Hace pocos días se inició un nuevo ciclo de campaña electoral que culminará con la elección de gobernantes y legisladores para los próximos años. Gobernantes y legisladores que son personas concretas, de carne y hueso, que incidirán en buena parte de nuestra vida. Quizás, tanto o más que nuestros amigos y conocidos. Por eso, ya que van a formar parte de nuestra cotidianeidad, es hora de que elijamos bien. No es algo que se puede decidir a las apuradas, por miedo o para cumplir con la obligación.
NO QUEREMOS SER BICHOS RAROS
Por los años 50
Solomon Ash, un psicólogo polaco-estadounidense, se hizo famoso por sus
experimentos sobre la conformidad, con las que demostró que las personas ante
la presión social pueden ser voluntariamente inducidas al error.
En su experimento
participaban varios voluntarios "cómplices" del investigador y una
persona que era objeto de la prueba. Se les mostraba una tarjeta impresa con
tres líneas que notoriamente eran de diferente longitud y se les preguntaba
cuál era igual a una cuarta dibujada en otra tarjeta. La tarea era simple y
evidente. Pero Ash descubrió que cuando los voluntarios decían a viva voz lo
correcto, el investigado respondía del mismo modo, pero cuando ellos elegían la
opción equivocada, el sujeto investigado comenzaba también a dar respuestas
incorrectas.
Este patrón se
repitió en más de 100 casos. Algunos respondían de forma incorrecta por no
animarse a contradecir al resto, otros porque realmente terminaban
convenciéndose de que su percepción era la que estaba fallando. La conclusión
es que como seres sociales, nos incomoda sentirnos "bichos raros" y
preferimos acomodarnos a lo que expresa la mayoría.
LA ESPIRAL DEL SILENCIO
Elisabeth Neumann,
politóloga alemana, apodada "La dama de las encuestas" contribuyó a
la ciencia política con su famoso modelo de la espiral del silencio, una teoría
sobre como la opinión pública puede influir en el comportamiento de un
individuo. En muy apretada síntesis explica como la opinión percibida como
vencedora o dominante (aunque no lo sea) genera un efecto de sumisión por parte
de la población dominada. La adhesión a grandes corrientes de opinión son un
acto reflejo del sentimiento protector que confiere a la mayoría y el rechazo
al aislamiento, al silencio y a la exclusión. Nuevamente. No queremos ser
bichos raros y cuando nos convencen que somos minoría, silenciamos.
LA POLARIDAD Y LA GRIETA
En los últimos
años los grandes medios se han encargado de inculcarnos por todos los caminos
que la agenda de género (legalización del aborto, incluida) es un avance de los
pueblos del primer mundo, del que no podemos estar ajenos y que en materia de
elecciones presidenciales sólo hay dos opciones posibles, polares, antagónicas,
divididas por una grieta infranqueable.
Muchos hoy
sostienen que no les gusta lo actual, pero no quieren volver atrás. Hasta
cierto punto es entendible. Hubo épocas en que el sistema funcionó peor que el
vigente, en cuanto a la división de poderes, se resucitaron antinomias y la
política exterior del país pasó a identificarse con regímenes y gobiernos
afines a la izquierda más autoritaria. A ninguno en su sano juicio, le gustaría
vivir en la Venezuela actual. No hace falta entrar en detalles.
Por otra parte,
sabemos que hay políticos que no son amantes de la división de poderes y otros
que con matices, tienen otra concepción. Hay algunos que no aceptan dar una
conferencia de prensa abierta a todos los medios y prefieren las cadenas
nacionales, mientras que hay otros que no les gustan las cadenas y prefieren
las redes sociales. Difiere el packaging, pero en cuanto a algunos temas
esenciales, piensan y actúan igual.
LA GRIETA SE CERRO
Hoy, tal como está
presentado el escenario, ya no existe grieta bipolar. Unos y otros miembros de
las fórmulas presidenciales más nombradas podrían intercambiarse y a nadie
asombraría. La agenda de género, el aborto, la desnaturalización de la
institución familiar, los ataques a la libertad de conciencia y el pensamiento
hegemónico de los grandes centros de poder mundial están presentes en ambas
listas de legisladores.
Ambos supuestos
polos se ayudan mutuamente para seguir sobreviviendo políticamente, en una
oposición sobreactuada. Quienes fueron víctimas de una campaña del miedo, hoy
meten miedo del mismo modo, para sostenerse en el poder. Los buenos modales
quedaron atrás, se vio claramente en la lamentable sesión del Senado del 17 de
julio. La vieja política de chicanas y amistades cada vez son más semejantes.
UNA NUEVA GRIETA
Quienes
aparentaban estar en una u otra orilla ya son del mismo bando. Se abrió una
nueva grieta. De un lado, la agenda totalitaria de género, la falta de respeto
por la vida humana, la sumisión a intereses foráneos; del otro, la promoción de
la familia como pilar de la sociedad, el respeto por el derecho de todos los
seres humanos nacidos y por nacer y el rescate de nuestros valores
tradicionales. No hay medias tintas. ¿Usted de qué lado está?
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