26/05/2018 | Elecciones en Colombia: por qué Álvaro Uribe sigue siendo el político más popular del país y el uribista Iván Duque es uno de los favoritos
Boris Miranda
No es candidato, pero en Colombia pocos dudan de la enorme influencia que Álvaro Uribe Vélez tendrá en las elecciones presidenciales de este domingo.
Es considerado el político más popular del país (las encuestas así lo señalan) y a la vez una de las personas más rechazadas (incluso temidas) y con más controversias en la espalda.
Desde hace más de 15 años mantiene el papel de jugador clave en la política colombiana e Iván Duque, el candidato de su partido, es uno de los favoritos para ganar los comicios.
Si eso sucede, son muchos los que aseguran que será gracias a él.
Al caudillo de mayor vigencia en la actualidad en Colombia.
El 11 de marzo pasado, Uribe se convirtió en el senador que más votos recibió en toda la historia de Colombia y por eso se mantendrá en ese puesto por cuatro años más.
Alrededor de 870.000 personas le ratificaron la confianza en las urnas.
En 2002, fue el político que rompió con el
bipartidismo Liberal-Conservadorque se repartió el poder en este país durante
décadas.
Luego, Uribe logró una inédita reforma constitucional que
le permitió buscar (y lograr) la reelección para un segundo mandato por el que
llegó a mantenerse en la presidencia por ocho años.
En las dos elecciones presidenciales en las que participó
(2002 y 2006) obtuvo la victoria en primera vuelta con votaciones récord
en la historia del país.
Por si fuera poco, en 2016 fue el actor protagónico de la
victoria del No en el plebiscito por la paz, su mayor triunfo contra su gran
rival en los últimos años y quien antes había sido su gran aliado, el
presidente Juan Manuel Santos.
A la vez, innumerables polémicas y acusaciones en su
contra han sido parte de prácticamente toda su vida política.
Se le ha señalado numerosas veces de favorecer a los
paramilitares en su afán por derrotar a las FARC e incluso ha sido vinculado
con el narcotráfico.
Hoy en día afronta diferentes procesos judiciales, uno de
ellos por pérdida de su actual investidura de senador por ausentarse del
Congreso durante varias votaciones.
El fenómeno Uribe
Director de Aeronáutica Civil, alcalde de Medellín,
senador y gobernador del departamento de Antioquia.
Ese fue el camino que recorrió el exmandatario desde
inicios de la década del 80 hasta su ascenso a la máxima magistratura de
Colombia.
El politólogo y columnista Fernando Posada explica a BBC
Mundo que el fenómeno de Uribe se debe a que el político supo presentarse como
una alternativa independiente del bipartidismo, pese a que él tiene origen
liberal.
"Se muestra ante los electores como una alternativa
distinta ante un desgastado sistema que había condenado al país a muchos
fracasos. La gente lo vio como una alternativa capaz de romper esa tradición
bipartidista responsable del conflicto armado, la desigualdad, la corrupción,
etc."., explica el experto.
Posada añade que, en ese momento, el país venía de una
crisis muy profunda de estabilidad institucional tras una fallida negociación
con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la que la
guerrilla lucía "tremendamente empoderada".
"Había una sensación de la ciudadanía de derrota y
de humillación en esos diálogos de paz", indica.
Uribe ganó las elecciones de 2002 en primera vuelta, con
un discurso centrado en el incremento de la ofensiva contra la guerrilla de las
FARC y la reducción del gasto público.
"El populismo y el caudillismo no solo se da en
casos de izquierda. En el momento en el que Uribe asume la presidencia se sabía
claramente que era un líder de derecha", explica Fernando Posada.
El analista apunta que en ese momento el político
"logró interpretar muy bien qué es lo que pedía la gente".
Así fue como nació la llamada "política de seguridad
democrática", un agresivo plan con el que Uribe buscó derrotar a los
movimientos armados. Principalmente a las FARC.
Uribe y la guerra
En criterio del periodista Gonzalo Guillén, la
popularidad de Uribe está totalmente relacionada con la existencia del
conflicto armado.
"Considero que el uribismo es una enfermedad social
causada por el miedo y el odio de Colombia a las FARC", explica el investigador.
Guillén se debe movilizar con escolta y carro blindado
por las denuncias que realizó contra políticos vinculados al paramilitarismo.
En conversación con BBC Mundo indica que "los
crímenes y monstruosidades de las FARC llevaron a que Uribe se convierta en lo
que se convirtió".
"El país estaba tan maltratado con la guerra que vio
en Uribe la posibilidad de salir de esa situación y él se aprovechó de
eso".
Guillén recuerda que las controversias que rodearon la
vida de Uribe vienen desde la época en la que dirigía la oficina de Aeronáutica
Civil, cuando fue acusado de facilitar licencias de vuelo a favor de operadores
vinculados al narcotráfico y al Cartel de Medellín.
"Cada vez que uno examina las denuncias que tiene
Uribe se encuentra con que se repite la misma situación. El odio y el
miedo a las FARC lo protegen de todo y lo hacen más poderoso. Intocable
prácticamente", indica.
Durante sus años como presidente, el gobierno de Álvaro
Uribe se vio envuelto en varios escándalos a la par que obtenía importantes
victorias sobre la guerrilla.
Entre ellos destaca el caso de los "falsos
positivos", donde se descubrió que civiles asesinados fueron disfrazados
de guerrilleros para exhibirlos como bajas que el ejército propinaba a las
FARC.
Sin embargo, Uribe concluyó sus ocho años de mandato con
márgenes de popularidad muy altos.
"La mentalidad colombiana es una mentalidad de
guerra y por eso la gente vio en Uribe al hombre que golpeaba a las FARC. Eso
es lo que le importa a la gente. La guerra fue su gran negocio",
concluye Guillén.
