Tanto el sector privado como el gubernamental de los tres países involucrados, están más interesados que nunca en mantener y fortalecer los lazos de cooperación en esta industria de petróleo y gas. ¿En juego? 100 mil millones de dólares de inversión.
Aunque en el Tratado de Libre Comercio original México
mantuvo el sector energético cerrado, hoy las condiciones son
totalmente diferentes luego de la reforma que permite la asociación y
participación de empresas privadas con el Estado mexicano para la exploración
y explotación de hidrocarburos.
Ante ello, tanto el sector privado como el gubernamental
de los tres países están más interesados que nunca en mantener y fortalecer los
lazos de cooperación en esta industria de petróleo y gas.
Una prueba es la que dio esta misma semana
el secretario de Energía Pedro Joaquín Coldwell, en el inicio
la Quinta Ronda de Negociaciones para la Modernización del Tratado. “El
comercio energético entre las tres naciones creció dos veces más que cualquier
otro producto en la región”, señaló.
Al participar en el Foro de Energía de América del
Norte con sus contrapartes de Canadá, Jim Carr, y de Estados Unidos, Rick
Perry, Joaquín Coldwell agregó que en 2016 el comercio de
hidrocarburos entre las tres naciones alcanzó 94 mil millones de dólares,
y que este año se estima llegue a más de 100 mil millones de dólares.
En 1994 sólo el 30 por ciento del comercio era
intrarregional, y a la fecha ya es casi el 50 por ciento.
Por su parte, en un comunicado conjunto,
tres asociaciones de empresas privadas de cada país pidieron
fortalecer el acuerdo y llegar a un Tratado “sin efectos negativos”, pues las
consecuencias de no hacerlo serían devastadores para la región.
La Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos
(Amexhi), el American Petroleum Institute y la Canada's Association of Oil and
Gas Producers (CAPP) que en total agrupan 750 empresas, declararon que el
sector energético y el TLC es una historia de éxito que se debe de
mantener por el bien de los trabajos y las economías de las tres naciones.
“Reiteramos que el TLCAN actual es una historia
de éxito para cada uno de nuestros países en lo relacionado con la energía
de América del Norte.
“El objetivo principal de una negociación encaminada a
actualizar el TLCAN debe ser respetar las -hasta ahora duraderas-
eficiencias en las cadenas de valor y en las economías que son el resultado de
más de un cuarto de siglo de libre comercio entre nuestros países”, señala un
comunicado.
Si alguna petición tienen este grupo de petroleras es la
de dar certidumbre mediante mecanismos fortalecidos -que no cancelados como
pidió EU- de resolución de controversias.
Una protección decisiva y recíproca de la inversión y el
recurso al arbitraje internacional de diferencias entre Estado e inversionista
(ISDS por sus siglas en inglés), proporcionan un mayor grado de certidumbre de
inversión a los proyectos petroleros y de gas natural que a menudo implican
plazos de inversión de hasta 40 años o más”, señala.
Incluso la posición de las petroleras privadas de la
región con respecto al TLC es que, si no se genera un nuevo acuerdo con
beneficios, se mantenga el original.
“Apoyamos un TLCAN modernizado que contribuya a
la historia de éxito que constituye la energía en América del Norte; si no es
posible que México, Estados Unidos y Canadá acuerden un TLCAN modernizado,
instamos a los responsables de formular políticas a mantener el TLCAN actual y
todos sus considerables beneficios energéticos mutuos, los cuales disminuirían
enormemente sin un TLCAN trilateral.
“Rechazamos propuestas como una cláusula de extinción
(sunset clause) o un mecanismo de resolución de disputas entre el Estado y los
inversionistas (ISDS) de ‘inclusión/exclusión voluntaria’”, señala el
posicionamiento.
Sobre la nueva situación de México, que cuenta desde 2013
con una reforma para abrir el sector a la inversión privada, señalaron que es
hora de incluir estas previsiones en el nuevo TLC.
“Ahora, como resultado de la Reforma Energética de
2013, el sector energético de México está abierto a la inversión extranjera y
disfruta las protecciones del TLCAN mientras permite al sector privado
asociarse con empresas del Estado. Un TLCAN modernizado deberá considerar este
cambio crucial y mantener estas protecciones”, indicaron.