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18/12/2019 | México - Narcotráfico: El pacto de Calderón con el narco

Álvaro Delgado

Envió a Acosta Chaparro a negociar con El Chapo, El Lazca, El Barbas y Carrillo para frenar la guerra que él declaró.

 

Felipe Calderón estaba al tanto no sólo de las complicidades del todopoderoso Genaro García Luna con Joaquín El Chapo Guzmán, el capo favorito también de Vicente Fox, sino que él mismo buscó pactar con los cárteles de la droga para parar la guerra con la que quiso conseguir la legitimidad que le negaron los mexicanos en 2006.

Tan grave es una cosa como la otra –la protección oficial a El Chapo y la tregua ofrecida a los criminales– y de ambas existen pruebas cuya exhibición pública exige de Calderón algo más que la inverosímil justificación de que no sabía nada.

El negociador de Calderón con los cárteles, avalado por el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván fue el general Mario Arturo Acosta Chaparro, acusado de tortura y desaparición forzada de 143 personas en los 70.

Asesor del gobierno en materia de inteligencia a recomendación de Galván, de quien fue compañero de generación en el Colegio Militar, Acosta Chaparro se entrevistó, durante 2008, con los jefes de los principales cárteles a petición de Juan Camilo Mouriño, jefe de la Oficina de la Presidencia y secretario de Gobernación hasta su muerte, el 4 de noviembre de ese año.

El militar estuvo siete años preso acusado de narcotráfico, fue liberado por Calderón, en junio de 2007, recuperó su grado de general brigadier y fue reivindicado como “héroe”, con cuyo reconocimiento se entrevistó con El Chapo, Heriberto Lazcano, El Lazca, del Cártel del Golfo; con Vicente Carrillo, del Cártel de Juárez, así como con Arturo Beltrán Leyva.

Este plan de Calderón, a través de Mouriño, lo ventiló Anabel Hernández en su libro Los señores del narco, en noviembre de 2010, pero al emisario lo llamó sólo “el general X”. Una semana después, el reportero Jorge Carrasco lo identificó como Acosta Chaparro.

Según las fuentes de Carrasco, cuando el militar se entrevistó con El Lazca le dijo que Calderón lo envió. “Te viene a ver un general del Ejército. No puede venir de parte de nadie más que del Presidente”.

La muerte de Mouriño frustró la tregua de Calderón con los cárteles, asegura José Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Justicia Penal. “El general estaba tratando de calmar la violencia que había en el país a encargo de Mouriño, y los anduvo visitando”, dice al columnista.

—¿Cuál era el objetivo?

—El general me dijo que el encargo de Mouriño era pacificar al país. Era decir: “bájenle a la violencia y cada quien quédese con su plaza, hagan su negocio, que siga adelante, pero bájenle a la violencia”. Ése era el mensaje.

“Después de la muerte de Mouriño conocí al general y comenzamos a tener una amistad muy cercana y me empezó a confiar todo esto. En varios medios han salido esto sin fuente y la fuente soy yo”.

El pacto con los cárteles fracasó y El Chapo se convirtió en el favorito, cuya “violencia la causó por la protección de García Luna”, afirma Ortega Sánchez. “¿Estoy dispuesto a comparecer ante autoridades? ¡Por supuesto!”

 

**POR ÁLVARO DELGADO

 

ALVARO.DELGADO@PROCESO.COM.MX

 

@ALVARO_DELGADO

 

El Heraldo de México (Mexico)

 



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