Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
En Parrilla  
 
15/09/2016 | Kim se rie del mundo

Mónica G. Prieto

El mismo día en que el quinto ensayo nuclear norcoreano borraba las sonrisas de los líderes internacionales, una madre irano-británica era condenada a cinco años de prisión en Teherán aparentemente por su trabajo en la Fundación Thomson Reuters, brazo humanitario de la agencia de noticias.

 

El marido de Nazanin Zaghari-Ratcliffe, Richard Ratcliffe, explicó que los cargos contra ella son secretos y por tanto no hay muchas herramientas con las que responder. No hubo firmes condenas ni enérgicas repulsas de la diplomacia británica porque sólo 24 horas antes, los gobiernos de Irán y Gran Bretaña había restablecido relaciones diplomáticas por primera vez desde 2011. El responsable británico de Exteriores, Boris Johnson, había calificado la fecha de "importante momento en las relaciones bilaterales".

Días antes, British Airways retomaba sus vuelos directos a Teherán seis días por semana. Los bancos británicos incrementan sus operaciones financieras en el país de los ayatolás con el levantamiento gradual de las sanciones económicas. Ayer, Teherán anunciaba la construcción de una segunda planta nuclear en Bushehr que ha pasado desapercibida en los medios porque Occidente no lo ve como un riesgo de proliferación nuclear. Ahora, Irán es nuestro socio y con nuestros socios las críticas sobran.

Todo eso ocurre con el mismo régimen de los ayatolás que fue demonizado durante tres décadas por Occidente, tachado de país terrorista y considerado miembro del eje del mal junto a Irak y Corea del Norte; el mismo Irán que, según el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, está a "entre tres y cinco años de construir la bomba atómica"... desde 1992. El mismo Irán con el que se firmó un acuerdo nuclear en 2014 que le permite mantener un programa nuclear limitado durante un plazo de 10 años, la misma teocracia a la que Occidente apoya ahora incluso militarmente en Irak -el Gobierno chií de Bagdad y sus milicias son patrocinadas por Teherán desde la invasión- y al que ya nadie critica por los "castigos draconianos de criminales y disidentes" que denunciaba el informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2015 haciéndose eco de 966 ejecuciones aquel año.

Déjà vu

Recuerdo el caso de Irán por la profunda sensación de déjà vu que me produce leer la prensa norteamericana estos días. "Corea del Norte podría tener la Bomba-H en 2020", titulan diarios y portales especializados. Corea del Norte "está desarrollando misiles que podrían lanzar ojivas nucleares por medio mundo, amenazando Washington y Nueva York", escribe el New York Times. "Se impulsan nuevas sanciones tras el ensayo nuclear de Corea", reclamando duplicar un castigo económico que, como se ha demostrado, no refrena la belicosa actitud del régimen norcoreano pero seguro aumenta la penuria de la población.

La misma retórica y la misma inyección de miedo con diferente nombre. El nuevo Mahmud Ahmadineyad se llama Kim Jong-un, y los medios occidentales -muy aficionados a recurrir a la chanza y a la rumorología con todo aquello que huela a norcoreano- coinciden en la "amenaza inminente" que implica un Pyongyang nuclear.

Efectivamente, Kim Jong-un da miedo -cualquier dictador lo da, como lo dan muchos dirigentes impuestos por el sistema y refrendados, qué remedio, por las urnas- pero no resulta menos temible que un Vladimir Putin (el mismo hombre que pulverizó Chechenia o que bombardea con fósforo blanco ciudades sirias) con armas atómicas. Tampoco da menos miedo aquel infame trío de las Azores, compuesto por el nuclear George W. Bush, el atómico Tony Blair y José María Aznar, que logró incendiar todo Oriente Próximo con la invasión inmoral e ilegal de Irak, condenando a muerte a cientos de miles de personas y reabriendo la caja del odio sectario que está esparciendo sus cenizas por todo el mundo mediante el ISIS. Ninguno de los tres ha tenido que responder por sus crímenes, algo que no resulta extraño porque la Historia la escriben los vencedores: el único país que ha empleado un arma atómica a lo largo de su historia no ha sido la China comunista ni su socio norcoreano, sino Estados Unidos en Hiroshima y Nagasaki. El número de pruebas nucleares de Washington reconocido por las autoridades -el real podría ser mayor- no se cuenta con los dedos de la mano, como en el caso norcoreano, sino con cifras de cuatro dígitos: desde 1945, se han llevado a cabo 1.054 ensayos.