El exmandatario fue el abanderado de la campaña por el No
al acuerdo de paz alcanzado por el gobierno de Juan Manuel Santos y la
guerrilla durante el plebiscito del 2 de octubre de 2016.
Las denuncias
Además de las denuncias señaladas por el periodista
Guillén, Álvaro Uribe fue acusado de fomentar y favorecer el paramilitarismo
antes y durante su mandato presidencial.
Su hermano Santiago pasó dos años detenido y en la
actualidad es acusado por la Fiscalía de conformar y dirigir un grupo
paramilitar en Antioquia en la década del 90.
Su primo, el excongresista Mario Uribe, fue condenado en
2011 después de que exlíderes paramilitares lo vincularan con sus actividades.
Además, hace unos años dos personas condenadas por
paramilitarismo afirmaron que una de estas células armadas, el bloque
Metro, fue creado en una hacienda que es propiedad de Álvaro y Santiago.
Durante el mandato de Uribe hubo una desmovilización de
los grupos paramilitares más grandes, entre ellos las Autodefensas Unidas de
Colombia.
Sin embargo, a criterio de Guillén, este fue un proceso
inconcluso que mantuvo en actividades a los grupos armados que se mostraron
afines al uribismo.
El más reciente (y mediático) escándalo judicial en el
que se vio involucrado el exmandatario es el abierto por la Corte Suprema de
Justicia en el que se investiga a Uribe por posible manipulación de testigos.
Hace un mes uno de los considerados declarantes clave de
ese proceso fue asesinado sin que todavía se conozca el autor intelectual del hecho.
Medios colombianos señalan que Álvaro Uribe tiene 28
procesos abiertos en la Corte Suprema de Justicia y más de 186 de diferente
índole en otras instancias legales.
El expresidente no ha sido hallado culpable de ninguno de
los presuntos delitos por los que llegó a ser investigado.
Las razones del uribismo
Sin embargo, los defensores de Álvaro Uribe quitan valor
a la permanente ola de denuncias contra el caudillo antioqueño y atribuyen su
éxito y popularidad a sus méritos en la gestión pública.
Desde el municipio de Florencia, la capital del
departamento de Caquetá (suroeste), el concejal del partido uribista (Centro
Democrático) Diego Silva cree que la alta aceptación del exmandatario se debe a
los logros en su mandato y su fuerte trabajo en las regiones.
"El expresidente Uribe luchó para devolverle la
libertad a los colombianos. Eso quedó marcado en los departamentos donde antes
grupos como las FARC tenían el dominio", indicó Silva.
La autoridad local puso como ejemplo la región de
Caquetá, "donde la gente es supremamente uribista porque cumplió su
mandato de recuperar el departamento para nosotros".
"Éramos dominados por la guerrilla. Ellos hacían y
deshacían y los caqueteños no teníamos progreso. Con el ejército y la fuerza
pública nos trajo desarrollo en lugar de la extorsión que sufríamos por parte
de los grupos ilegales", asegura.
Silva señala que Uribe "hizo que los colombianos
volviéramos a creer en Colombia bajo las banderas de la seguridad democrática
implementada por él".
"Los que más se sintieron identificados fueron las
personas que han sufrido el flagelo de la violencia. Esas acciones nos han
generado esa fuerza que hoy en día tenemos", indica el concejal.
La autoridad local añade que las denuncias en contra de
Uribe vienen de "enemigos políticos" y que la población conoce de la
integridad del expresidente. "Por ello lo apoyan".
Una encuesta publicada por la revista Semana y hecha por
Invamer realizada en abril coloca a Álvaro Uribe como el mandatario colombiano
de mayor popularidad (56%) y menor rechazo (38%).
En ese mismo estudio de opinión, el presidente saliente
Juan Manuel Santos figura como el de mayor opinión desfavorable (61%).
¿Y Duque?
El candidato del Centro Democrático es uno de los
favoritos para ganar en las elecciones del domingo, según la mayoría de las
encuestas, aunque se cree que será necesaria una segunda vuelta.
Sin embargo, cuando empezó la carrera electoral, Iván
Duque apenas aparecía entre los sondeos de intención de voto con porcentajes
muy bajos.
"Cuando el expresidente Uribe lo elige como su
candidato único, en pocas semanas Duque alcanza el 40% de la intención de voto
en las encuestas", recuerda el politólogo Fernando Posada.
El analista apunta que el elegido por el Centro
Democrático a la presidencia era "alguien con poca trayectoria política y
poco conocido en Colombia", pero que todo cambió al convertirse en el
elegido del partido de Álvaro Uribe.
En el cierre de campaña de Iván Duque del pasado domingo
en Bogotá, el expresidente fue el más ovacionado por los asistentes.
Por todo ello Duque, en más de una oportunidad, fue
cuestionado sobre quién será el verdadero gobernante en caso de que ascienda al
poder.
"Uribe será senador y el presidente seré yo",
llegó a decir Duque ante los múltiples señalamientos de que será un
"títere" del exmandatario y líder indiscutido de su partido.
Para Posada, las dos grandes ventajas del candidato del
Centro Democrático son dos: "Se muestra como el candidato joven, aparentemente
transformador, renovador y que, a la vez, se beneficia con el gran caudal de
votos del uribismo".
Por su parte, el concejal Diego Silva no puede ocultar su
optimismo de cara a los comicios venideros.
"Día a día vemos el apoyo en los diferentes
municipios. Estamos muy convencidos de que en estas elecciones los colombianos
ya tomaron una decisión".
***Boris Miranda - @ivanborCorresponsal de BBC Mundo en Colombia