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12/07/2018 | Crisis en Nicaragua: Paul Oquist: ¨La CIA y Miami intentan destruir a la izquierda en América Latina¨

Marina Meseguer

El ministro de Políticas Nacionales afirma que muchas de las noticias que llegan sobre violencia policial en Nicaragua son ‘Fake News’ y acusa a las organizaciones de derechos humanos de estar “politizadas”.

 

Nicaragua vive sumida en una espiral de violencia que ha dejado en menos de tres meses más de 300 muertos. El segundo país más pobre de América Latina sufre su peor crisis desde los años 80 después de que la brutal represión contra las manifestaciones en protesta por el anuncio de presidente D aniel Ortega de un recorte de las pensiones desembocase en una revuelta contra el gobierno sandinista.

Desde los hechos de abril, el país se ha llenado de barricadas y se suceden las acusaciones de graves violaciones contra los derechos humanos por parte del gobierno. El ministro de Políticas Nacionales, Paul Oquist, se ha convertido en el portavoz en el exterior del gobierno sandinista, que trata de justificar sus acciones. En esta entrevista telefónica con La Vanguardia –en ocasiones tensa- Orchid, pese a insinuar que la mano de la CIA se encuentra detrás de la violencia en el país, se suma a la ‘moda Trump’ de acusar a la oposición de fabricar fake news y a las organizaciones críticas con Ortega (Amnistía Internacional, el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU, Comisión Interamericana de Derechos Humanos…) de estar “politizadas” y de ser “parciales”.

- El gobierno de Nicaragua está recibiendo numerosas críticas internacionales por su gestión de la crisis. La semana pasada la ONU les urgía a cumplir sus obligaciones en esta materia. ¿Está Ortega respetando los derechos humanos de los nicaragüenses?

El gobierno ha invitado al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA y a la UE para participar en facilitar el proceso de paz en Nicaragua. Mi opinión sobre esos estudios de derechos humanos es que dependen mucho de órganos nacionales de derechos humanos que llevan décadas como opositores al gobierno. Son entidades sesgadas. Pero el mayor problema es que se centran en casos de actores estatales y no ven la película completa, ignoran a los actores no estatales. Así no se puede entender lo que hizo la policía. Por ejemplo, en Masaya la estación de policía fue rodeada durante dos semanas por hombres armados y enmascarados. Los policías no podían salir porque serían tiroteados. Estaban sitiados. Los últimos cinco días no tenían comida. Entonces se mandó un grupo de antimotines para llegar hasta ellos y rescatarles. Entraron por el plantel de Masaya, donde recuperaron armas de los forajidos y después cruzaron la ciudad y lograron el objetivo de liberar a los policías sitiados.

- A costa de que murieran decenas de personas. ¿Cree que fue proporcionado?

Déjeme rematar mi explicación. ¿Cuál fue el titular de lo ocurrido? “La policía entra en Masaya para reprimir al pueblo”. La policía no entró en Masaya para reprimir al pueblo, sino para salvar a sus compañeros sitiados. Esto provoca informes parciales. Las barricadas no son manifestaciones específicas, son impuestas y mantenidas violentamente. Cuando las comunidades han intentado despejar las barricadas -que es su derecho constitucional porque la Constitución garantiza la libre circulación de personas y bienes- son atacados. Un compañero, Francisco Aráuz Pineda, hijo de Amanda Pineda, una heroína víctima de las torturas de la guardia de Somoza en los años setenta, estaba despejando barricadas en Managua y lo atacaron a balazos. No sabemos si estaba vivo o muerto, pero se acercaron a él rociaron su cuerpo de gasolina y le prendieron fuego. Por si eso no fuese suficiente atrocidad, bailaban de júbilo y aplaudían el espectáculo. Después cogieron su mano carbonizada y le colocaron un broche y le dicen que “este es tu trofeo”. Para terminar, pusieron una bandera del Frente Sandinista sobre su cadáver.

Nicaragua vive sumida en una espiral de violencia que ha dejado en menos de tres meses más de 300 muertos. El segundo país más pobre de América Latina sufre su peor crisis desde los años 80 después de que la brutal represión contra las manifestaciones en protesta por el anuncio de presidente D aniel Ortega de un recorte de las pensiones desembocase en una revuelta contra el gobierno sandinista.

Desde los hechos de abril, el país se ha llenado de barricadas y se suceden las acusaciones de graves violaciones contra los derechos humanos por parte del gobierno. El ministro de Políticas Nacionales, Paul Oquist, se ha convertido en el portavoz en el exterior del gobierno sandinista, que trata de justificar sus acciones. En esta entrevista telefónica con La Vanguardia –en ocasiones tensa- Orchid, pese a insinuar que la mano de la CIA se encuentra detrás de la violencia en el país, se suma a la ‘moda Trump’ de acusar a la oposición de fabricar fake news y a las organizaciones críticas con Ortega (Amnistía Internacional, el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU, Comisión Interamericana de Derechos Humanos…) de estar “politizadas” y de ser “parciales”.

