Renuevan con gran secretismo al danés Jeppe Tranholm-Mikkelsen como secretario general del Consejo Europeo.
Los países del norte siguen manteniendo copadas las
posiciones administrativas clave en las instituciones europeas. Esta mañana,
los embajadores de la Unión Europea dan su visto bueno a la prolongación del
mandado del secretario general del Consejo, Jeppe Tranholm-Mikkelsen, un danés
nombrado hace cinco años por el anterior presidente del Consejo, Donald Tusk, y
a quién, el actual, Charles Michel, ha solicitado su renovación hasta 2025.
De esta manera, Dinamarca, país pequeño y que no
participa en todas las políticas comunitarias, mantendrá un puesto clave dentro
de la estructura del Consejo Europeo, ocupando la secretaría general que pilota
el funcionamiento interno de la institución. La decisión, avanzada por la
cadena SER y confirmada por La Vanguardia, se ha llevado a cabo con gran
discreción, aunque fuentes del equipo de Michel indican que se llevó a cabo una
consulta con todas las capitales antes de poner el procedimiento encima de la
mesa. Otras fuentes, sin embargo, destacan el secretismo utilizado para este
nombramiento y como algunas capitales solo tuvieron conocimiento de la maniobra
en el último momento. Citan por ejemplo, que no vieron ningún documento sobre
este nombramiento hasta el sábado.
Con la continuación de un danés en la secretaría general
del Consejo, se perpetua el dominio de los países del norte en la
administración de las instituciones europea. En la Comisión Europea, la
presidente Ursula von der Leyen, eligió a una letona como secretaria general,
Ilze Juhansone, mientras que en el parlamento sigue el dominio alemán
aplastante, con el secretario general, Klaus Welle, y el secretario general
adjunto, Markus Winkler, de esta nacionalidad.
El puesto de secretario general del Consejo siempre ha
sido muy buscado por los estados. Cuando el belga Herman Van Rompuy estrenó el
cargo de presidente del Consejo Europeo, no pudo elegir a su secretario
general. La canciller alemana, Angela Merkel, impuso a uno de los suyos, Uwe
Corsepius. Cinco años más tarde, Donald Tusk tuvo más margen y eligió al danés
Tranholm-Mikkelsen, y ahora Charles Michel ha decidido, y conseguido,
renovarlo.