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19/10/2018 | Inteligencia artificial en la nube -El próximo gran trampolín para la transformación digital

Daniela Zárate y Héctor Cancino

La nube será la base para que los sistemas inteligentes sean parte vital de los servicios de todo tipo de empresas alrededor del mundo. Un nuevo mercado en la nube que democratizará la IA y por el que ya compiten multinacionales tecnológicas.

 

Una selfie. Pon tu mejor mirada. El conductor de Uber sube a su automóvil, enciende el motor de la máquina y antes de poder usar el servicio para buscar pasajeros, debe subir un archivo al smartphone con su mejor rictus. La exigencia de la aplicación no es parte de una simpática campaña de comunicación interna de la compañía, sino un sistema especializado para comprobar la correspondencia exacta entre el chofer que creo el perfil de usuario y quien se acaba de ajustar el cinturón de seguridad, pasó primera, fijó el dial en la frecuencia de su radio preferida y ahora acelera optimista hacia la gran noche.

La tecnología tras el sistema de reconocimiento facial de Uber no es exclusiva de la empresa de transporte. En la industria cervecera, la compañía Carlsberg ya usa sensores inteligentes para detectar diferencias entre sabores y aromas en sus cervezas, y así controlar la calidad de estas a través de la interpretación de datos. Y esa tecnología también hace posible el buen trabajo de “Rose”, la chica de voz sensual del casino y complejo hotelero The Cosmopolitan, en Las Vegas, a quien lamentablemente nadie puede subirle el sueldo, pese a que ya ha logrado incrementar en 39% el consumo de los clientes y estadísticamente se sabe que interactuó con el 82% de los usuarios, de los que el 90% la recomendaría a otros clientes y el 98% de sintió satisfecho con sus servicios. “Rose” es un chatbot con quien los huéspedes se pueden comunicar a través de una tarjeta que se les entrega junto con la llave en el mostrador de recepción. Mediante el smartphone, se los anima a chatear con ella para que conozcan secretos y sorpresas que un huésped podría no advertir, como su mundialmente renombrada colección de restaurantes. ¿Cómo lo hace? “Rose” contiene más de 1.000 temas de conversación para ofrecer a los huéspedes distintas formas de reserva de actividades, ofertas gastronómicas o tratamientos de spa.

La base de cada uno de estos servicios es la misma, la inteligencia artificial (IA), una tecnología bautizada en 1956 por el informático estadounidense John McCarthy, pero que hoy, 62 años después, se perfila para ser una de las industrias tecnológicas más lucrativas de la próxima década, de la mano de otra disrupción reciente: la computación en la nube. Es que inteligencia artificial, junto a su ayudante oculto, los servicios cloud, son también el nuevo campo de batalla de multinacionales tecnológicas como Amazon, Alibaba, Google, Baidu, Microsoft, IBM o SAP, que intentarán obtener el liderazgo en la provisión de los servicios de IA en la nube, un mercado que para algunos, como Rajen Seth, director senior de Gestión de Productos en la unidad de Cloud AI de Google, podría duplicar el tamaño del mercado de la computación en la nube, para llegar a cerca de 211.000 millones de euros en los próximos años.

“La IA no es una tecnología exactamente nueva. Pero la gran novedad actual es la disponibilidad de capacidad de procesamiento elástica, por demanda, instantánea y a bajo costo que cloud computing volvió posible. Gracias a esto, se ha visto que la adopción de esta innovación se ha acelerado tremendamente en los últimos cinco años”, cuenta Hermann Pais, head of Digital Marketing, Infrastructure and Core Products de Amazon Web Services (AWS). El ejecutivo reconoce dos factores que permiten este fenómeno. Por un lado, la disponibilidad de computación a bajo costo, que además está instantáneamente disponible; y paralelamente, la existencia de un ambiente colaborativo que permite que “un investigador en Chile pueda usar un sistema creado en Alemania, y que fue optimizado en Singapur, y que está disponible en tiempo real, a través de la nube”, ejemplifica Pais.

La moda por la inteligencia artificial, según Jesús Mantas, chief Strategy Office & Managing Partner para IBM Global Business, también está provocando que “se vuelve a reforzar la demanda por analytics y big data, porque todo el mundo está diciendo IA, pero lo primero que se preguntan es dónde están los datos de entrenamiento” para los sistemas inteligentes.