La policía no entró en Masaya para reprimir al pueblo, sino para salvar a sus compañeros sitiados”

- El gobierno de Nicaragua está recibiendo numerosas críticas internacionales por su gestión de la crisis. La semana pasada la ONU les urgía a cumplir sus obligaciones en esta materia. ¿Está Ortega respetando los derechos humanos de los nicaragüenses?

El gobierno ha invitado al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA y a la UE para participar en facilitar el proceso de paz en Nicaragua. Mi opinión sobre esos estudios de derechos humanos es que dependen mucho de órganos nacionales de derechos humanos que llevan décadas como opositores al gobierno. Son entidades sesgadas. Pero el mayor problema es que se centran en casos de actores estatales y no ven la película completa, ignoran a los actores no estatales. Así no se puede entender lo que hizo la policía. Por ejemplo, en Masaya la estación de policía fue rodeada durante dos semanas por hombres armados y enmascarados. Los policías no podían salir porque serían tiroteados. Estaban sitiados. Los últimos cinco días no tenían comida. Entonces se mandó un grupo de antimotines para llegar hasta ellos y rescatarles. Entraron por el plantel de Masaya, donde recuperaron armas de los forajidos y después cruzaron la ciudad y lograron el objetivo de liberar a los policías sitiados.

- A costa de que murieran decenas de personas. ¿Cree que fue proporcionado?

Déjeme rematar mi explicación. ¿Cuál fue el titular de lo ocurrido? “La policía entra en Masaya para reprimir al pueblo”. La policía no entró en Masaya para reprimir al pueblo, sino para salvar a sus compañeros sitiados. Esto provoca informes parciales. Las barricadas no son manifestaciones específicas, son impuestas y mantenidas violentamente. Cuando las comunidades han intentado despejar las barricadas -que es su derecho constitucional porque la Constitución garantiza la libre circulación de personas y bienes- son atacados. Un compañero, Francisco Aráuz Pineda, hijo de Amanda Pineda, una heroína víctima de las torturas de la guardia de Somoza en los años setenta, estaba despejando barricadas en Managua y lo atacaron a balazos. No sabemos si estaba vivo o muerto, pero se acercaron a él rociaron su cuerpo de gasolina y le prendieron fuego. Por si eso no fuese suficiente atrocidad, bailaban de júbilo y aplaudían el espectáculo. Después cogieron su mano carbonizada y le colocaron un broche y le dicen que “este es tu trofeo”. Para terminar, pusieron una bandera del Frente Sandinista sobre su cadáver.

Otro caso: la señorita Sandra Bonilla, directora de una orquesta municipal en León, sandinista. La capturan, la secuestran, le quitan la blusa, le golpean, está sangrando y están tomando un vídeo. Al lado hay un sacerdote, ¿Qué dice él ante la tortura de una persona sólo por sus creencias políticas? Que no suban ese vídeo a Internet. Eso son ejemplos de barbaridades que se están cometiendo en Nicaragua y que no captan los informes de derechos humanos por su énfasis en los actores estatales. La razón por la que dicen que lo hacen es porque el Estado tiene una mayor responsabilidad de proteger.

- Supongo que estará de acuerdo en esa afirmación.

¿Pero cómo van a protegerse si hay un sitio de la policía durante dos semanas en la ciudad de Masaya?

- ¿Quienes son esos actores no estatales y qué intereses tienen?

Se acaba de apresar en Nicaragua a un jefe del M18, Oscar Antonio Rivas Carrillo, junto a unos 20 o 30 miembros de las maras salvadoreñas a los que habían pagado para sembrar el terror en la población nicaragüense. Estaban ligados a grupos de la droga, incluido el de Manuel de Jesús Escobar Sandino, conocido como “El Diablo”. Los cárteles de la droga, las maras salvadoreñas y guatemaltecas están aprovechándose de la situación anárquica. Están siendo utilizados para tareas de desestabilización del gobierno de la pandilla criolla local de Cristian Josué Mendoza, alias “El Viper”, acusado de asesinatos, secuestros, incendios… La policía ha identificado como autor intelectual de ese grupo a Felix Madariaga [conocido activista por los derechos humanos], que está financiado por los Estados Unidos. La National Endowment for Democracy [organización que afirma ayudar a los grupos que están a favor de la democracia financiada mayoritariamente por el Congreso estadounidense] ha invertido 4,1 millones de dólares en organizaciones de la sociedad civil que han participado en estas actividades.

- Si entiendo bien, ¿usted está vinculando a las maras con los narcotraficantes y los Estados Unidos?

No, no se quien les pagó para hacer eso. Pero hay que ver el panorama general: el ataque a Nicaragua con falsas noticias y usando el manual de la CIA para derrocar gobiernos escrito por Gene Sharp. Dicho sea de paso, el periodista Miguel Mora, uno de los jefes golpistas, escribió un tuit diciendo “todos tienen que leer el libro de Gene Sharp que nos muestra el camino a la victoria”. Otros líderes del movimiento también señalan al libro como guía. En América Latina se extienden los golpes institucionales. El golpe contra Hugo Chávez en 2002 y todos los intentos de derrocar a Evo por parte de la CIA, el 28 de julio de 2009 en Honduras contra Manuel Zelaya, el golpe contra el presidente Lugo en Paraguay, el golpe en Brasil contra Dilma Rousseff… Están tratando de destruir a la izquierda en América Latina. No sólo está la CIA implicada sino el aparato cubano-americano en Miami y sus representantes en el gobierno norteamericano.

