NACIONES UNIDAS - “Temo la posibilidad de una Gran Fractura: un mundo dividido en dos, con las dos economías más grandes de la tierra creando dos mundos separados y compitiendo el uno con el otro, cada uno con su propia moneda, reglas comerciales y financieras, su propia infraestructura de Internet y de inteligencia artificial, y sus propias estrategias geopolíticas y militares de suma cero”, ha declarado el secretario general de la ONU, António Guterres, el martes 24/09.
Al presentar su Memoria Anual, que precede todos los
años al debate de los líderes mundiales en la
Asamblea General, Guterres
destacó que para evitar esta “Gran Fractura” es necesario mantener un
sistema de poderes de ámbito universal basado en una economía mundial
que respete al derecho internacional, en un mundo multipolar con fuertes
instituciones multilaterales.
Preocupación por el Golfo
En el apartado dedicado a la política internacional
mencionó que persisten los conflictos, se extiende el terrorismo y se
incrementa el riesgo de una nueva carrera armamentística.
Denunció que todavía hay una multitud de
situaciones sin resolverse “desde Yemen hasta Libia, pasando por
Afganistán y más allá”.
“Una sucesión de acciones unilaterales amenaza con
torpedear una solución de dos Estados entre Israel y Palestina. En Venezuela,
cuatro millones de personas han huido del país, uno de los mayores
desplazamientos del mundo”, afirmó la máxima autoridad de la ONU (Organización
de las Naciones Unidas).
Pero en especial mostró su preocupación por la
“alarmante posibilidad” de que se produzca un conflicto en el Golfo “cuyas
consecuencias el mundo no puede permitirse” y alertó que un pequeño
‘error de cálculo’ puede provocar una gran confrontación, por lo que es
necesario ejercer la razón y la moderación”.
Del mismo, modo alertó sobre la incerteza que vive
la península de Corea y se mostró favorable a la celebración de una nueva
cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su contraparte en
Corea del Norte, Kim Jong-un.
El aumento de las desigualdades
A continuación, destacó el aumento de la
desigualdad, pese a la universalidad e indivisibilidad de los derechos humanos,
de los que recordó que no se puede “elegir favorecer unos desdeñando otros”, ya
que las personas merecen su derecho al bienestar y a un nivel de vida digno.
“La economía global genera grandes flujos de
ingresos, pero esta prosperidad es absorbida por un pequeño puñado de
élites. Es triste constatar que en el mundo actual las posibilidades
de llevar una vida sin miseria y en plena dignidad humana dependen más de las
circunstancias de donde nacemos que de nuestras capacidades innatas”.
Guterres también dedicó un breve apartado al cambio
climático, donde recordó que estamos perdiendo la carrera para derrotarlo pero
que aún podemos vencerlo si cambiamos de rumbo, tal y como demostró la Cumbre
sobre Acción Climática de ayer.
“Incluso el lenguaje tiene que adaptarse: lo que
antes se llamaba ‘cambio climático’ es ya en realidad una ‘crisis climática’… y
lo que antes se llamaba ‘calentamiento global’ se ha convertido más bien en
‘recalentamiento global (…) debemos aprovechar el impulso (de la Cumbre) y
hacer mucho más”, argumentó.
Igualdad de género
Tras destacar que la marginación y la desconfianza
están cada vez más instrumentalizadas a nivel mundial, advirtió a los que
buscan la opresión o la división que la diversidad es una riqueza y
nunca una amenaza, y que es “inaceptable” que en pleno siglo XXI las
mujeres y los hombres sean perseguidos por su identidad, creencias u
orientación sexual.
Acto seguido recordó que la forma de discriminación
más generalizada es la que padecen las mujeres y las niñas.
“No olvidemos que la igualdad de género es una
cuestión de poder. Y el poder recae abrumadoramente en los hombres, como
vemos desde los parlamentos hasta las salas de juntas (de las empresas), e
incluso esta semana en los pasillos y salas de reuniones de las Naciones
Unidas”, destacó.
Por ese motivo, aseguró que no descansará hasta
alcanzar la paridad de género en todos los niveles de las Naciones Unidas y
lograr la plena igualdad para las mujeres y las niñas en todo el mundo.
“Según las tendencias actuales, se necesitarán dos
siglos para cerrar la brecha en el empoderamiento económico. No
podemos aceptar un mundo que diga a mis nietas que la igualdad debe esperar a
las nietas de sus nietas”.
Necesitamos una ONU fuerte
Por último, resaltó que todas las ambiciosas
reformas que ha emprendido en la Organización han sido para lograr unas
Naciones Unidas más eficaces y que cuenta con el apoyo de los Estados miembros
para dotar a la Organización de una base financiera sólida.
“En un mundo cada vez más dividido, necesitamos unas
Naciones Unidas fuertes. El próximo año celebraremos el 75 aniversario de
la ONU, será un momento crítico para renovar nuestro proyecto común. Los
problemas a los que nos enfrentamos son reales. Pero también lo es la
esperanza”.
Una esperanza que en un momento de división como el
que vivimos ha de servir para reencontrarnos en la difusión del bien común y,
al mismo tiempo, en la defensa de nuestra humanidad y valores compartidos.
“Restablezcamos la confianza, reconstruyamos la
esperanza y avancemos juntos”, finalizó Guterres.
Presidente de la Asamblea General
Por su parte, el presidente de la Asamblea General,
el nigeriano Tijjani Muhammad-Bande, señaló los enormes desafíos que tiene la
comunidad internacional, entre los que destacó especialmente la pobreza.
“La erradicación de la pobreza sigue siendo un
gran desafío a nivel mundial. Mientras que muchos países alrededor del
mundo han tenido éxito en sacar a millones de la pobreza, tenemos que hacer más
para ayudar a salir de ella a cientos de millones de la pobreza, la miseria y
la existencia miserable”.
También mencionó como retos internacionales la
educación, el cambio climático y el desarrollo sostenible, para los que dijo
que la cooperación internacional, a través de las Naciones Unidas, es la
mejor forma de afrontarlos.
Un mensaje de esperanza
Muhammad-Bande mandó un mensaje optimista ante la
magnitud de esos desafíos cuando dijo que la esperanza nunca se pierde y
citó a figuras históricas que han luchado y están luchando e iluminando el
camino.
“Desde Mahatma Ghandi, que dirigió una exitosa
campaña por la independencia de la India, hasta la joven Greta Thunberg, que
lidera la demanda de acción sobre el clima; de Nelson Mandela, que se mantuvo
firme y se ocupó del desmantelamiento del apartheid a Malala Yousafzai, quien,
contra todo pronóstico, insistió en sus derechos a la educación; de Martin
Luther King Jr., un ministro bautista y líder del movimiento de derechos
civiles a Abubakar Abdullahi, un imán nigeriano, que salvó la vida de más de
250 cristianos cuando huyeron a su comunidad durante un ataque contra una
comunidad en Nigeria, a los diversos actos de coraje y generosidad de la gente
común en todos los países, todos nos recuerdan que la esperanza no se pierde”,
afirmó.
Este artículo fue
publicado originalmente por la Organización
de las Naciones Unidas (ONU). IPS-Inter Press Service lo reproduce por
un acuerdo general con la ONU para el uso de sus contenidos.
RV: EG