Así lo advierte en un escrito enviado este jueves por la Fiscalía Contra el Delito de la Extorsión del Ministerio Público (MP) al Director General de la Policía Nacional Civil (PNC). Concretamente, el fiscal Edgar Miguel Morales avisa de que miembros de una de las principales pandillas del país, Barrio 18, "planifican ataques a partir de hoy simultáneos" en distintos lugares estratégicos. Así, detalla que, según "información privilegiada" obtenida en la Fiscalía, los ataques irían dirigidos a la Dirección General de la PNC: la Torre de Tribunales; el MP y la Dirección General del Sistema Penitenciario.

Asimismo, según el informe del fiscal, los objetivos armados de la citada pandilla serían también los traslados de los privados de libertad; el Hospital General San Juan de Dios; el Hospital General Roosevelt; el Hospital de la PNC; los Juzgados de Turno de Villa Nueva y Mixco y demás instituciones del sector Justicia.

Por esta razón, la Fiscalía recomienda al director de la Policía "redoblar la seguridad y tomar demás medidas pertinentes a su criterio para evitar o interrumpir los previsibles hechos que planifican" los pandilleros. Esta advertencia se produce un día después de que la Dirección del Sistema Penitenciario trasladase a 164 pandilleros de la Mara 18 de la cárcel Fraijanes I a una prisión, denominada El Infiernito. Entre ellos, varios líderes de esta pandilla, dedicada a la extorsión y al asesinato, quienes advirtieron de que pese al traslado de cárcel, volverían a ejercer el control en la nueva prisión.

Precisamente, el motivo del cambio de prisión se debió a que los líderes pandilleros dirigen desde sus celdas las extorsiones, que afectan sobre todo, a comerciantes y a conductores de transporte público, como autobuses y taxis. En las últimas semanas, han sido asesinados hasta cinco taxistas y varios pilotos y ayudantes de buses por no pagar la extorsión que les exigen las pandillas.

Personal sanitario sin uniforme fuera del hospital

Ante las amenazas divulgadas por el MP, el Hospital San Juan de Dios ha divulgado un comunicado para prevenir los ataques de las pandillas. Así, la Dirección de este centro sanitario ha pedido a su personal que "se abstenga de utilizar uniforme fuera del Hospital", al tiempo que ha pedido a los estudiantes y residentes que asistan "con ropa particular llevando su respectiva bata e identificación en su mochila o maletín".

Asimismo, ha suspendido la Consulta Externa de los Servicios de Cardiología y Nefrología, así como otros servicios de hospitalización para "evitar la deambulación de personas en los pasillos". Por su parte, se redoblará el personal para el monitoreo del sistema de vigilancia, al tiempo que se han suspendido las visitas a los pacientes en los servicios de hospitalización este viernes, a excepción de los pacientes a quienes se dé el alta.

Mientras, el Sindicato de Trabajadores del Organismo Judicial ha recomendado "acatar las medidas que los agentes de seguridad nos aconsejen, pues son en resguardo de nuestra propia integridad personal". Además, ha instado a los empleados a que "no teman ni decaigan" en su labor en el Organismo Judicial, "sino todo lo contrario", con el fin de "redoblar nuestro valor y compromiso laboral en atender a los usuarios".

La ciudadanía de Guatemala, que sufre una media de 16 muertes violentas al día, debe convivir con la amenaza de los ataques de las pandillas Barrio 18 y la Mara Salvatrucha, que controlan determinados barrios de la capital del país. No es la primera vez que sus amenazas ponen en jaque al Estado, dado que en septiembre de 2016 los militares llegaron a patrullar fuertemente armados por los alrededores del Hospital General San Juan de Dios, debido a que las principales pandillas del país extendieron su guerra hasta los centros sanitarios públicos de la capital. Así, los traslados de los reclusos que necesitan una atención médica son aprovechados en ocasiones por la banda rival para atentar contra los cabecillas.

Asimismo, estos ataques se extendieron a los propios trabajadores del hospital, ya que el pasado 10 de septiembre un integrante del Barrio 18 asesinó a balazos a Ana Leonor Guerra Olmedo, la asistente de Comunicación Social de este centro sanitario. Por otro lado, el 26 de agosto del pasado año, fue asesinado un líder de esta pandilla en las puertas de la Unidad Nacional de Atención al Enfermo Renal Crónico, cuando varios individuos le dispararon desde un vehículo acabando también con la vida de otras cuatro personas, entre ellas uno de los sicarios.

En una entrevista con El Mundo, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, aseguró que acabar con la violencia es "cuestión de tiempo". "Hace cuatro años el mayor problema en la percepción de la población era la seguridad y hoy es la salud, seguida de la educación y la seguridad, según todas las pruebas de percepción que me han presentado. Aunque estamos por debajo de los niveles de criminalidad de Honduras y El Salvador, aún falta mucho por hacer y creo que en su momento la percepción en materia de seguridad irá cambiando", concluyó. Sin embargo, los datos muestran que la violencia no frena en este país centroamericano, dado que solo en el 2016, fueron asesinadas 5.459 personas, según datos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala, que revelan que en el primer mes de este año han muerto 465 personas de forma violenta. Este mismo jueves la Policía arrestó a seis presuntos sicarios en la Zona 18 de la capital, que es una de las más afectadas por las pandillas