No hay como llorar por los pobres para hacerse rico desde el poder.
Cada día estoy más convencido de la sabiduría de
Aristóteles, que hace 2500 años advirtió: "Tengan cuidado que los pobres
siempre van a ser más que los ricos". Y aquí estamos ante la demagogia
prevaleciente en el socialismo, que hoy amenaza democráticamente a los Estados
Unidos, donde implica la violación de los derechos reconocidos en la
Constitución. No obstante que, como al respecto escribió en el Cato Richard
Epstein: "Los principios incorporados en la Constitución Liberal Clásica,
no son aquellos que operan solo en esta o aquella era. Son principios para
todas las eras".
La Constitución estadounidense de 1787 por tanto se basó
en los principios que crearon el sistema político que cambió la historia del
mundo. Perdón pero voy a mencionar nuevamente a William Bernstein quien
reconoció en su The Birth of Plenty que el mundo hasta hace unos doscientos
años vivía como vivía Jesucristo.
A su vez, la historia nos demuestra que no hay como
llorar por los pobres para hacerse rico desde el poder. Y es en ese principio
virtual que quien defiende el sistema liberal que cambió la historia del mundo
está a favor de los ricos y por tanto es un HdP. Y es, en virtud de esos
principios, que se presenta la situación también prevista por Aristóteles
cuando dijo: "La democracia es la destrucción de la República. Cuando el
pueblo se hace rey viola la ley y se hace déspota".
Hoy es evidente que vivimos en un mundo en el que la
problemática pendiente no es externa en virtud de la guerra. Es un hecho
indubitable que las armas nucleares han permitido el reconocimiento de los
principios de John Locke para evitar la guerra, que también históricamente
había sido el mal del mundo. Y permítanme citar de nuevo a Montesquieu, quien
en sus Cartas Persas que los musulmanes decían que los cristianos eran los que
más se mataban entre ellos.
Permítanme también citar al respecto a Juan Bautista
Alberdi quien mostró una visión del mundo en que vivimos en su El Crimen de la
Guerra; "Las guerras serán más raras en la medida de que la
responsabilidad por sus efectos se hagan sentir entre los que las promueven e
incitan". Y asimismo previó el terrorismo del siglo XXI cuando dijo:
"Mientras haya unos que las hacen y otros que las hacen hacer. Mientras se
mate y se muera por procuración, no se ve por qué motivo pueden llegar a ser
menos frecuentes".
REALISMO ALBERDIANO
En el mundo hoy se percibe el realismo de esas
observaciones. En primer término las armas nucleares determinaron que la guerra
fría fuese fría, y hoy el terrorismo es la guerra del siglo XXI. Recordemos en
Argentina el crimen de la AMIA y en estos días se está recordando en Estados
Unidos el atentado a las Torres Gemelas. Y hoy tenemos el ataque iraní a las
petroleras en Arabia Saudita. Y desde mi punto de vista el terrorismo árabe
vigente representa la pretensión de la venganza de las Cruzadas.
Así la problemática pendiente de la libertad se encuentra
en el orden interno. Como antes dije, la demagogia de la vigente democracia
presente en el socialismo democrático que implica per se la violación de los
principios que determinaron la creación del mundo en que vivimos. Y parecería
que está cumplida la previsión de Ramo de Campoamor: "En este mundo
traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con
que se mira".
Es sí evidente que cada vez más el cristal con que se
mira es rojo, pues la izquierda se ha apoderado de la ética política en nombre
de la falacia de la pretensión por la igualdad. Como reconoció Carl Popper:
"Luche por la igualdad hasta que me percate que en la lucha por la
igualdad se perdía la libertad y después no había igualdad entre los no
libres".
LEON EL SABIO
Al respecto me voy a referir al Papa León XIII, quien en
1891 escribió la encíclica Rerum Novarum, que espero que el Papa Francisco la
lea, donde escribió: "En la sociedad civil no pueden ser todos iguales los
altos y los bajos. Afánense en verdad por ella los socialistas, pero vano es
ese afán y contra la naturaleza misma de las cosas. Porque ha puesto en los
hombres la nauraleza grandísimas y muchísimas desigualdades. No son iguales los
talentos de todos, ni igual el ingenio, ni la salud ni las fuerzas; y a la
necesaria desigualdad de estas cosas sigue espontáneamente a la utilidad así de
los particulares como de la comunidad".
Es evidente que León XIII había leído a Adam Smith y su
mano invisible. Insisto pues que en la llamada Civilización Occidental y
Cristiana prevalece cada vez más la falacia de la igualdad que se expresa
políticamente en el aumento inusitado del gasto público. Como ya he reconocido
en anteriores oportunidades, ello implica la violación de los derechos de
propiedad y del derecho a la búsqueda de la felicidad que fuera reconocido por
John Locke el principio fundamental de la libertad. Que está reconocido en el
artículo XIX de la Constitución argentina.
Esa es la situación que está viviendo hoy la Unión
Europea con Inglaterra incluida, donde prevalece el denominado populismo, es la
amenaza democrática en Estados Unidos y es la situación que enfrenta la
Argentina lamentablemente con Mauricio Macri y el peligro que entraña el
posible regreso de Cristina Fernández.
OTRA MENTIRA
Otra concepción prevaleciente en nuestro mundo es la
pretensión de considerar a los Estados Unidos imperialista cuando en la
realidad fue quien terminó el imperialismo en el mundo. Al final de la Segunda
Guerra Mundial obligó a Inglaterra a liberar a la India y a Francia y Alemania
liberar al Medio Oriente. ¡Oh milagro de la historia, en los países que
perdieron la guerra -Japón y Alemania- sus ciudadanos ganaron la libertad!
Recordemos las palabras de Alexis de Tocqueville que
escribió: "Las tierras producen menos en razón de su fertilidad que de la
libertad de sus habitantes".
Y Argentina es un ejemplo magno de la realidad de esa
observación. La Pampa Húmeda se humedeció con la caída de Rosas y todo parece
indicar que se secó a la llegada de Perón. Todo parece indicar que Macri
pretendió volverla a humedecer, pero fracasó en el intento y existe el peligro
de que retornen los que la secaron.
Volviendo al mundo occidental no puedo menos que recordar
y lamentar el reciente acuerdo de Barack Obama con Raúl Castro. Me recuerda las
palabras de Winston Churchill respecto al acuerdo de Múnich antes de la Segunda
Guerra Mundial Al respecto dijo: "Han perdido el honor para evitar la
guerra y ahora tendrán la guerra sin el honor".
Ese es el resultado del acuerdo de Obama con Raúl y por
ello prevalece la dictadura en Cuba y la falta de libertad, a la vez que Cuba
es la potencia detrás de la dictadura de Nicolás Maduro. Y persisto en la idea
de que el mundo ignora los crímenes de los Castro y me voy a permitir recordar
a José Martí: "Ver cometer un crimen en calma es cometerlo".