La pregunta que corre en zonas bajo poder de las FARC es qué ocurrirá a partir de hoy, cuando rija el cese de fuego y hostilidades definitivo decretado ayer por Juan Manuel Santos. Si significa que las FARC cesarán de exigir el impuesto revolucionario y abandonarán el narcotráfico y la minería ilegal que tan buenos beneficios les reporta.

Para los habitantes de San Vicente del Caguán, uno de tantos municipios acosados desde hace décadas por dicha banda terrorista, lo importante no es la medida presidencial. Hacía mucho tiempo que guerrilla y Ejército no se enfrentaban, salvo escaramuzas aisladas, en especial desde que el pasado 23 de junio el Presidente Santos firmó con las FARC el fin del conflicto armado.

La clave es saber si las FARC, que se habían comprometido a honrar la misma tregua, seguirán extorsionando a ganaderos, comerciantes y empresarios con un aporte obligatorio que en Colombia se conoce como «vacunas». Y si alguien escuchará sus quejas en caso de que continúen haciéndolo. Hasta la fecha no han cesado de pedir dinero a cambio de no atentar contra los que no paguen.

"Hay una total desinformación frente a ese tema", dice en entrevista telefónica a EL MUNDO el concejal Ángel Morales, de San Vicente. "En reuniones con la gente han dicho que ellos van a seguir luchando contra la oligarquía y el imperio, que son el partido político del pueblo y que es el pueblo el que tiene que sostenerlo y financiarlo. Ahora, dicen, no se llaman vacunas sino contribución".

Sin escolta tras sufrir un atentado

Otra de sus preocupaciones es que mientras el gobierno garantiza la protección a los guerrilleros que se desmovilizarán, esta semana él recibió una notificación anunciando que le retiran la escolta que le habían reforzado tras sufrir un atentado terrorista en 2012. "Fue en el Parque de San Vicente. Al policía que me protegía le dispararon por la espalda: recibió cinco tiros y mi pareja, que también iba conmigo, dos. Yo salí ileso", rememora.

La misma inquietud siente una de las víctimas de las FARC, que pide anonimato. "¿Qué ocurrirá el día que suelten al guerrillero que mató a mi hermano y secuestró a mi hijo? Lo condenaron a 40 años por nuestras denuncias, lleva cinco años preso y querrá vengarse. ¿Quién protegerá a mi familia que vive en el pueblo?".

16.500 hombres vigilarán el traslado de las FARC

El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, anunció ayer que ya ha puesto en marcha "un dispositivo de 16.500 hombres, entre soldados y policías, que estarán listos para atender la seguridad del traslado de las FARC a las zonas veredales y la seguridad de los ciudadanos que se encuentren en estas regiones".

Así mismo, esta semana entrarán a operar en el terreno las 1.500 personas que integran el Comando Conjunto de Monitoreo y Verificación, entre las que hay medio millar de la ONU, así como guerrilleros, militares, policías y civiles. Su misión será garantizar que tanto el Estado colombiano como las FARC se ajustan a lo pactado en el tiempo que permanezcan en dichas zonas. Se desconoce cuál será la sanción para el subversivo que las transgreda.

En cuanto a las regiones cocaleras y mineras donde las FARC han ejercido control, habrá que aguardar para ver si abandonarán por completo el narcotráfico, si dejarán a personas de su confianza a cargo de ambas actividades que reportan ingentes beneficios, o si ocuparán su lugar el ELN, el EPL y el Clan del Golfo.

En el Putumayo, en las áreas cocaleras que bordean la frontera con Ecuador, este diario pudo constatar que la guerrilla ha anunciado que no se irán del todo, que continuarán en la zona. Y han aparecido pistoleros del Clan del Golfo prestos a quedarse con el negocio.

Cuando las AUC se desmovilizaron, en unas regiones se fueron por completo y en otras reaparecieron con bandas nuevas. Aún es pronto para anticipar lo que pasará en el caso de las FARC.