A un meeting de pura retórica y desvergonzada expresión, muy eficaz en los círculos donde predomina el "seguidismo" y la obsecuencia vulgar. Pero no, era la ONU.

Hugo Chávez, en la ONU, se persigna y denuncia la presencia de azufre como indicio de la previa aparición del Diablo, de la encarnación de Zatanás en esta tierra. Aludía, lógicamente, a quien atribuye todos los males del mundo: a George W. Bush. En efecto, Bush había estado unos minutos antes en el estrado defendiendo sus posturas (las de siempre) frente a un auditorio incapaz de comprometerse a fondo, como quedó demostrado en cada pleno de la Organización en los últimos años.

Las sonrisas se escucharon de fondo, y hubo que esperar unos segundos para que el líder de la revolución bolivariana prosiguiera su discurso. La mayoría de los diplomáticos, jefes de delegación y de Estado presentes, prefirieron sonreir y asimilar el gesto de Chávez como otro síntoma de su histrionismo y retórica conocida.

Reunión de simpatizantes

Si no hubiese sido porque el hecho fue televisado y pudo ser visto por millones, parecería que se trataba de una reunión de simpatizantes de algún cuadro político perdido de apoyo al golpista venezolano. A un meeting de pura retórica y desvergonzada expresión, muy eficaz en los círculos donde predomina el "seguidismo" y la obsecuencia vulgar. Pero no, era la ONU.

Era la ONU repleta de funcionarios, políticos y representantes diplomados a quienes diariamente se les mueren miles de personas por el hambre, la desnutrición y la violencia fundamentalista. Líderes a quienes les resulta un poco difícil adoptar decisiones de fondo que encaminarían a este desorientado mundo por un sendero de rectitud, o de más sabia concordia. Líderes, finalmente, a quienes por inescrupulosos, les interesa un bledo que un personaje como Chávez se les ría en la cara, y además utilizándolos como festejantes de su histrión escondido. Pues esto es el cónclave de la ONU hoy.

Vástagos carecientes

Nos da vergüenza, en Diario Exterior, tener que escribir un editorial sobre esto. Nos produce una cierta náusea pensar que la entidad originada para mitigar las carencias mundiales, participe animadamente de esta verborrea mentirosa y sínica, mientras cientos de miles de venezolanos se matan en las calles de Caracas o de cualquier otra ciudad del país, para conseguir unos pocos pesos –antes ajenos- y alimentar a sus vástagos carecientes.

Nos preguntamos: ¿de qué se ríen estos señores?; ¿qué pasará por sus comprensiones cuando quien debería luchar férreamente contra la pobreza y la violencia en su propio país, se encarga de comerciar armamento con Irán, Rusia y cuanto país disidente de EEUU se encuentre en el camino? Pues no lo sabemos, lamentablemente.

Nos produce un alto repudio, no la actitud de Chávez, quien juega sus cartas conocidas, sino la inescrupulosidad de los diplómatas, de los cientos de funcionarios comprometidos con todas las causas menos, claro, con la de la sensatez y el franco entendimiento de la miseria humana.

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La 61º Asamblea General se lleva a cabo en Nueva York, del 19 al 29 de septiembre de 2006.-