Viajando por Europa me sorprendió la ausencia de noticias sobre nuestro país, salvo una perdida nota en un periódico madrileño... y no era buena. Ni mis ocasionales interlocutores hablaban al respecto.
Nos mató la soberbia. Demasiado intrigado, le pregunté a
un destacado empresario -amigo de confianza- el por qué, de este fuerte
"silencio de radio". Y con crudeza me dijo que nadie quiere hablar
mal de Argentina pero se sienten superados por tantas y tan reiteradas
frustraciones, y que solo escuchan a los mismos dirigentes insistiendo en las
ya fracasadas recetas: por soberbia no corrigen el fracaso.
Y tienen razón. El REM que todos los meses realiza el
BCRA es un verdadero paradigma del yerro y, sin embargo, se sigue realizando y
muchos siguen los consejos de los consultados. Basta mirar cualquier programa
político en la TV para ver que hemos perdido el sentido común: por caso, ser un
ex funcionario debería ser un fuerte descrédito dado que todos los políticos
han sido parte de gobiernos desastrosos pero, por el contrario, es un gran
currículo que motiva la consulta... para fracasar otra vez como vislumbran los
extranjeros.
"Aumentan las tensiones el globo y los inversores se
refugian en los activos de EE.UU.", explica Fiona Nguyen, del IIF,
"activos que representan ya el 58% de las carteras de fondos
mundiales". Entre abril y junio, los inversores inyectaron unos u$s40.000
M a la bolsa americana y otros 8.000 M a los fondos de renta fija. En cambio,
entre mayo y junio, de la renta variable europea salieron unos u$s17.000 M, y
de la renta fija u$s 8.000 M.
La economía de EE.UU. avanzó 4,1% en el segundo trimestre
y mantiene un ritmo del 4,3%, según la Fed. Los beneficios empresariales
disfrutan todavía de la reforma fiscal y "los resultados del segundo
trimestre han sido estelares con un incremento del beneficio por acción del
25%", según David Kostin de Goldman Sachs. Así, la rentabilidad acumulada
por el MSCI EE.UU. en lo que va de 2018 es del 6,4%, mientras que el MSCI World
(excluyendo EE.UU.) retrocede 6,6% y el MSCI Emerging Markets cae 4,6%.
Pero, "no se espera que la crisis turca se extienda,
dado que los problemas son más endémicos que sistémicos", avisa Sam
Stovall, estratega de CFRA. O sea, el que países como Argentina culpen a
Turquía es falta de seriedad. La divisa otomana se recuperaba después de
conocerse que Qatar invertirá u$s15.000 M en Turquía, para evitar un rescate
del FMI.
Entretanto Dujovne aseguró no hay posibilidad de mega
crisis ni default, y se me erizó la piel. Por cierto, con soberbia aseguró que
"hay mucha gente a la que le cuesta llegar a fin de mes" pero la
culpa es de los otros -el kirchnerismo- nunca nuestra. El único artículo sobre
argentina que encontré en El País de Madrid decía que Macri anunció tres
medidas para "reducir el déficit fiscal" en $65.000 M que afectan al
campo, y por supuesto, se trata de mantener el tamaño del Estado a costa de
seguir destruyendo al mercado.
Sí hay preocupación entre los analistas de Wall Street.
Según el BCRA la dolarización de los ahorristas ya supera a la de la era
Kirchner. "Los funcionarios ya erraron en abril y mayo. Intervinieron,
perdieron dólares e igual tuvieron que conformarse con un tipo de cambio más
alto" dicen y rematan que el Gobierno no tiene margen para seguir
sacrificando reservas, ni con ayuda del FMI.
En la fase inicial de la "corrida", las
reservas cayeron en u$s3.425 M. Llegaron los u$s15.000 M del FMI, pero no se
calmó y en los últimos dos meses salieron otros u$s 6.653 M adicionales. Los
bonos registraron caídas estrepitosas, y hoy Argentina luce un "riesgo
país" peor que el de varios africanos. El rendimiento de algunos títulos
de mediano y largo plazo supera el 11% anual, lo que hace imposible pensar en
el mercado de crédito voluntario.
Ronda el fantasma del default. La curva que dibujan los
rendimientos de los bonos soberanos argentinos en dólares se invirtió,
reflejando el estrés financiero. Cuando las tasas de corto plazo superan a las
de largo, significa que el panorama cercano se ve muy difícil en comparación
con las posibles renegociaciones de deuda en el futuro. Aunque los analistas
solo adjudican 20% de probabilidad de default, los seguros se dispararon alcanzando
máximos de tres años, arañando los 700 puntos.
En este país del sinsentido, hasta ONG
"liberales" supuestamente promercado, aconsejan las medidas que el
BCRA implementó, como elevar los encajes y las tasas de interés y poner límites
a los bancos para sus tenencias dolarizadas todas medidas que implican una
mayor exacción de fondos del mercado por parte del Estado. De modo que la cosa
va para peor.
(*) Miembro del Consejo Asesor del Center on Global
Prosperity, de Oakland, California