Arena gana San Salvador, tiene 10 cabeceras departamentales y supera los 35 diputados para el periodo 2018-2021. A un año de las elecciones presidenciales de 2019, el partido de gobierno podría perder la llave de los dos tercios en la Asamblea. Dirigentes del partido anuncian un debate interno que puede afectar a la presidencia de Salvador Sánchez Cerén.
El Frente Farabundo Martí sufrió este 4 de marzo su peor
derrota electoral desde que se convirtió en partido político hace 25 años. El
recuento preliminar de votos apunta a que el FMLN no solo pierde la alcaldía de
San Salvador, sino que podría gobernar solo dos de las 14 cabeceras
departamentales en el periodo 2018-2021. Perderá, además, si la tendencia se
mantiene, el control de la mayoría calificada en la Asamblea Legislativa, lo
que complica el último año de su periodo presidencial. A doce meses de las
elecciones presidenciales de 2019, el partido Arena se destaca como la primera
fuerza política del país.
A pesar de que la victoria de Neto Muyshondt sobre
Jackeline Rivera en la contienda por la capital se ha convertido en el símbolo
de la jornada electoral, son los resultados legislativos los que realmente
dimensionan el impacto político de estas elecciones. A escala nacional, con un
61% de los votos escrutados, el partido de derecha aventajaba al de gobierno en
más 200 mil votos. En San Salvador, el departamento con mayor población del
país y en el que se deciden 24 diputaciones, con el 42% por ciento de votos
escrutados, a las 4:32 a.m., Arena contaba con 102,603 votos frente a 52,608
del FMLN.
En el departamento de La Libertad, donde se deciden diez
diputaciones, los datos preliminares dados por el Tribunal Supremo Electoral en
la madrugada del lunes 5 señalaban que Arena obtenía el doble de votos que el
Frente en este. A las dos de la mañana, con más del 68% actas procesadas, el
partido de derecha aseguraba ya 88 mil 052 votos y el partido de gobierno, pese
a competir en coalición con Cambio Democrático, sumaba poco más de 43 mil.
Si no se revierte la tendencia, los datos preliminares
del Tribunal Supremo Electoral sugieren que la diferencia final entre ambos
podría superar los 200 mil votos, y que el FMLN podría conseguir con dificultad
28 escaños en la Asamblea mientras que Arena podría alcanzar los 37 diputados.
Este resultado complica al Frente posibles negociaciones
para alcanzar la mayoría simple en el Congreso, y abre la posibilidad de que el
resto de partidos marginen al partido de gobierno en la elección de 4 de los 5
magistrados de la Sala lo de Constitucional, Fiscal General de la República, y
magistrados de la Corte de Cuentas, previstas para los próximos meses. El
Frente pierde también, con estos números, la posibilidad de frenar las
iniciativas opositoras de interpelación de sus ministros.
Las encuestas del último medio año hacían esperar una
victoria del partido de derecha, y algunas incluso anticipaban una distancia
tan abultada. Tras una jornada marcada por la baja participación -alrededor del
46% del padrón, la más baja de las últimas cuatro elecciones legislativas- y
serias dudas sobre la fiabilidad y eficacia del Tribunal Supremo Electoral a la
hora del recuento, la diferencia entre los dos principales partidos marcó rápidamente
tendencia y no dejó margen para la especulación. A diferencia de elecciones
anteriores, donde los perdedores cuestionaron resultados y pidieron revisión de
actas y urnas, nadie pronunció anoche la palabra fraude. Apenas una hora
después del cierre de urnas, a las 6:30 pm, los resultados de las primeras
mesas ya sugerían la victoria arenera. A las 7 de la noche Arena ya comenzó a
anunciar su victoria mientras la única respuesta del Frente era el silencio. En
redes sociales, en sedes oficiales y en centros de votación. Silencio.
Los datos internos de que disponía el partido de
gobierno, recogidos y enviados a su cuartel general por lo que el Frente llama
su “Ejército Político Electoral” (EPEL), los aparatos de defensa del voto
distribuidos en todos los centros de votación de país, confirmaban la debacle.
A las 8:55 de la noche, la cuenta oficial del FMLN en Twitter difundió un
escueto comunicado en el que agradeció al pueblo que acudió a las urnas,
“especialmente a los que votaron por nuestro partido y sus candidatos”. Nada
más.
A las 9:35 de la noche, saliéndose el mutis impuesto por
el partido, Yeymi Muñoz, la directora del Injuve, una de las políticas más
jóvenes del partido, y protagonista del cierre de campaña del FMLN, desahogaba
en sus redes sociales la derrota. “Solo diré que fomentar el odio y el
revanchismo no resolverá los problemas del país. Cuidado el costo puede ser más
caro de lo que pueden imaginar”, escribió a las 9:35. Un hora más tarde,
añadió: “El Fmln no es únicamente un partido que gana o pierde elecciones, es
un instrumento político-social que tiene historia, que ha aportado al proceso
democrático del país y lo seguirá haciendo”
Poco después de las 10 de la noche, frente al 1316, sede
histórica del partido, un camión convertido en tarima y cargado de instrumentos
de combo que nadie tocaba, ponía la nota triste mientras de sus parlantes salía
una canción grabada que quería ser alegre pero terminaba siendo irónica: “Sé
que es tarde ya, para pedir perdón”, decía la letra. 20 minutos después el
camión apagó bocinas, levantó amarres y se marchó. Y en el 1316 reinó ya del
todo el silencio.