¿Qué ventajas hacen tan atractiva esta tendencia? Tom Helou, senior VP Leonardo y Analítica para SAP América Latina, explica en términos generales que la IA consiste en “la utilización de modelos matemáticos para permitir que una máquina sea capaz de tomar decisiones acertadas como si fuera un ser humano, solo que de manera automatizada y mucho más precisa”. Mejoras que nos traen a la cabeza nuevamente a “Rose” o al chofer de Uber intentando poner una carita feliz, y que funcionan sobre un sistema que depende de tres pilares en específico, según Eduardo Mangarelli, director de Ingeniería e Innovación en Microsoft Latinoamérica: la disponibilidad de datos, la investigación científica del área y la capacidad de cómputo. “Hoy las empresas, sean pequeñas, medianas o grandes, necesitan adquirir hardware para procesar esos datos y generar inteligencia, lo que es muy ineficiente en términos de costos. Entonces, es aquí donde el cloud tiene un enorme valor, ya que es el que da esa agilidad y eficiencia de costos y permite utilizar la capacidad de cómputo cuando la necesito y dejar de utilizarla cuando no”, explica en términos sencillos Mangarelli.

Hermann Pais, de AWS, asegura que existen otras ventajas para el uso conjunto de estas tecnologías. “La inteligencia artificial es un área de desarrollo que recibe innovaciones en un ritmo extremadamente rápido con los nuevos algoritmos, las nuevas soluciones, los nuevos modelos entrenados para resolver problemas; son publicados en un ritmo diario. Y si tú como usuario usas una solución que compras para tu máquina, estás limitado a lo que adquiriste. En comparación, si estás en la nube, puedes aprovechar las innovaciones, los desarrollos que son publicados diariamente por los proveedores”, resalta. Esto es posible, según Víctor Toscanini, gerente de Ingeniería de Cisco Chile, gracias a la agilidad que generan ambas tecnologías al fusionarse. “Agilidad en la implementación y agilidad en la elasticidad de recursos de cómputo necesarios. En la medida que crecen las aplicaciones y variables a considerar en el análisis, la cantidad de recursos disponible es importante”, dimensiona.

A esto se suma, según Helou, de SAP América Latina, la mayor ventaja de la IA, su núcleo, porque “lo que tiene la IA es que, junto con el machine learning, permite que las máquinas vayan aprendiendo del comportamiento de los seres humanos, procesando una grandísima cantidad de volúmenes de datos que es lo que el ser humano, a diferencia de las máquinas, no puede hacer tan rápidamente”, sentencia.

Caja de herramientas

Pero ¿cuál es el estado del cloud, la plataforma que albergará esta innovación en el futuro cercano? La nube se ha convertido en una gran aliada de negocios para miles de empresas en los últimos años. En mayor o menor medida, es el factor común para quienes se adentran en ansiada transformación digital. Cada vez más servicios se ofrecen mediante esta plataforma y por lo mismo, le ha generado millonarias ganancias a clientes y proveedores. A nivel mundial, el último reporte de la consultora IDC da cuenta de que el mercado de servicios en la nube pública creció 29% en 2017, alcanzando un total de US$117.000 millones.

El cloud privado también crece a doble dígito en América Latina, aunque las cifras no son tan altas aún. Para los analistas de IDC, estas soluciones tendrán una tasa compuesta, para 2021, de 17% aproximadamente. En tanto, los servicios de integración (nube híbrida), tendrán las tasas más altas para el 2021, bordeando el 32% de tasa compuesta. O sea, excelentes números para esta gran “gran caja de herramientas”, en palabras de Christian Sfeir, director de Tecnologías Cloud de Microsoft Chile, quien explica que “la nube la va usando el cliente según su necesidad”. Allí encontramos infraestructura, máquinas virtuales, almacenamiento, servicios de streaming para videos, desarrollo, productividad y servicios de inteligencia artificial.

Alexandre Nardy

Pero esos no son los únicos beneficios que entrega la distribución de esta tecnología mediante la nube. Nardy cuenta entre ellos que acelera la puesta en marcha de aplicaciones y servicios, permite centrarse en la gestión del negocio, generar valor e innovar, mantener las versiones siempre actualizadas y poder escalar el servicio, creciendo en cualquier momento gracias a que no hay que hacer inversiones adicionales de hardware o software.

