El primer mandatario ha anunciado, en una emisión obligatoria para todas las televisiones y radios del país, el fortalecimiento de la alianza "estratégica e histórica" con Rusia, a través de distintos acuerdos que le van a proporcionar armas y trigo. Y lo ha hecho cuando medio país esperaba unas medidas económicas de otra índole, adelantadas por uno de sus vicepresidentes pero que, de momento, siguen en el tintero presidencial.

"Rusia tiene todo el trigo que necesita Venezuela, acabaremos con las mafias panaderas", aseguró Maduro, quien culpa a los panaderos locales de las largas colas en sus establecimientos y del racionamiento que sufren los consumidores. Además, "Rusia y Venezuela han ratificado la cooperación militar. El próximo año llegarán equipos de la más alta tecnología. Que nadie se meta con Venezuela, que somos una patria de paz", añadió el presidente.

La cooperación entre Hugo Chávez y Putin comenzó el la década pasada. Con cada acuerdo económico entre ambos, crecía la venta de armas rusas al país sudamericano, hasta dotar a su ejército de uno de los armamentos más poderosos del subcontinente.

Maduro recibió la garantía rusa de que cumplirá el acuerdo petrolero, con el que pretenden subir el precio del barril. Ambos líderes se comprometieron a realizar una cumbre, durante el primer trimestre de 2017, entre países OPEP y no OPEP.

Fortalecido por los acuerdos y su estancia en Cuba y en medio de las negociaciones con la oposición, Maduro exigió a sus seguidores que si él cae, tienen la orden de salir a las calles y tomar el poder para siempre. "¡Si se equivocan (la oposición) la orden está dada hoy, el pueblo a la calle, ofensiva total, revolución!", clamó.

"Aquí no hay planes de rendición ni de retroceso, son planes para avanzar", insistió Maduro, que ha convocado a sus seguidores para que tomen Caracas el sábado 17 de diciembre, "en una gran marcha por la victoria", imbuido sin duda por lo visto la semana pasada en Cuba. "Vamos a mostrarles los dientes", sentenció el líder revolucionario, quien pretende convertir la concentración en un ensayo general "del plan antigolpe". "No se equivoquen con nosotros", concluyó.