“Las declaraciones y posturas se darán hasta que el
Tribunal Supremo Electoral dé resultados firmes, ahorita no quieren especular”,
dijo una de las encargadas de Comunicaciones del partido pasada la medianoche.
Minutos después, unas de las camionetas en las que se moviliza Medardo
González, secretario general del FMLN entró por uno de los portones laterales
del 1316, para recoger al dirigente. Medardo se marchó sin dar declaraciones a
los reporteros que le esperaban. A las 3 de la madrugada ningún dirigente o
candidato del FMLN se había pronunciado formalmente sobre los resultados.
Un golpe para el Presidente
De confirmarse, la cifra de 27 diputados supondría para
el Frente retroceder 21 años en la historia, al mismo resultado que alcanzaron
en su segunda participación electoral después de la guerra. En 1997 lograr esa
cifra fue un éxito que abría sus posibilidades de lograr algún día la
presidencia; ahora, tras nueve años en el poder y ante una Arena que en el
último año ha encadenado sucesivas crisis internas, es un contundente fracaso.
¿Qué le pasó al FMLN? ¿Qué falló? “El debate que te
interesa empieza mañana, ahorita solo están procesando resultados”, respondía
alrededor de la medianoche uno de los voceros del partido de izquierda, que
estuvo en una reunión privada dirigida por el secretario general, Medardo
González, y en la que se dieron a conocer los resultados preliminares y las
tendencias que marcaban los datos y cálculos internos del partido.
El debate al que hace referencia este dirigente pasa,
según afirman distintos líderes del partido, por revisar las principales
decisiones tomadas en los últimos tres años por Medardo González, y su
colectivo más cercano, integrado por el presidente de la República, Salvador
Sánchez Cerén; José Luis Merino, el hombre fuerte de los negocios de Alba y que
podría perder en estas elecciones su puesto de diputado; Norma Guevara, jefa de
bancada y secretaria adjunta del partido; Lorena Peña, expresidenta de la
Asamblea Legislativa; y Roberto Lorenzana, secretario técnico de la
presidencia. El silencio de la noche del 4 de marzo es, explican estas fuentes,
para tratar de aglutinar posturas en un partido que desde que es gobierno ha
parecido granítico en su vocería pública.
El hombre que podría romper esa unidad de voces es Óscar
Ortiz, vicepresidente de la República y eterno aspirante a candidato. Ortiz,
exdisidente de la línea dura del partido que ya disputó la candidatura
presidencial a Schafik Hándal en 2003 y el control del FMLN a Medardo González
en 2004, ha expresado en las últimas semanas su incomodidad por la forma en que
el Frente trata de imponer la candidatura del exministro de Obras Públicas
Gerson Martínez a la presidencia en 2019. “Esta semana es clave para que decida”,
explicó a El Faro vía telefónica uno de los interlocutores de confianza del
vicepresidente, en referencia cómo reaccionará este a los resultados del
domingo.
Tres fuentes de la dirigencia del Frente aseguran que el
debate que enfrentará en partido oficial incluye, incluso, valorar la
pertinencia de sugerirle al presidente Salvador Sánchez Cerén que renuncie al
cargo en las próximas semanas aduciendo motivos de salud, en una maniobra que
permitiría que Óscar Ortiz asuma el liderazgo en el último año de gobierno.
Esta posibilidad no es nueva: dirigentes del Frente admiten haberla discutido
en privado en varias ocasiones en los últimos seis meses, aunque aseguran que
nunca se le ha planteado al Presidente.
Sobre la salud de Sánchez Cerén, que en junio cumplirá 74
años, se especula desde que tomó posesión en 2014. Incluso se han hecho desde
la sociedad civil solicitudes formales de acceso a su información médica, que
han sido rechazadas.
Arena ya mira a 2019
La vicepresidenta campaña de Arena, Carolina Ramírez,
admitió anoche que los resultados, la posible cota de 38 diputados, superan las
expectativas que tenía su partido. Los discursos oficiales, sin embargo,
abrazaron pronto esa cifra. “Ha llegado la hora de corregir el rumbo de El
Salvador”, proclamó Mauricio Interiano, presidente de Arena, ante sus
correligionarios que a eso de las 10:40 pm celebraban en la sede del Consejo
Ejecutivo Nacional (Coena) con batucadas.
