Naciones Unidas solicita a los países aumentar su inversión en salud mental puesto que las consecuencias del coronavirus en este sentido serán "a largo plazo".
La pérdida de seres queridos por la enfermedad, las
consecuencias del aislamiento físico, el miedo a contagiarse, el efecto de
semanas sin ver a la familia y los amigos, la angustia por los problemas
económicos, la preocupación debido a la incertidumbre y la desinformación.
Naciones Unidas ha alertado este jueves de que, si no se toman medidas, los
países pueden asistir a una crisis de salud mental a causa de la pandemia de
coronavirus. "La salud mental debe estar al frente y en el centro de la
respuesta y la recuperación de todos los países. El bienestar de sociedades
enteras se ha visto severamente impactado por esta crisis y son una prioridad
que tiene que abordarse con urgencia", insiste la ONU.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a los
Gobiernos que incrementen "urgentemente la inversión en servicios de salud
mental" o de lo contrario, aseguran, pueden arriesgarse a un "aumento
masivo de las condiciones de salud mental en los próximos meses". "El
impacto de la pandemia en la salud mental de las personas ya es extremadamente
preocupante", ha dicho Tedros Adhanom Ghebreyesus, su director general.
"El aislamiento social, el miedo al contagio y la pérdida de miembros de
la familia se agrava por la angustia que causa la pérdida de ingresos y, a
menudo, del empleo", afirma en un comunicado.
Como recuerda el organismo, ya hay informes que apuntan a
un aumento de los síntomas de depresión y ansiedad en varios países. Un estudio
elaborado en Etiopía el pasado abril concluyó que la prevalencia de los
síntomas de depresión se había triplicado en comparación con las estimaciones
antes de la epidemia, cita la OMS. Pero no todos corren el mismo riesgo: los
trabajadores sanitarios se están enfrentando a una gran carga de trabajo, al
riesgo de contagio y a decisiones de vida o muerte. En Canadá y China ya se ha
informado del impacto psicológico de la crisis del coronavirus en el personal
sanitario. Un 47% de los sanitarios canadienses han solicitado ayuda
psicológica y la mitad de los trabajadores de la sanidad en China padecen
depresión y ansiedad.
Además, la ONU apunta a un riesgo específico para el
desarrollo cognitivo de niños y adolescentes. "Los efectos del
confinamiento y de guardar las distancias de seguridad preocupan" entre
estos sectores de la población. Un estudio realizado en Reino Unido concluye
que un 32% de los adolescentes británicos consideran que su salud mental ha
empeorado durante esta crisis. Entre los factores que han contribuido estas
también el cierre de centros educativos, la preocupación por la salud familiar,
la pérdida de una rutina o la falta de contacto social. La incertidumbre sobre
su futuro y cuánto tiempo van a permanecer estas circunstancias extraordinarias
provocan también cuadros de ansiedad y estrés en los jóvenes.
En España e Italia, un 77% de los padres asegura que a
sus hijos han perdido capacidad de concentración y más de un 30% dice que sus
hijos tienen un sentimiento de soledad debido a las medidas de confinamiento.
Asimismo, los expertos se muestran preocupados por el
aumento del consumo de alcohol. En Canadá, un estudio ha cuantificado que un
20% de las personas de entre 15 y 49 años han incrementado su consumo de
alcohol durante la epidemia.
Naciones Unidas explica en su informe que las mujeres
sufren también un especial impacto en su salud mental. En India, un 66% de las
mujeres dice estar estresada, frente al 34% de los hombres, principalmente por
un incremento en las tareas domésticas y de responsabilidad familiar. Según
estimaciones del propio organismo, 31 millones de mujeres en todo el mundo
pueden sufrir violencia machista si las medidas restrictivas continúan seis
meses más.
El miedo a contagiarse reduce las visitas al médico
La ONU detalla también que las personas mayores, que son
el grupo poblacional más vulnerable frente al coronavirus, "están
extremadamente preocupadas por infectarse y no poder acceder a unos cuidados
apropiados". Algunos de ellos, especialmente aquellos con problemas cognitivos
podrían presentar también problemas de acceso a medidas de prevención y tienen
un mayor riesgo de quedar aislados socialmente, lo que supone un "gran
riesgo" de mortalidad entre los mayores.
Otro de los problemas del coronavirus es la atención médica
a personas con enfermedades mentales. El cierre de algunos centros de salud
mental para reconvertirlos en centros de atención a pacientes de COVID-19 y la
reducción de las consultas presenciales a pacientes con este tipo de patologías
han generado un impacto en la salud de la población. Uno de los ejemplos que
pone el organismo es la ciudad de Madrid, donde "más del 60% de las camas
para pacientes con enfermedades mentales se utilizan para pacientes con
coronavirus" lo que ha provocado una caída de las personas que acuden a
los de los servicios de salud mental de emergencia "del 75%", y
tuvieron que ser trasladados a centros privados.
Además explica Naciones Unidas, se crean desigualdades
entre la población: la reconversión de terapias a consultas online imposibilita
que las personas que no tienen conocimientos tecnológicos, carezcan de conexión
a internet y, especialmente, las personas mayores, tengan que renunciar a esos
servicios.
Salud mental incluida en la respuesta a la COVID-19
La ONU ha elaborado una serie de recomendaciones para
minimizar las consecuencias que la pandemia pueda tener en la salud mental de
la población. Entre ellas se encuentran la inclusión de la salud mental dentro
de los programas nacionales de respuesta al coronavirus. En la aplicación
medidas de confinamiento y desescalada se debe tener en cuenta el bienestar
mental de la ciudadanía para reducir los efectos negativos que puedan tener,
así como medidas de protección económica y social que puedan acarrear
desigualdades que posteriormente ocasionen este tipo de problemas.
Asimismo, ha pedido que los gobiernos implanten medidas
para proteger la violencia machista, así como la violencia hacia niños y la
estigmatización a los mayores, y se evite por todos los medios la discriminación
a los sanitarios por tratar a pacientes con coronavirus.
"La salud mental requiere una mayor inversión",
explican en su informe, por ello, han solicitado que se aumenten las partidas
presupuestarias dirigidas a estos fines –actualmente se invierte de media un
2%– porque la pandemia provocará "necesidades a largo plazo".
"Es hora de abordar las desigualdades y organizar unos servicios
comunitarios básicos efectivos y que protejan los derechos humanos como parte
de la respuesta al coronavirus", concluye la ONU.
https://www.eldiario.es/internacional/ONU-alerta-impacto-pandemia-medidas_0_1027147508.html
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