El Informe 2016 de Estrategias Internacionales para el Control de Narcóticos (INCSR por sus siglas en inglés) consta de dos partes: Vol. 1: Control de drogas y sustancias químicas, y el Vol.2: Lavado de dinero y delitos financieros. En cuanto a la situación hondureña, el estudio desglosa los esfuerzos del gobierno del presidente Juan Orlando Hernández para frenar no solo el tráfico de estupefacientes y la violencia sino también la corrupción gubernamental; además de fortalecer las instituciones y mejorar las relaciones entre las fuerzas del orden y las comunidades de San Pedro Sula y Tegucigalpa, entre otras.

En una entrevista concedida al diario La Prensa el miércoles 8 de marzo, el presidente hondureño tildó de “monumental” este logro, alcanzado en tan solo tres años de haber implementado los planes de mejora y prevención. Asimismo destacó que el Índice de Paz Global ya no tiene a Honduras dentro de los cinco países más violentos del mundo. Comentó en la misma reseña que es la primera vez que EEUU reconoce en un informe de este tipo que el gobierno de Honduras tiene un “planteamiento efectivo para problemas de seguridad de larga data”.

El informe 2016 de la INCSR abarca a un número de países y cada uno de ellos constituye un capítulo. En cuanto a Honduras, el país centroamericano queda en muy buena posición en cuanto a fortalecer y entrenar al personal que labora en los organismos encargados de hacer cumplir las leyes y por ende los encargados de luchar contra el tráfico de drogas, los asesinatos, la violencia en general y la eficacia de las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley.

Reducción de la violencia

En el 2011, la tasa de homicidios en Honduras se ubicó a 86 por cada 100,000 habitantes. En el 2014, el Observatorio de la violencia de la Universidad Autónoma de Honduras reportó una reducción en la tasa de 68 por cada 100,000; y se calcula que a partir del último trimestre del 2015, la tasa bajó a 56 por cada 100,000.

Aunque el presidente Hernández reconoció que aún falta mucho por hacer dijo que su meta es la de bajar la tasa de homicidios a 40 por 100,000, cosa que admitió iba a necesitar de mucha prevención y educación.

Fortalecimiento institucional y unión regional

Pero todos estos logros no serían posibles sin una fuerte inversión en mejorar la Policía Nacional de Honduras (NPH) y el Ministerio Público (MP) a través del entrenamiento y contratación de agentes y fiscales. Todo esto se traduce en una mayor capacidad para enfrentar los delitos relacionados con el narcotráfico, homicidios, pandillas y tráfico humano.

La mayoría de los fondos para estas mejoras institucionales viene de la administración de bienes y dinero incautados a narcotraficantes.

Honduras acordó trabajar con EEUU para crear un escudo aéreo contra el narcotráfico, y hasta modificó su Constitución para incluir la extradición de delincuentes, entre otras de las leyes que aprobadas para que sus instituciones de justicia y orden público sean más eficaces en su lucha contra las organizaciones delictivas.

Además del apoyo en fondos, Estados Unidos proporciona logística desde el 2015 para la implementación de programas como GREAT, el cual enseña a los jóvenes cómo resistirse a las pandillas a través de la educación y entrenamiento. Según el informe, solo en el 2015, unos 40,000 niños de edad escolar completaron dicho programa.

Como parte de la estrategia presidencial para Centroamérica, EEUU también apoya a unos 40 centros que proveen, además de un sitio seguro para jóvenes en situación de riesgo, actividades recreativas y entrenamiento laboral que les permita desarrollar un oficio.

Guerra a la corrupción

Con el lema de “Caiga quien caiga” por delante, al gobierno de Hernández no le ha temblado la mano para depurar instituciones y encausar a los culpables sin importar la afiliación partidista. Un claro ejemplo que ilustra el informe es el caso de la vicepresidenta del Parlamento, Lena Gutiérrez, acusada del presunto sobreprecio de productos farmacéuticos y la distribución de productos de baja calidad. Asimismo destacó protestas de hasta 25,000 personas clamando por un alto a la corrupción.

En este momento, Hernández afronta el reto de investigar acusaciones contra su Ministro de Seguridad, Juan Pacheco Tinoco, y contra el ex presidente Porfirio Lobo.

Además, declaraciones del narcotraficante Devis Leonel Rivera Maradiaga, ex líder del cartel de “Los Cachiros”, el jueves 16 de marzo, durante una audiencia judicial en Nueva York, señalaron al hermano del presidente Hernández, Antonio "Tony" Hernández, como implicado en un soborno.

Según reportó AP, el narcotraficante aseguró en la audiencia del caso del hijo del expresidente Lobo, Fabio Porfirio Lobo –quien se declaró culpable el año pasado de asociación delictiva para traficar cocaína a Estados Unidos– que el gobierno hondureño debía dinero a una empresa de construcción e infraestructura con la que tenía contratos públicos, la cual fue creada por el cártel para lavar dinero del narcotráfico.

Antonio “Tony” Hernández, dijo Rivera, iba a conseguir el dinero público para aliviar la deuda que la administración tenía con la empresa, a cambio del soborno. Hernández, quien es actualmente diputado nacional, negó el jueves por la noche las acusaciones a través de una declaración leída ante los periodistas en un hotel de Tegucigalpa.

“No es cierto lo que se dice de mi participación en supuestas actividades ilegales. No es posible que nos parezca correcto que los patos quieran dispararles a las escopetas”, señaló.

Las cárceles y conclusión del informe

La situación carcelaria también es analizada en el informe del INCSR, sin embargo esta no presenta tanta mejoría como en otras áreas pero le da crédito al gobierno hondureño por continuar su esfuerzo en tratar de aliviar el hacinamiento, recortar los retardos procesales y eliminar la corrupción dentro de los penales.

El informe termina con una resumen positivo de todo lo logrado durante estos tres años gracias al ímpetu del gobierno hondureño de querer mejorar las instituciones de seguridad y justicia lidiando de forma efectiva con deficiencias de larga data.

Asimismo destacó como EEUU revisó la forma en que prestaba ayuda para dar más impulso al esfuerzo de los hondureños para reformar la PNH y mejorar la capacidad del Ministerio Público.