A su lado, y ya autoproclamado como alcalde electo de San
Salvador, Ernesto Muyshondt fue conciliador: “Gobernaremos para todos los
capitalinos, no solo para los areneros o los que votaron por nosotros”, dijo el
político, que en 2016 fue criticado por sus propios correligionarios luego de
que se conociera que había negociado con la Mara Salvatrucha y las dos
facciones del Barrio 18 apoyos para la campaña presidencial de Norman Quijano
en 2014. Muyshondt se defendió entonces diciendo que un político salvadoreño
debe, no tiene más remedio, dialogar con las pandillas. Su carrera política,
durante el último año, ha estado marcada por su esfuerzo por hacer olvidar
aquellas reuniones secretas con las pandillas.
Con el 53 % de votos escrutados, a las 4:00 a.m.
Muyshondt tenía 47,186 votos registrados contra 20,433 de la candidata del
FMLN, Jackeline Rivera. Mucho más del doble.
El triunfo de Arena este domingo quizá solo pueda
resumirse en una palabra: constancia. Desde que perdió el Ejecutivo en 2009, el
partido de derecha ha sabido recomponerse de sus peores escenarios. A finales
de ese mismo año, y apenas iniciada la legislatura, su bancada en la Asamblea
se rompió y dio pie al nacimiento de Gana, actual partido llave del Congreso,
fundado por diputados tránsfugas de Arena. Sin embargo, en las elecciones de
2012 Arena alcanzó 33 diputados, uno más que la elección de 2009.
En los últimos dos periodos legislativos, el partido ha
seguido demostrando la inestabilidad de su estructura, con una fracción
dividida y pequeños cismas. En esta legislatura 2015-2018, un pequeño grupo de
diputados conformado por Johnny Wright, Juan Valiente, Patricia Valdivieso,
Alejandrina Castro y Karla Hernández formó un foco de oposición contra la
dirigencia de Interiano, que asumió la presidencia de Arena en septiembre de
2016. Las diputadas, por ejemplo, votaron en contra de la línea del partido, en
la emisión de bonos por 550 millones de dólares de noviembre de 2016, y
apoyaron el presupuesto general de la nación en enero de 2017. Valiente y
Wright, que desafiaron a la dirigencia en diversos temas, terminaron
renunciando a sus candidaturas a la reelección, y el segundo incluso renunció
al partido. Ambos han anunciado la creación de un nuevo movimiento político.
Solo en enero pasado, a mes y medio de la elección, la
falta de sintonía en Arena provocó que la bancada se partiera en tres partes
para la votación del presupuesto de 2018. El grupo de diputados dirigido por
Mauricio Interiano terminó ganando el pulso al acompañar con sus votos para
financiar el presupuesto. Cuestionado desde que llegó al control del partido
precisamente por la falta de control de su fracción, Interiano ahora tiene un
gran triunfo del que presumir. No solo mantuvo la inercia de triunfos
legislativos desde 2009, sino que con el resultado del domingo reafirma su
liderazgo a las vísperas de la presidencial de 2019.
Tras la resaca de esta celebración, al partido le toca
encontrar la cohesión interna que hasta ahora no ha llegado. Por eso Muyshondt
aprovechó anoche su turno de la palabra en el Salón Mayor Roberto d’Aubuisson,
en la sede del partido, para llamar a la unidad y convocar a todas las fuerzas
de derecha a unirse en un frente amplio en los próximos meses, y de cara a
2019. “A la dirigencia de nuestro partido le toca ese enorme reto de liderar y
unificar a todas las fuerzas políticas, económicas y sociales que creen en el
sistema de libertades y la democracia representativa para uniros detrás de la
bandera de Arena y llevarnos a un gran triunfo presidencial en 2019”, dijo.
“Tenemos que lograr unir a toda una sociedad, que incluye
a las fuerzas políticas, económicas y sociales, tenemos que unirnos todos, ya
veremos cuál es la estrategia electoral para ello”, repitió Interiano. Gustavo
López Davidson, precandidato presidencial, coincidió: “No le veo problema en
buscar una gran alianza de derecha y centro de derecha porque al entrar en
política hay que negociar”, dijo.
Interiano incluso puso como ejemplo que, así como se
habían puesto de acuerdo en la presente legislatura con Gana, partido bisagra y
aliado legislativo del Frente desde 2009, para aprobar la reforma de pensiones,
debían conseguir nuevos acuerdos. “Hemos demostrado que hay ciertos temas de
nación, como el presupuesto y pensiones, donde nos tenemos que unir todos”,
dice Interiano.
Arena celebrará internas en mes y medio, el 22 de abril,
para escoger su candidato presidencial para 2019. Los dos principales
precandidatos, los empresarios Javier Simán y Carlos Calleja, también han
alineado detrás de sí a diputados, dirigentes, mandos medios y militantes en su
búsqueda de apoyos. “Independientemente de que pase en estas internas, tenemos
que unirnos rápidamente y poder trabajar todos en el mismo objetivo”, dice
Interiano.