Un panel de expertos se reunió frente a una audiencia en vivo en la Universidad de Houston recientemente para discutir uno de los temas energéticos clave de nuestro tiempo: ¿deberían continuar los subsidios gubernamentales a las energías renovables? No es una pregunta simple, y encontrar la respuesta correcta requiere una comprensión de las necesidades y políticas globales, así como algunas decisiones difíciles.
Un panel de expertos se reunió
frente a una audiencia en vivo en la Universidad de Houston recientemente para
discutir uno de los temas energéticos clave de nuestro tiempo: ¿deberían
continuar los subsidios gubernamentales a las energías renovables? No es una pregunta simple, y encontrar la
respuesta correcta requiere una comprensión de las necesidades y políticas
globales, así como algunas decisiones difíciles.
Actualmente, el 80% de la energía
que se utiliza globalmente procede de los hidrocarburos (petróleo, gas natural
y carbón) y el 20% proviene de fuentes renovables y nucleares. Hay muchas
hipótesis sobre el mix de energía futuro. Una posibilidad es que, en 2040, el
60% de la energía mundial provendrá de hidrocarburos, con el gas natural
constituyendo el mayor porcentaje de eso, mientras que el 40% provendrá de
fuentes renovables y nucleares, y la mayor parte en energía eólica y solar.
En 2017, en Estados Unidos, la
energía eólica y solar representaron casi la mitad de la nueva capacidad de
generación de electricidad. Mientras tanto, se prevé que el uso total de la
energía aumentará entre un 25% y un 35% para 2040 debido al aumento de la
población y al aumento del PBI global. Entonces las proyecciones son que, en el
futuro, se usará más energía, y una mayor porción de esa energía será de
fuentes renovables.
¿Qué pasa con los subsidios a la
energía? Si nos fijamos en los seis principales países que subsidian la
energía, el total gastado en subsidios es más de 40 billones de dólares cada
año. Solo en Estados Unidos, en 2016, se gastaron 18.4 billones de dólares en
subsidios a la energía; 11 billones de dólares se destinaron a la energía
renovable y 3 billones de dólares a la eficiencia energética.
Un estudio de la Universidad de
Texas proyectó que los subsidios energéticos de Estados Unidos por mega watt
hora en 2019 serían de 0.5 centavos de dólar para el carbón, 1-2 dólares para
el petróleo y el gas natural, 15-57 dólares para la eólica y 43-320 dólares
para la solar. Muchos de los subsidios de energía renovable vienen en la forma
de Production Tax Credit (PTC) de 2.3 centavos por kilowatt-hora. Los precios
al por mayor de la electricidad en 2017 oscilaron entre aproximadamente 2.9
centavos y 5.6 centavos por kilowatt-hora. Por lo tanto, el crédito fiscal para
la producción eólica cubre del 30% al 60% de los precios mayoristas de la
electricidad.
¿Qué han logrado esos subsidios?
Algo que los subsidios han hecho es ayudar a reducir la curva de costos de la
energía eólica y solar. Hoy vemos costos dramáticamente más bajos para la
energía eólica y solar. Sin subsidios en el futuro, Michael Skelly, fundador y
presidente de Clean Line Energy, cree que los costos para la energía eólica y
solar serán aproximadamente 3 centavos por kilowatt-hora en Estados Unidos.
Pero la adopción varía en todos los estados. El modelo de Texas de mercados
abiertos de energía desde 1999 ha llevado a un mercado integrado donde la
energía solar, especialmente, y el gas natural proporcionan energía a todos los
texanos. Los costos de la eólica y la solar están disminuyendo y compiten con
las formas tradicionales de energía.
En vista de eso, ¿deberían continuar
los subsidios? Primero, debemos explorar otro lado de esta discusión, que se
centra en los factores ambientales, sociales y de salud. Muchos creen que el
cambio climático es uno de los desafíos más importantes para la humanidad en
este siglo y que los gobiernos tienen una responsabilidad moral de proporcionar
subsidios para las energías renovables a fin de aumentar la velocidad a la que
el mundo transita hacia una sociedad con menos carbono.
Dev Millstein, investigador del
Berkeley National Lab, ha intentado cuantificar el impacto de la contaminación
proveniente de las fuentes de carbono. Básicamente, ha informado, más
contaminación equivale a más muertes: su investigación descubrió que se podrían
haber evitado 7.000 muertes en un período de 10 años a través del aumento del
uso de la energía eólica y solar.
Millstein lo consideró de otra manera utilizando datos de 2015. Su conclusión
fue que cada kilowatt hora eólico generaba 7.3 centavos en la calidad del aire
y de beneficios climáticos. Además, cada kilowatt hora de energía solar generó
4.0 centavos de beneficios de calidad del aire y del clima.
Creo que hay grandes
incertidumbres en estas estimaciones, pero al menos es una forma de tratar de
cuantificar el impacto. Por lo tanto, dado que el crédito fiscal a la
producción es de 2.3 centavos por kilowatt hora, ¿debemos mantener los
subsidios en marcha debido a los beneficios implícitos? Una idea de política
utilizada desde hace mucho tiempo dice que, si quieres ralentizar o detener el
uso de algo, simplemente ponle un impuesto. Se pueden mirar los cigarrillos
como un ejemplo. Bueno, ¿y el carbono? si está de acuerdo con Millstein en que
existe un vínculo directo entre la contaminación y los riesgos para la salud,
¿por qué no aplicar un impuesto al carbono?
Algunos citan los beneficios para
la salud al instar a que continúen los subsidios a las energías renovables.
Otros dicen que los subsidios son críticos porque acelerarán la tasa de
transición a un mundo con bajas emisiones de carbono, presumiblemente ayudando
a evitar la catástrofe climática a escala global. Pero otros dicen, no.
Deshágase de los subsidios. Sostienen que los costos de la energía eólica y
solar se han reducido a un punto en el que son competitivos con las fuentes
tradicionales de energía, al menos en lo que respecta a la electricidad, por lo
que los mercados deben gobernar.
Los panelistas más de allá de
Millstein proporcionaron datos y sus propios puntos de vista sobre el tema de
los subsidios a las energías renovables. ¿Cuál es su punto de vista? No importa
de qué lado de esta discusión se encuentre, es importante estar informado,
buscar opiniones múltiples, buscar hechos y ser un ciudadano activo en este
debate.