Según las últimas cifras oficiales de la CNCCFP, correspondiente al año contable de 2018, AN habría acumulado 19,2 millones de euros de pérdidas y 24,4 millones de deudas.
Según la contabilidad oficial de la Comisión nacional de
cuentas de campaña y financiación política (CNCCFP), el partido de Marine Le
Pen, Agrupación Nacional (AN, ex Frente Nacional, FN), se encuentra al borde de
la bancarrota, acumulando pérdidas, deudas y salarios a la alza de sus
dirigentes.
Según las últimas cifras oficiales de la CNCCFP,
correspondiente al año contable de 2018, AN habría acumulado 19,2 millones de
euros de pérdidas y 24,4 millones de deudas. 2019 pudo agravar esa situación
financiera, al borde de la quiebra y la insolvencia, que puede agravarse los
próximos meses.
Un banco ruso reclama una deuda impagada de 9,4 millones
de euros. El partido de Marine Le Pen adeuda a su padre, Jean-Marie, el
patriarca de la extrema derecha francesa, otros 4,2 millones de euros. Varias
asociaciones de personas y empresas que se consideran víctimas de facturas
impagadas reclaman otros 11,6 millones de euros.
Al día de hoy, los bancos franceses han sido muy remisos
a conceder crédito al partido de Marine Le Pen, considerándolo cliente «poco
fiable». Ante esa evidencia, la presidenta de AN ha utilizado dos métodos de
financiación: pedir crédito de bancos rusos, y vender “bonos” a sus
simpatizantes, prometiendo beneficios del 5 %, a medio plazo.
La superposición de escándalos, en curso de instrucción
judicial, agrava la crisis de liquidez, sin perspectivas de solución conocidas.
Salarios y gastos de «representación» de Marine Le Pen y
el equipo dirigente de su partido, por un montante de 3,5 millones de euros,
anuales, son una de las partidas más gravosas de los presupuestos de AN.
La «guardia pretoriana» de Marine Le Pen tiene unos
salarios que oscilan entre los 6.000 y los 8.000 euros netos. La presidenta de
AN tiene dos salarios oficiales. Como diputada, tiene un sueldo mensual de
5.000 euros netos, beneficiándose de otros 1.500 euros de gastos de
representación, a los que pueden añadirse otros 1.000 o 1.500 destinados a
pagar a sus asistentes parlamentarios.
Además de esos ingresos parlamentarios (6.500 / 7.000
euros), Marine Le Pen cobra de su propio partido otros 60.000 euros netos
anuales, sumando unos ingresos de 11.000 a 12.000 euros mensuales.