- Desde el pasado 19 de abril varias organizaciones internacionales independientes hablan de más de 300 fallecidos, más de 150 desaparecidos, en torno a 700 detenciones arbitrarias y miles de heridos. Amnistía Internacional publicó un informe en el que se habla de “ejecuciones extrajudiciales” con el conocimiento del gobierno de Ortega y también denuncia que se está negando la atención médica a los heridos.

Se propagan noticias falsas todos los días.

- Esto es un informe realizado por expertos internacionales, no son noticias falsas.

No tengo ningún respeto por Amnistía Internacional. Están parcializados y politizados. Sus fuentes son grupos nacionales de derechos humanos que durante 20 o 30 años han sido opositores del gobierno; les han proporcionado falsas noticias a granel. La única manera de dilucidar todas las situaciones que usted señala es a través del estudio caso por caso de todas las muertes, todos los secuestros, todas las torturas y todas las atrocidades. De todos los lados. Caso-por-caso. Entonces sabremos cuál es la realidad. Y no por la diseminación de noticias falsas, que es parte de la ideología de Gene Sharp de cómo tumbar gobiernos.

No hay duda de que hay muchos manifestantes muertos, policías muertos, sandinistas muertos, ciudadanos atrapados en fuego cruzado muertos, periodistas muertos... Con el estudio caso por caso vamos a dilucidar la realidad, y no con la guerra propagandística de la cual Amnistía Internacional forma una parte destacada tomando sus fuentes de las entidades nicaragüenses de la oposición.

Tiene que haber justicia, el pueblo demanda justicia. Y esa justicia se tiene que hacer caiga quien caiga. Es necesario para reestablecer la confianza entre todas las partes de la sociedad. Necesitamos ir hacia un verdadero proceso de reconciliación nacional, porque el daño que se ha hecho al país es enorme. Después de la crisis política vamos a tener una crisis económica profunda en un país pequeño, el segundo más pobre de América Latina y el Caribe. No podemos superar esto con el país dividido y con conflictos. La sociedad nicaragüense tiene que hacer muchas cosas, comenzando por unareforma electoral que inspire confianza para todos, por un proceso de justicia basado en el análisis serio caso por caso y por la posición del comandante Ortega de que si cesa la violencia no hay nada que no se pueda poner en la mesa de negociación. Todo es negociable con tal de que haya paz.

- ¿Incluso la salida de Ortega?

Se ha dicho que no hay nada que no se pueda negociar si cesa la violencia. Sin embargo, ¿por qué va a renunciar el presidente? No hay ninguna razón. ¿Por qué haya barricadas en las carreteras? Si la manera de cambiar un gobierno es esa, los sandinistas también saben poner barricadas. Pero así se destruye el país, no hay ninguna solución por esa vía. El pueblo nicaragüense tiene que decidir quién gobierna el país. A los males de la democracia, la receta es más democracia. Y eso es lo que necesita Nicaragua, más democracia. Otro proceso electoral. Y eso debe de ser negociado.

- Una de las acusaciones que se hace desde la oposición a Ortega es que están usando las llamadas “fuerzas combinadas”. Es decir, el uso de mercenarios y civiles armados. ¿Está el gobierno nicaragüense colaborando con bandas armadas?

Hay violencia en los dos lados y debe de cesar venga de donde venga. El sábado pasado un grupo atacó con AK47 la casa del tesorero del Frente Sandinista de Liberación Nacional. La batalla duró de las 2 de la madrugada a las seis de la tarde.

- Entonces, ¿no desmiente que las fuerzas de seguridad nicaragüenses estén colaborando con bandas armadas?

Usted no me escucha, hay violaciones de los derechos humanos en los dos bandos. No creo que usted esté tratando de justificar un golpe de estado, ¿verdad?

- No, yo sólo estoy preguntando.

¿No cree usted en la democracia? ¿Que debe de ser el pueblo nicaragüense el que decida quién debe de gobernar en Nicaragua y no la gente de la calle? Eso es lo que necesitamos, creo que todos estamos de acuerdo, ¿verdad?

- Sí. La Conferencia Episcopal nicaragüense ha propuesto como solución a la crisis un adelanto electoral para el 31 de marzo de 2019. ¿Aceptarán la propuesta?

Creo que debería poner una grabadora y cada vez que volvemos a lo mismo apretar el botón para que se escuche: “No hay nada que no se pueda poner en la mesa con tal de que cese la violencia”. En Radio France International fueron muy hábiles cuando hablaron conmigo y sacaron el titular “Ortega no descarta celebrar elecciones anticipadas si cesa la violencia”. No es lo que dije, pero lo que ellos pusieron cabe dentro del “no hay nada que no se pueda poner en la mesa si cesa la violencia”.

La Vanguardia (España)

 



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