Fue un 16 de junio de 2015, hace cuatro años y siete meses, cuando el TLCAN sufrió un gran embate.
En esa fecha, Donald Trump anunció su candidatura a la
presidencia de los Estados Unidos por el Partido Republicano, y entre sus
planteamientos estuvo el cancelar este Tratado, que él calificó como el peor en
la historia de Estados Unidos.
Ayer, el Senado norteamericano ratificó un nuevo tratado
que reemplazará al TLCAN. Fueron poco más de cuatro años y medio de esfuerzos e
incertidumbre.
¿Quiénes fueron los responsables de este cambio que fue
de la amenaza a la esperanza?
Van una lista que no es exahustiva.
–Andrés Manuel López Obrador. El actual presidente
mexicano, por su visión económica y del mundo, pudo haber repudiado la
negociación a la que llegó el gobierno de Enrique Peña. Sin embargo, tomó la
decisión de respaldarla y llevarla a buen término. Es un logro que no se le
puede regatear.
–Luis Videgaray. El exsecretario de Hacienda y Relaciones
Exteriores consumió su capital político para buscar un acercamiento con el
entonces candidato Trump. Luego del triunfo de Trump, Videgaray fue crucial
para darle cauce y curso a la negociación.
–Enrique Peña. El expresidente pudo haber adoptado una
actitud mucho más excluyente frente al nuevo gobierno. Sin embargo, aceptó que
el candidato triunfador pusiera su sello en la fase final de la negociación.
–Ildefonso Guajardo. El exsecretario de Economía fue
responsable de articular los esfuerzos en la negociación del nuevo acuerdo
tanto antes de las elecciones como en la última fase.
–Moisés Kalach. Como responsable operativo del sector
privado, desarrolló una actividad fundamental para obtener respaldo de
políticos norteamericanos, así como del sector privado de EU para apoyar el
nuevo tratado. Sin su presencia, hubiera sido muy difícil llegar a lo que ayer
concluyó.
–Juan Carlos Baker y Ken Smith. Los funcionarios de la
Secretaría de Economía que encabezaron buena parte de la negociación hasta
noviembre de 2018, fueron clave para conseguir el Tratado. Sin ellos, el
resultado hubiera sido mucho más pobre.
–Marcelo Ebrard. El actual canciller mexicano tuvo la habilidad
de atraer a su dependencia la responsabilidad de la ratificación del Tratado.
Ebrard operó para conseguir que el documento fuera finalmente ratificado, como
ocurrió el día de ayer. Se colgó la medalla por haber tenido visión y
habilidad.
–Jesús Seade. En una primera etapa fue el representante
personal de AMLO en la fase final de la negociación. Su intervención fue
determinante, sobre todo a partir de su relación personal con el representante
comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer.
–Graciela Márquez. Podría existir la tentación de no
mencionar en esta lista a la actual secretaria de Economía. Sin embargo, tuvo
el talento y la generosidad de no levantar olas cuando otros con una posición
más ventajosa en la negociación tomaron una responsabilidad que ella bien
pudiera haber reclamado.
Finalmente, hay decenas y decenas de ejecutivos del
sector privado, especialistas, consultores, funcionarios públicos, que le
pusieron talento, energía, sacrificio, para llegar a lo que finalmente ocurrió
el día de ayer.
No pueden dejarse de lado.
Falta aún que el Parlamento canadiense ratifique el
acuerdo, y eso podría tardar aún algunas semanas o incluso algunos meses.
No obstante, nadie percibe en ello una amenaza de que no
concluya este proceso.
Estamos en la vía de entrar en otra etapa de nuestra
historia económica, y eso no puede regatearse a quienes lo han logrado.