No intimida menos Pyongyang que un Israel nuclear, país que aprovecha estos días para denunciar que "Corea del Norte no respeta las normas internacionales": algo sabe de eso, dado que suele encabezar lalista de Estados que más resoluciones de la ONU violan sin que eso parezca atemorizar a nadie más que a las poblaciones árabes que lo sufren.

Sobra decir que un Kim Jong-un nuclear no da menos miedo que un Donald Trump nuclear, ni da menos miedo que un Pakistán nuclear dado que su Inteligencia se empeña en mantener un turbulento romance con los talibán afganos. Ni siquiera hay que tener armas nucleares para resultar temible, como desgraciadamente han podido constatar los 400.000 sirios que han muerto en bombardeos y acciones del régimen sirio, por citar sólo un ejemplo.

Lección vital de estrategia

Con todo lo que Occidente se mofa de Kim Jong-un, el dictador norcoreano parece haber aprendido una lección vital en estrategia internacional: la teoría de la disuasión. Sin armas de destrucción masiva, su régimen resultaría vulnerable ante posibles aventuras militares con objetivos que nada tienen que ver con la defensa de los Derechos Humanos de su reprimida y castigada población. Lo ponía de manifiesto el corresponsal en Seúl de la BBC, Stephen Evans, recordando cómo, tras la prueba nuclear de enero, los medios norcoreanos resaltaban que "la Historia prueba que una disuasión nuclear poderosa es la espada más valiosa para frustrar una agresión externa".

"El régimen de Sadam Husein en Irak y el de Gadafi en Libia no pudieron escapar a su destino tras haber sido privados de sus fundamentos para el desarrollo nuclear y haberse visto obligados a renunciar voluntariamente a sus programas nucleares". Irán, en cambio, no ha renunciado a su programa sino que ha matizado su uso de forma temporal, logrando así ser rehabilitado por una comunidad internacional ávida de petróleo.

Quizás sería más responsable cambiar la aproximación al problema de Pyongyang: en lugar de aumentar las sanciones -demostrado está que nunca hacen tambalear a los regímenes sino que se ceban en sus poblaciones, aumentando el rencor hacia los occidentales que les castigan-, se podría iniciar un diálogo de adultos y tratar al régimen con el respeto que impone cualquier potencia, especialmente con la capacidad militar de la que dispone.

Kim Jong-un quiere entrar en el club nuclear -un portavoz de Exteriores citado por la agencia norcoreana KCNA pedía ayer a EEUU que lo reconozca "como un estado con armas nucleares legítimas"- y su ambición no es nueva, dado que incluyó el estatuto nuclear norcoreano en la Constitución del país poco después de acceder al poder, en 2013. "Desde ese momento, ha trabajado en la diversificación de las fuerzas nucleares norcoreanas, en revitalizar sus infraestructuras de apoyo y acelerar el ritmo de provocaciones visibles", argumentaba Andrea Berger, experto del Royal United Services Institute.

Corea del Norte es una potencia nuclear y es hora de asumir ese hecho. Kim Jong-un da miedo porque responde a las amenazas con intimidaciones en lugar de con promesas de redención, y eso es lo que altera los cálculos internacionales. El bufón dictador que tanta gracia nos hace -un sentimiento que no comparten ni los norcoreanos ni buena parte de Asia- se está riendo a carcajadas de Occidente porque ha aprendido, en sólo cuatro años, el idioma que rige las relaciones internacionales: el lenguaje del miedo.

El Mundo (España)

 



Otras Notas del Autor
fecha
Título
14/06/2018|
30/03/2018|
09/01/2018|
03/12/2017|
02/06/2017|
11/03/2017|
20/02/2017|
30/05/2015|
03/05/2015|
16/03/2015|
07/12/2014|
21/10/2014|
12/02/2011|
29/01/2011|
31/07/2010|
15/03/2010|
26/02/2010|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House