El consenso es evidente. Y para colmo de bondades Sfeir, de Microsoft, explica que la flexibilidad de la nube te permite usarla cuanto quieras y en los momentos que estimes conveniente. Habilitar, por ejemplo, servicios que en un principio estaban pensados solo para Latinoamérica, para llevarlos luego a Europa. Y finalmente, un factor fundamental que asoma como ventajoso son las opciones de pago: “Uno puede elegir desde pagar por uso o en una modalidad parecida a los planes de celulares. En la nube cada cliente elige lo que más le acomode, según su realidad”, detalla el directivo cloud para Chile.

Ahora bien, ¿qué otra alternativa hay para acceder a la inteligencia artificial si no es mediante la nube? Helou, el directivo de SAP, comenta que “hay soluciones de IA que permiten que el cliente compre inversión en tecnología en forma de software y eso se constituya en un bien de capital, que era como en el pasado consumíamos tecnología”. Pero “la nube nos permite consumir tecnología según lo que necesitemos. Entonces, cuando tú utilizas un servicio de IA, ni siquiera tienes que estar suscrito a un contrato anual para la utilización de la tecnología”.

Christian Sfeir menciona que otra alternativa para una empresa que quiere incorporar IA es desarrollarla ella misma o con una empresa asociada. Esto involucra entrenar y diseñar programas complejos. Por ejemplo, para enseñarle a identificar un gato, el sistema debe ver y analizar millones de fotos de gatos. Hoy por hoy, ese entrenamiento ya fue realizado por los grandes proveedores de ese servicio, por lo que pueden entregar un producto listo a los clientes, ahorrándose muchas horas de trabajo informático.

Por eso y todo lo anterior, la conclusión de Jesús Mantas es taxativa: “Esta es la plataforma idónea para la inteligencia artificial, porque esta tecnología requiere mucha capacidad de computación, y la mejor forma de obtener esa capacidad, a un punto económico bajo, es en la nube”.

Tipos de servicio

Mientras la idea de una IA en la nube comienza a aparecer en el horizonte de las empresas interesadas en profundizar la transformación digital, las compañías proveedoras procuran ofrecer un conjunto integral de servicios con infraestructura y herramientas capaces de dar vida a los proyectos de inteligencia artificial que requieren los clientes, aunque muchos de ellos no sepan aún que lo necesitan. En este esfuerzo, uno de los productos de IA más difundidos hoy por hoy en la industria son los bots, programas que se activan como una especie de asistente con la capacidad de interactuar con los usuarios de forma natural, o las aplicaciones enfocadas en la productividad, que analizan escenarios, variables y factores para entregar predicciones rápidas y acertadas.

Esto también se puede aplicar al monitoreo del funcionamiento de las operaciones de las empresas. Mark Hurd, CEO de Oracle, destaca la potencialidad de la inteligencia artificial para ayudar en la permanente actualización de los sistemas. “Antes, había personas que reaccionaban a los problemas de TI y se necesitaba tiempo para comprender el origen del parche (actualización) del software y, para entonces, una aplicación empresarial podía estar un tiempo inactiva debido a una infraestructura débil y lenta”, explica Hurd. Sin embargo, hoy “tienes una IA con toda la infraestructura actual, que tiene funciones para auto controlarse de manera óptima. Esto significa que nuestros clientes mantienen un esqueleto digital que hoy está optimizado con un software que la hace autónoma en su funcionamiento”.

Ejemplo de esa inteligencia disponible son todas esas aplicaciones empresariales de análisis de macrodatos, marketing, comercio electrónico o plataformas multimedias, como Gsuite, de Google, que tiene incorporadas funcionalidades (Drive, Docs, Sheets, Maps, Forms, Slides, etc.) potenciadas por inteligencia artificial y machine learning, las que se aplican a la búsqueda de archivos relevantes para los usuarios, de manera más rápida y simple, o en el uso del dictado por voz.

Pero la inteligencia artificial puede ofrecer además identificación, clasificación y análisis preciso de imágenes y videos; identificación de personas y celebridades; detección de rostros en archivos audiovisuales, o extracción y análisis de datos. Al menos, esos son los atributos de Azure, la nube de Microsoft.

Amazon Recognition es otro recurso capaz de reconocer imágenes -hasta videos- y describirlas mediante IA. “Recognition fue entrenado entre miles de millones de fotografías, y permite describir exactamente, por ejemplo: “es un hombre, con muletas, con barba, con pelo o no…”. Y describir su accionar: “está caminando en una calle, bajo un árbol; o está conversando y comiendo con una mujer, feliz o triste”, ejemplifica Hermann Pais, de AWS. Un caso interesante de aplicación de Recognition se dio recién en Inglaterra, cuando describió el video de la boda real de Meghan Markle y el príncipe Harry. “El sistema reconoció todos los miembros de la familia real, los invitados y permitió saber qué ranking ocupaba cada uno dentro del camino al trono, o sus títulos de nobleza”, apunta Pais.

