Dakar - Francia coopera con cinco países de la región para crear una fuerza especial de control fronterizo autorizada a adentrarse en territorio de sus vecinos en casos de emergencia.“Los terroristas y los no terroristas están mezclados dentro de las poblaciones, nuestro principal reto es poder identificarlos” (TENIENTE CORONEL DAMIEN CYPRYC Jefe de cooperación de los elementos franceses en Sengal).Iad Ag Ghalí es actualmente el objetivo de todo el mundo”.
“El terrorismo yihadista usa la porosidad de las
fronteras para pasar de un país a otro”. Esta rotunda afirmación es del
teniente coronel Damien Cypryc, responsable de cooperación de los
elementos militares en Senegal. Habla desde una base francesa a las
afueras de Dakar.
Las fuerzas francesas llevan años empeñadas en que
aquellos países cuyos estados no son capaces de dominar la totalidad de su
territorio retomen el control de tales zonas. “Colaboramos en que ello sea
posible”, subraya el alto oficial francés. Así se entiende que París esté
apoyando iniciativas como la puesta en marcha de una fuerza conjunta internacional
para el control de fronteras. España, por ejemplo, también colabora en ello.
Mauritania, Mali, Níger, Chad y Burkina Faso, que forman
el G-5 africano, decidieron en 2014 crear una fuerza conjunta fronteriza de
5.000 efectivos, para lo que cuentan con apoyo internacional liderado por
Francia. De estos 5.000, unos 3.500 ya están formados, según confirman fuentes
francesas en el Sahel.
“Es difícil saber cuándo acabará este proceso”, apunta el
teniente coronel Cypryc. El objetivo es que al concluir los adiestramientos,
dicha fuerza cuente con siete batallones. Cada país contará con uno, excepto
Mali y Níger que tendrá dos al final del proceso. Esta fuerza especial tendrá
una particularidad transfronteriza que consistirá en que podrá llevar a cabo
persecuciones en caliente hasta 50 kilómetros en el interior del territorio de
cualquier país vecino.
Con la plena entrada en servicio de este cuerpo
internacional, debería supuestamente mitigarse parte de la “porosidad”
fronteriza de la que habla el teniente coronel Cypryc, que aprovecha para poner
un ejemplo que centra actualmente la atención de las fuerzas francesas. Habla
de los Peulhs también conocidos como Fulani, Fula o Fulbe.
Se trata de una etnia nómada que no entiende de
fronteras, van de un país a otro, de hecho se encuentran diseminados por toda
África occidental y se cree que pueden rondar los 40 millones. “Están
abandonados por los estados y además las gentes no les tienen simpatía, diría
que incluso los desprecian porque con sus ganados se van comiendo todos los
pastos”, relata Cypryc.
Reclutamiento entre los nómadas
El jefe de cooperación de los elementos franceses en
Senegal afirma que “los yihadistas están instrumentalizando esas tensiones en
su favor y están demostrando una gran capacidad de reclutamiento” entre los
Peulhs. “Los grupos terroristas se sirven de las antiguas diferencias
ancestrales o de etnia para sus fines. Es difícil, a veces, entender esas
tensiones ancestrales y tenemos que retrotraernos a formas de pensar del
pasado”, comenta el alto oficial francés, mientras un operario senegalés de la
base militar demuestra su destreza con las artes de jardinería a pocos metros.
“Los terroristas y los no terroristas están mezclados
dentro de las poblaciones, nuestro principal reto es poder identificarlos. Mali
sin duda es en estos momentos el punto más caliente. Allí todos los grupos
terroristas están unidos en uno solo que lidera el tuareg Iad Ag Ghalí”, añade
Cypryc. Recuerda el oficial galo que en 2013 los islamistas y los tuareg se
unieron para derrocar al gobierno de Bamako. “Hubieran convertido a Mali en una
república islamista”.
Fue entonces cuando el gobierno maliense pidió ayuda
militar al entonces presidente francés François Hollande, que acudió en su
ayuda una vez que la ONU amparó la intervención, que contó con el apoyo de
Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.
“Iad Ag Ghalí es
actualmente el objetivo número de todo el mundo” en la lucha antiterrorista en
el Sahel. Esta es la sentencia de Cypryc.