Revisemos el debate Misiones vs Mi Negra para evaluar propuestas electorales.
Debemos aprovechar el debate programático "Las Misiones vs. Mi Negra" para evaluar las propuestas de los aspirantes a la Presidencia de la República desde el punto de vista económico.
De "Las misiones" implantadas por parte del gobierno del presidente Chávez, podemos concluir que los resultados son mixtos. Por una parte, el gobierno bolivariano ha identificado bien los cuellos de botella económicos que tenían postrada a Venezuela: 1. Luchar a favor de la alfabetización y la ampliación del número de bachilleres y universitarios en el país (i.e., Misión Robinson, Sucre, Universidad Bolivariana, etc.); 2. Reducir las roscas y monopolios que hacen el costo de la vida excesivamente alto y que impiden generar empleo (i.e. Mercal, cogestión para abrir fábricas cerradas, Mercosur para ampliar la competencia pero en mejores condiciones que bajo el ALCA, etc.); y 3. Ampliar el acceso a la medicina y a la vivienda por parte de los más necesitados.
Por otra parte, el gobierno bolivariano ha fallado en la ejecución de esos programas por dos vías: 1. Descontrol de la inflación sigue siendo un problema por el gasto fiscal improductivo. Esto a su vez impide bajas tasas de interés y el crédito a largo plazo necesario para competir con otras naciones. Y 2. La burocratización del aparato productivo, lo que hace muy costoso nuestro Estado. Para educar por la vía de las Misiones a millones de personas excluidas de los sistemas de educación formal, el gobierno bolivariano no debió excluir a tantas universidades y educadores venezolanos. Igual ocurrió con las Misiones de Medicina y de Vivienda. Con todos los sectores el Gobierno debió negociar, estimular, escuchar y elegir a quienes mejor articularan soluciones en función del bien común. Hoy los resultados no son promisorios. Los graduados en las Misiones no estimulan el nuevo empleo productivo ni atraen inversionistas extranjeros como lo hace la mano de obra China o India. Tampoco se construyen casas suficientes. Las empresas y las tierras ociosas en cogestion no terminan de arrancar. El Gobierno no debió privilegiarse como monopolio en la nación, como lo dice la Ley Antimonopolio.
En cuanto a la tarjeta Mi Negra, el candidato Rosales asoma una manera sana de distribuir recursos a la población excluida (subsidio a la demanda en lugar de subsidio a la oferta o de la estatización de servicios como hacen las Misiones). El sistema voucher Mi Negra le permite al beneficiario escoger el mejor médico o la mejor educación y vivienda sin importar quién lo produzca. Esto estimula la sana competencia interna y mejorará la calidad de vida sin excluir a nadie.
No obstante, el país requiere reformas económicas más profundas y que los candidatos repiensen mejor sus propuestas. Para reactivar al país, elEstado debe congelar el presupuesto fiscal por 3 años para bajar la inflación; debe canjear deudas fiscales por activos para pagarlas, para reducir la burocracia y para activar el cementerio de activos en su poder que no generan empleo. También el Estado debe estimular las licitaciones de obras públicas de manera de reducir la corrupción y mejorar la infraestructura y aplicar una Ley Antimonopolios para todos los sectores sin excepciones. Quién se atreve.