La voz también puede aportar beneficios importantes para las empresas. Traducciones en tiempo real y automatizadas; conversiones de texto a voz personalizables; reconocimientos, transcripciones e identificación del hablante, asoman como opciones disponibles. Tal como integra Amazon Translate, sistema que permite traducir entre varias lenguas, de voz a texto o viceversa, incluso contemplando diferentes acentos y géneros del hablante. “Por ejemplo, existen sistemas que hablan con voz masculina y en inglés de Estados Unidos o de Australia”, explica Pais, de AWS, en alusión de las bondades de otro hardware de la compañía, Amazon Alexa.

Con la IA tampoco será necesario que una o varias personas se sometan a horas y horas frente a un texto para analizarlo, extraer frasea, resumir, traducir, etc. Joao Bolonha, director de Google Cloud para Latinoamérica, explica que “en Google desarrollamos la API de Cloud Speech para transcribir automáticamente en 110 idiomas, mientras que la API de Cloud Vision es utilizada por múltiples compañías para reconocer objetos. Por su lado, la API de Natural Language es usada para traducir textos de manera inteligente y, finalmente, Job Discovery ayuda a compañías a optimizar su proceso de reclutamiento de personal, aumentando el porcentaje de postulantes de alta calidad en posiciones ejecutivas críticas en un 41%”.

Finalmente, Tom Helou, de SAP, resalta el uso que hace del lenguaje natural su aplicación de negocios Copilot. A diferencia de preguntar cómo está el día, “Copilot procesa preguntas tale como ¿cuál es el estado de mi negocio hoy? La que responde a través de una serie de indicadores de gestión en tiempo real”, comenta.

Beneficiados por la IA

Empresas pioneras en América Latina en integrar el uso de tanta maravilla a sus procesos son el banco Bradesco, en Brasil, mediante su colaboración con el sistema Watson de IBM, y la operadora chilena de telecomunicaciones Entel, que ocupa un asistente inteligente creado por la tecnológica local Aira.

Bradesco Inteligencia Artificial (BIA) es el nombre de la solución que ocupa el banco brasileño hace ya tres años. Una herramienta que surgió inicialmente para que la compañía pudiera responder las preguntas internas de sus empleados, pero que hoy registra 25 millones de interacciones con los clientes de la empresa. “Desde su lanzamiento, BIA se convirtió en la ejecución más robusta de Watson a nivel global. Nos permite que dentro de la compañía la gente pueda aprovechar su tiempo en hacer otro tipo de tareas o responder a preguntas más complejas. Sin embargo, el mayor beneficio lo reciben nuestros clientes. Hemos implementado esta solución para web y en nuestras aplicaciones móviles en Facebook y WhatsApp. De esta manera, BIA es capaz de responder preguntas sobre más de 60 temas. Diariamente, miles de clientes usan esta plataforma y alrededor del 85% asegura estar satisfecho. Esto significa una gran experiencia de usuario, con calidad, coherencia y velocidad”, resalta Marcelo Câmara, manager de Innovación e Investigación de Bradesco.

Este tipo de ventajas también se pueden ver en servicios alternativos como Aira Recruiter (Artificial Intelligence Recruitment Assistant), una solución chilena de inteligencia artificial entrenada para leer y generar un ranking de currículos, y así apoyar los procesos de selección de personas. “Usamos varios tipos de algoritmos. Por ejemplo, para leer currículos está el de procesamiento de lenguaje natural. Para las entrevistas, usamos reconocimiento de imágenes, y particularmente de emociones y actitudes. También vamos detectando el nivel de involucramiento de la persona con mensajes motivacionales”, cuenta Gonzalo Sanzana, CEO de Aira.

