La Misión Electoral hizo recomendaciones que deben aplicarse pronto; otras requieren más estudio.
El
Informe de la Misión Electoral presenta un diagnóstico excelente de los graves
problemas que aquejan a nuestro proceso electoral y un conjunto de propuestas
integradas que apuntan a resolverlos. Entre ellas hay unas obvias y urgentes.
Otras son susceptibles de mejoras y unas cuantas, aun cuando tienen méritos,
requieren estudios adicionales para decidir sobre su conveniencia e
implementación.
Las más
urgentes son las que buscan acabar con el ‘tapen, tapen’ que caracteriza al
actual Consejo Nacional Electoral. Aunque tiene todas las facultades para
investigar y sancionar conductas dolosas de los partidos y las campañas, como
la frecuente violación de los topes presupuestales y el recibo de donaciones no
registradas, su conformación (con representantes de los partidos) garantiza que
jamás las usará. La Misión propone reemplazarlo por un nuevo Consejo. Lo
fundamental es cómo se nombran sus magistrados y que dispongan de recursos
humanos, tecnológicos y presupuestales suficientes para cumplir sus tareas.
La
Misión propone que los escoja el propio Consejo* de ternas presentadas por las
cortes, el Consejo de Estado y el Presidente. Esta fórmula le daría más
autonomía, pero podría conducir a una mayor politización de las cortes, como ha
sucedido con el proceso de ternas para elegir magistrados, Fiscal, Contralor y Procurador.
Lo ideal sería que las ternas fueran presentadas por las mejores facultades de
Derecho del país, según ‘rankings’ nacionales o internacionales.
El
Consejo debe, además, disponer de una unidad como la Uiaf (unidad que investiga
el lavado de dólares) para poder detectar, y por tanto sancionar, violaciones
de las normas de financiamiento de los partidos y campañas. Y las cuentas de
estos (quién aporta y cuánto y en qué se gasta) deberían aparecer en tiempo
real en la web a disposición de todos los electores.
El
segundo tema urgente se refiere al alto costo y la financiación de las
campañas. La Misión propone que el Estado exija y ofrezca espacios en medios y
el transporte el día de elecciones y que se aumenten los anticipos. Sería
también deseable acortar la duración de las campañas y prohibir que quienes
aporten puedan contratar con el Estado en la jurisdicción respectiva.
Otra
propuesta importante de la Misión se refiere a la adopción de listas cerradas.
El voto preferente debilita mucho el poder de los partidos y encarece
enormemente las campañas, pues los candidatos compiten más con los miembros de
su lista que con los adversarios políticos. Además, conduce a que cada
candidato tenga ‘dueños’: quienes los financian. Sin embargo, la lista cerrada
funcionaría bien solo en circunscripciones electorales grandes, en las que
caben varios candidatos con posibilidades en las listas.
La
Misión propone mantener la circunscripción nacional para el Senado, por las
mismas razones que adujo la Constituyente del 91: para que se justifique tener
dos cámaras, que en una de ellas primen los intereses nacionales sobre los
regionales y que las minorías políticas con presencia nacional puedan llegar al
Senado. Quizás convenga también subir el umbral para estimular coaliciones y
que no haya exceso de partidos inscritos.
En
cuanto a la Cámara, propone ampliar el número de representantes y elegir una
parte en circunscripción uninominal, en distritos electorales pequeños. Aunque
hay argumentos a favor de esta propuesta, sin duda conllevaría altos riesgos de
captura y corrupción y sería muy compleja de implementar. Requiere mucho más
estudio para decidir si es conveniente y para poder llevarla a la práctica.
Hay
otros temas menos importantes o urgentes, que no alcanzo a discutir en este
espacio.
* El
primero tendría un procedimiento especial.
**Más:
http://moe.org.co/explicacion-grafica-la-propuesta-la-mee/
La Misión Electoral Especial (MEE), fue creada
en el marco de los acuerdos de La Habana
y a la que se le encargó elaborar
recomendaciones para modernizar y hacer más transparente el sistema electoral
colombiano. Proponen la creación de nuevas instituciones que se encargarán de
hacer más transparente y moderno todo el proceso electoral.Las propuestas se construyeron con base en un
diagnóstico del sistema electoral que se elaboró a partir de reuniones con diferentes organizaciones políticas e
instituciones del Estado.