Hace 50 años, un desmoralizado Ernesto Guevara era ejecutado en el pueblito de La Higuera. No adivinaba entonces que ese recóndito lugar del sudeste boliviano, donde hoy viven poco más de 50 personas, se convertiría en un santuario revolucionario. Este domingo cientos de seguidores guevaristas y activistas políticos, encabezados por el presidente Evo Morales, han rendido homenaje al Che en la denominada "marcha antiimperialista", uno de los actos del 50° aniversario de la caída del Che que ha organizado el gobierno boliviano.

Ataviado con una camiseta del Che, Morales recorrió a pie los dos kilómetros que separan el enclave conocido como Abra el Batán (donde cayeron tres miembros de la guerrilla guevarista) y la aldea de La Higuera. "Este lugar nos da mucha energía a quienes luchamos contra el imperio y en favor de los pueblos de América Latina", declaró el mandatario a la televisión pública boliviana. Y agregó: "Hace 50 años la lucha se hacía con combates, ahora se hace con el voto. Nuestra revolución democrática es reconocida en todo el mundo".

Cientos de personas pertenecientes a delegaciones de varios países abarrotaban la placita de La Higuera para esperar la llegada de Morales y su comitiva. Entre los asistentes se encontraban los dos únicos supervivientes de la guerrilla del Che, los cubanos Harry Villegas, ("Pombo") y Leonardo Tamayo ("Urbano"), llegados expresamente desde la isla caribeña para el homenaje.

Antes de viajar a La Higuera, Morales había publicado varios tuits en los que volvió a culpar a la CIA de la muerte del Che: "El ex agente de la CIA Félix Rodríguez, cubano servil a EE.UU. y vinculado a George W. Bush, torturó al Che y dio orden de asesinato".

Los actos conmemorativos del 50° aniversario de la muerte del Che en Bolivia arrancaron el jueves pasado en Vallegrande, un pueblo de unos 10.000 habitantes donde se ha instalado un campamento "guevarista" para alojar a varios miles de seguidores del comandante. El propio Morales manifestó su intención de pernoctar en el campamento. El lunes encabezará el acto principal de los homenajes en el mausoleo dedicado al guerrillero argentino en el pueblo donde estuvieron escondidos sus restos durante 20 años, hasta que un militar boliviano reveló el paradero de las fosas comunes. Desde octubre de 1997, los restos del Che descansan en la ciudad cubana de Santa Clara.