De esta manera, Aira Recruiter promete ser hasta “diez veces mejor en experiencia, eficiencia y exactitud que cualquier otra plataforma”. Uno de los clientes de esta es Entel, que ocupa la herramienta para su selección de personal desde noviembre de 2017. Desde entonces, el servicio les ha permitido reducir un proceso que tomaba casi un mes, a solo tres días. “La inteligencia artificial viene a apoyar nuestra gestión diaria, ya que gran parte de las interacciones que tenemos en nuestro día a día son digitales, entonces, era fundamental ver en qué parte de nuestro proceso podíamos incorporar elementos que fueran capaces de agregar valor, tanto al área que era responsable del proceso, como a los candidatos”, justifica Francisca Welkner, analista de nuevas tendencias en la gerencia de Recursos Humanos de Entel. A nivel de beneficios, Bradesco y Entel coinciden en la misma ventaja principal: aprovechar de mejor manera a sus trabajadores. “La tecnología y estas nuevas herramientas nos ayudan a mejorar nuestros procesos, haciendo más eficiente el día a día y reorientando nuestros roles hacia funciones donde agregamos valor”, agrega Welkner. Un punto que Câmara, de Bradesco, complementa al señalar que “la inteligencia artificial es un nuevo paradigma que entrega ventajas diferentes y únicas, porque entre más usamos estos sistemas y más tiempo pasa, se vuelve mejor y más inteligente”.

Posicionados

Ante la gran acogida de las experiencias pioneras en el desarrollo de la IA, es que las grandes tecnológicas han comenzado a prepararse para la batalla que se viene por quién acaparará la mayor tajada del ingente mercado de la IA en la nube.

Es lo que tienen claro en la compañía de Bill Gates, con una apuesta por este mercado clara: “Nuestro enfoque es democratizar el acceso a la inteligencia artificial. Es decir, proveer soluciones que las empresas puedan tomar y adaptar a lo que necesitan específicamente. Es decir, que no tengan que desarrollar de cero”, afirma el director de Ingeniería e Innovación en Microsoft Latinoamérica.

En IBM, pioneros en el desarrollo de IA a nivel global, dicen estar “muy enfocados en lo que nosotros llamamos los entornos híbridos. Eso es tanto la nube en entorno público, como la nube en entorno privado, y crear un modelo que te permita mover del privado al público y viceversa. Es decir, sin que tengas que rehacerlo (...) El diseño que estamos poniendo en la nube de IBM es precisamente para eso, porque es probable que en algunas áreas de los negocios no quieras exponer los datos a una nube pública”.

En el caso de SAP, la empresa apela al amplio abanico de servicios y clientes que tienen en la actualidad, como su valor diferenciador en esta industria. “Nosotros somos una empresa líder en gestión operativa de negocios; el 77% de las transacciones que ocurren en el planeta por día tocan un sistema de SAP”, grafica Tom Helou de SAP.

Por el contrario, Amazon Web Services apela a las ventajas del trabajo colaborativo. “Tú, como desarrollador, como alguien que está creando sistemas o aplicaciones que usan estos servicios de IA, cuando trabajas en un ambiente de nube no lo haces solo, sino que estás literalmente colaborando con toda la comunidad; estás trabajando con otros, solucionando problemas juntos (...) Esa es la mayor fuerza, una red de colaboradores global”, comenta Pais.

Google, por su parte, concuerda con la idea fuerza de Amazon: “Estamos absolutamente convencidos de que los datos son más poderosos cuando son compartidos, razón por la cual estamos ayudando a múltiples industrias alrededor del mundo a usar el poder de sus datos”.

Ni costoso ni complicado

Cada una de estas empresas quiere acceder a un mercado sumamente lucrativo. “Según Gartner, en 2020 el 75% de las organizaciones se apoyarán en analíticas derivadas de machine learning (ML) para mejor la toma de decisiones a nivel ejecutivo. Asimismo, The Boston Consulting Group (BCG) dice que el mercado de ML alcanzará US$15,3 mil millones en 2019, con un crecimiento de cerca de 20% anual y con el software de analíticas predictivas como la punta de lanza”, revela Bolonha.

En tanto, Jonathan Namuncura, analista de software de IDC, asegura que esta tecnología tendrá “una acelerada adopción para los próximos dos años, de la mano de las industrias de retail, banca, recursos naturales y eventualmente, el sector público”.

A nivel de tamaño de mercado, Sfeir, de Microsoft, señala que “la cantidad de servicios que ya están consumiendo IA y la velocidad en que esta tecnología avanza, definitivamente nos hace pensar que va a permear a todos los negocios, como hace algunos años decíamos “un pc en cada hogar”.

Por su parte, Tom Helou, el senior VP Leonardo y Analítica para SAP América Latina, comenta que las grandes ganadoras en este nuevo mercado serán “las empresas que sean capaces de brindar innovación que se integre con el corazón del negocio de la empresa que está innovando”. Una especificidad que ratifica Matas, de IBM. “Los que realmente van a ganar cuota de mercado van a ser los sistemas de IA que estén apuntados a casos muy concretos, no como tecnología genérica”.

