Cada año, en KPMG realizamos el estudio Global CEO Outlook con directores generales de todo el mundo para evaluar sus perspectivas con respecto a la tecnología y su confianza en la economía, para definir cuáles son los asuntos que tienen el mayor impacto en su agenda. A la par, en 2017 analizamos más a detalle la opinión de los directores generales de América Latina recopilando 271 entrevistas con CEOs de la región, que reunimos en el estudio ¿Confianza o autocomplacencia? Los líderes de América Latina afrontan un futuro de disrupción.

De acuerdo con los resultados, los directores generales de América Latina lidian cotidianamente con la disrupción en sus industrias; sin embargo, en comparación con los líderes globales, están menos preocupados por el impacto que esta tiene en los sectores donde operan: solamente 25% espera que haya disrupciones significativas en su sector debido a la innovación tecnológica en los próximos tres años, en comparación con el 48% de la muestra global.

No obstante, los directores generales de América Latina comprenden que es cada vez más necesario entender al cliente. Para lograrlo se requieren herramientas como data & analytics para comprender mejor las necesidades y patrones de consumo, así como las redes sociales para aumentar el valor de la marca o atender las inquietudes de los compradores. Hay compañías que ya comienzan a crear modelos que incluyen publicidad móvil, redes sociales y otros vehículos no tradicionales para comunicarse con el consumidor.

Por ejemplo, en México, alrededor de dos terceras partes del sistema bancario son instituciones internacionales, que traen modelos de negocio de otros países para asegurarse de que el cliente está en el punto central de su estrategia, con el objetivo de diferenciarse de sus competidores y mejorando el aprovechamiento de la información. Estas capacidades son nuevas, pero la competencia internacional está impulsando al continente en esa dirección.

En este sentido, los directores generales de América Latina son más cautelosos que los globales y prefieren ver cómo se comporta la industria al sufrir algún tipo de disrupción que afecte a las compañías en otras regiones como América del Norte y Europa. Solo 30% de los CEOs en América Latina están preocupados por el hecho de que sus organizaciones estén a la vanguardia en el desarrollo de productos y servicios, en comparación con casi la mitad (45%) de los directores generales globales.

Pese a los puntos de desencuentro con las tendencias globales, las preferencias de los líderes de América Latina tienen sentido. Al analizar cómo han ocurrido la mayor parte de las disrupciones tecnológicas en Europa y Estados Unidos vemos que estas son propiciadas por el uso de aplicaciones y servicios digitales que dependen del pago con tarjeta de débito o crédito, y en América Latina, solo una pequeña parte de la población tiene cuenta bancaria.

Con el avance tecnológico, hoy la discusión se centra en si los servicios ofrecidos en línea serán una amenaza para los negocios tradicionales cuando la inclusión financiera aumente de manera significativa o cuando los proveedores de telefonía móvil incentiven un mayor consumo. Sin embargo, a corto plazo permanecerá la aparente complacencia de los CEOs en América Latina en relación con la disrupción tecnológica.

¿Confianza o autocomplacencia? Los líderes de América Latina afrontan un futuro de disrupción deja claro que los líderes empresariales de la región son más cautelosos con respecto al resto del mundo en lo que se refiere a la disrupción; sin embargo, en medio de ventajas, retos y competencia, están preparándose para enfrentar los impactos del avance tecnológico en los negocios, porque se trata de un camino sin retorno.