Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
En Parrilla  
 
26/01/2018 | Si la guerra llega... a Suecia

Maria Fluxa

El país escandinavo volverá a imprimir y repartir el folleto que ya hizo llegar a su población en la II Guerra Mundial por su temor a Rusia

 

"A todos los ciudadanos suecos: Suecia quiere paz". Así comenzaba el último folleto que el país escandinavo hizo llegar a todos sus hogares para prepararlos ante la guerra. Era 1961, la tercera vez que 'Om Kriget Kommer' (Si la guerra llega) se distribuía entre la población civil. Originalmente se imprimió en 1943, en plena II Guerra Mundial, cuando la contienda se acercaba peligrosamente a sus fronteras, según la versión de Estocolmo. Nunca se sabrá si verdaderamente hubo planes de lanzar un ataque relámpago contra Suecia, declarada neutral, tal y como detallaba la Operación Zorro Polar del general nazi Rudolf Bamler.

Nueve años después volvió a ser enviado. En 1952 tenía lugar la Guerra de Corea, uno de los primeros episodios candentes de la Guerra Fría, y además sucedió el Incidente Catalina. El 12 de junio de ese año un DC3 sueco desapareció en una misión secreta en el mar Báltico. Nunca más se supo de los ocho hombres que conformaban la tripulación. Un PBY Catalina emprendió la misión de búsqueda cuando fue abatido por dos MIG 12 soviéticos, cuya tripulación fue rescatada con vida por un carguero alemán. La evidencia de las labores de inteligencia del DC3 para el bloque occidental, contrarias a la política oficial de no alineamiento, escaló la tensión con Moscú.

Finalmente, todos los suecos recibieron 'Om Kriget Kommer' en 1961 como consecuencia directa de la llamada crisis finlandesa, cuando la Unión Soviética quiso activar una alianza militar con Finlandia, que nunca fue, a raíz de la Crisis de los Misiles. El próximo junio, más de medio siglo después, los 4.8 millones de hogares suecos volverán a recibir este panfleto sobre cómo actuar en caso de guerra.

Éste, que había sido actualizado como documento interno hasta 1991, se estimó innecesario tras la caída del Muro de Berlín. ¿Qué ha ocurrido? "Hoy día la sociedad es completamente diferente. Existen amenazas significativamente más complejas como el cambio climático, los ataques terroristas, pandemias y la manipulación de la información", reconoció Christina Andersson de la Agencia de Protección Civil y Emergencias, organismo encargado de la nueva reedición, al diario Aftonbladet.

En esta línea, el primer ministro sueco, Stefan Löfven, avanzó en la cumbre de Folk och Försvar (Sociedad y Defensa), hace unas semanas, que se creará una nueva autoridad de "defensa psicológica" para contrarrestar las fake news. Estima el socialdemócrata que se debe "preservar el libre intercambio de conocimiento e información en nuestra sociedad abierta. Es una precondición de nuestra democracia e imperio de la ley". Pero Suecia está en año electoral y no quiere que la opinión pública acabe sometida a "condiciones disruptivas". Y aquí puede leerse, de nuevo, Moscú.

La posibilidad de una guerra tradicional también está detrás de esta nueva reedición. "Nos tomamos muy en serio el ataque armado desde otro país", explicó Svante Weger, director de comunicación de la citada agencia. El deterioro de la seguridad europea, especialmente tras la anexión rusa de Crimea, en 2014, y las incursiones de aviones y submarinos extranjeros en territorio sueco, han llevado a constatar a comisión de Defensa sueca que "no puede excluirse un ataque armado contra Suecia", según anunció el pasado diciembre.

El grado de esa amenaza divide al parlamento sueco, ya que el liderazgo socialdemócrata considera demasiado alarmista dicha conclusión. Sin embargo, desde 2014 Suecia ha aumentado su presupuesto militar, ha establecido el servicio militar obligatorio para cubrir las plazas que no sean voluntarias -alrededor de un millar este año, tal y como recientemente anunció el jefe de reclutamiento de las Fuerzas Armadas suecas, Anders Åkermark - y ha posicionado tropas permanentes en la isla de Gotland -a 300 kilómetros de Kaliningrado-, donde el pasado octubre se celebraron junto con tropas europeas y estadounidenses los ejercicios militares más importantes en dos décadas.



Este impulso en su política de Defensa coincide con la evaluación de la situación en el Báltico que hace la Alianza Atlántica. "Hemos visto que la situación de seguridad en la región euro-atlántica se deteriora desde 2014. Esto se debe a la acumulación militar de Rusia y su anexión ilegal e ilegítima de Crimea", explica a EL MUNDO un oficial de la OTAN desde Bruselas. "La actividad rusa militar en el aire y en el mar ha aumentado. Rusia ha desplegado un equipo militar moderno en la región báltica y Kaliningrado está altamente militarizado. En respuesta, la OTAN ha aumentado su presencia en la región con más patrullas aéreas y navales, y más ejercicios", añade en referencia al despliegue de "cuatro grupos de combate multinacionales en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia".

Suecia no es país miembro de la OTAN. Sin embargo, según éstos, ha aumentado el porcentaje que se muestra a favor de unirse a la Alianza Atlántica. La última encuesta publicada por Dagens Nyheter arroja que el 44% de los preguntados quiere unirse, con respecto al 37% del año anterior, mientras que un 37% está en contra y un 20% no lo sabe.

Y la Alianza únicamente "tiene la obligación legal según el derecho internacional de ayudar a un país miembro. Esa misma obligación no se extiende a Suecia", explicó el secretario general Jens Stoltenberg en la mencionada cumbre cumbre de Folk och Försvar. No obstante, el ex primer ministro laborista noruego alabó la profundización de la colaboración militar y de inteligencia con Suecia. Y añadió: "Estamos preparados para cooperar si se desata un conflicto", si la guerra llega.

El Mundo (España)

 



Otras Notas del Autor
fecha
Título
29/10/2017|
17/06/2015|
27/05/2014|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House