El ejecutivo de AWS difiere de sus pares asegurando que este mercado no será en realidad lucrativo para los proveedores de IA, ya que “no es precisamente un área de ganancia, porque los algoritmos en su mayoría son creados en un ambiente de código abierto y, por tanto, son gratuitos. Entonces, no son una fuente propia de ganancia. La ganancia es indirecta para los proveedores -vía cloud services-, aunque es directa para los clientes”, aclara Pais.

Pero sin importar cuán lucrativa sea finalmente esta industria, y quien pueda recibir sus ganancias y ganar la competencia por la inteligencia en la nube, todas las empresas que cuentan actualmente con esta innovación concuerdan que aún quedan problemas por resolver dentro de este mercado. “Yo digo que es un cambio de las leyes físicas, como si a alguien le dijeras: ya no hay gravedad, puedes saltar diez pisos. Pensarlo en su forma análoga suena como algo muy imposible, pero en el mundo digital este es el nivel de cambio (...) Por esto, el mayor desafío será el cambio de habilidades requeridas, porque la mentalidad para usar y adoptar herramientas de IA o datos en los flujos de trabajo requiere una serie de habilidades diferentes”, advierte Matas, de IBM. Un punto al que Bolonha agrega para cerrar: “Hoy, la barrera más grande que tienen las compañías es el estigma de que la IA es algo altamente complicado y costoso, siendo que hoy ya existen opciones que permiten democratizar esta tecnología”.

Nubes que no se tocan

La complejidad no es la única cortapisa mental para la masividad de la IA, a través del cloud. A pesar de haber convivido alegremente con la computación en la nube, y de aplaudir que los sistemas inteligentes aprenden y se vuelven más robustos en directa proporción a la cantidad de datos disponibles, algunas empresas sí se inquietan al preguntarse si no estarán dando una ‘ayudita’ involuntaria a la competencia, al tener un proveedor de IA común. ¿Se trata de un miedo fundado?

Desde IBM reconocen que la seguridad y privacidad de la información es unos de los temas más sensibles a tratar. Por eso, en cuanto a los datos de sus clientes siempre los reconocen como propiedad de ellos, más allá de que se usen para los sistemas cognitivos. “Los clientes no deben renunciar a los derechos de sus datos para tener los beneficios de las soluciones de IBM y servicios de Watson, la plataforma de computación cognitiva de IBM. Creemos que las informaciones originadas a partir de los datos de clientes son una ventaja competitiva de ellos, y no nuestra. No las compartiremos sin su conocimiento”, señalan desde la compañía.

Respecto a este posible conflicto, Alexandre Nardy de FICO comenta: “Todo sistema de IA necesita información para aprender, pero no necesariamente un cliente tiene que compartir su data con otros clientes del proveedor”. El responsable para el cono sur de la compañía explica que quizás esta idea es algo que la gente piensa porque se habla mucho de tecnologías que funcionan en la nube, pero aclara: “Hay mecanismos que te pueden cerrar el ambiente de una forma que otros clientes no vean o saquen provecho de estas informaciones. El concepto de la nube va un poco más allá de lo que muchos piensan: no es una sola nube donde está todo junto y conectado; hay que pensar más en un cielo lleno de nubes, donde muchas de ellas ni siquiera se tocan”.

Consultados respecto a la posibilidad de que dos competidores compartan al mismo proveedor, con el consiguiente riesgo que eso podría generar, desde IBM comentan que tienen casos así, pero los datos que cada uno utiliza para entrenar al sistema son totalmente independientes. “Cada uno entrena a Watson con sus propios datos, que no son compartidos ni con empresas de la misma industria, ni con empresas de otros sectores”, afirman taxativos desde la tecnológica estadounidense.

De ese modo, podemos asegurar que la inteligencia artificial tras la gentil e inteligente “Rose” del casino y complejo hotelero The Cosmopolitan, en Las Vegas, es una entidad única e inolvidable, tal como los sentidos de un cliente lo degustaron al hablar con ella durante una apasionante y audaz conversación en la que se dijeron:

-Are you a person? (¿Eres una persona?).

-Sometimes. But, other times I’m an animal (A veces. Pero en otros momentos soy un animal).


América Economía (Chile)

 



 
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