauricio Macri en las elecciones de noviembre del año pasado. Bolivia rechazó en febrero el intento del presidente Evo Morales de optar a una nueva reelección que le permitiría estar en el poder hasta 2025. El chavismo vive sus horas más bajas en Venezuela. Y Brasil observa con estupor cómo se derrumba el proyecto político de Luiz Inácio Lula da Silva ante la polémica estrategia del conservador Michel Temer de desalojar del poder a Dilma Rousseff.

El giro a la derecha en la región no se detiene. Perú se debatía el domingo entre dos candidatos muy alejados del espectro de la izquierda, cuya candidata, Verónika Mendoza, no logró pasar en abril la prueba de la primera vuelta ante el empuje populista de la inclasificable Keiko Fujimori y del candidato neoliberalPedro Pablo Kuczynski. Si este veterano ex ministro de Economía se impone finalmente a Fujimori, Perú se encuadraría sin reparos en ese eje derechista queabanderan Macri y Temer en Sudamérica.

Y México también ha dado señales este fin de semana de una derechización de su electorado. El Partido de Acción Nacional (PAN), que gobernó el país entre 2000 y 2012 y salió mal parado en las elecciones de hace cuatro años, parece haber resurgido de sus cenizas. El domingo le arrebató al oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) varios enclaves decisivos en el poder territorial de México. Las elecciones regionales llevaron al PAN a la victoria en Veracruz, Tamaulipas y Quintana Roo en detrimento del PRI. El otrora partido-Estado ya no es lo que era desde que fue desalojado del poder en 2000 tras siete décadas de hegemonía política.

La imagen del presidente Enrique Peña Nieto ha sufrido un fuerte desgaste por la deficiente marcha de la economía y la falta de respuestas políticas a la violencia e inseguridad que sufre el país. Pero el PRI, ausente del poder precisamente durante el auge de la izquierda en la región, siempre ha sido un partido camaleónico desde el punto de vista ideológico. De su riñón nació el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que estuvo a punto de sumarse a la ola de gobiernos izquierdistas en 2006, cuando su candidato Andrés Manuel López Obrador perdió las elecciones por un puñado de votos. López Obrador, ahora al frente de un nuevo movimiento, Morena, sigue vivo y coleando, pero su pujanza electoral ha dividido a una izquierda mexicana que tiene un horizonte más complicado de cara a los comicios presidenciales de 2018.

El ciclo de oro de la izquierda latinoamericana echó sus cimientos en el descontento de una población sometida durante años a las recetas draconianas del Fondo Monetario Internacional, que empobrecieron aún más a las clases desfavorecidas.

Bajo la bandera del regeneracionismo político y la inclusión social, los Chávez, Lula, Kirchner, Evo y compañía (cada uno con su propio estilo) se mostraron durante años invencibles en las urnas. El viento de cola de la economía les favoreció, gracias especialmente a la alta y sostenida cotización de las materias primas en los mercados internacionales.

Pero el desgaste de los años de gobierno, sumado a la reciente recesión económicay a los numerosos casos de corrupción que fueron empañando la imagen de algunos de esos dirigentes, ha dejado el camino despejado para el avance de una derecha ávida de poder.

El Mundo (España)

 



Otras Notas del Autor
fecha
Título
24/10/2011|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House