El asesinato de 24 personas en un centro de rehabilitación en Guanajuato agudiza la espiral de violencia que atraviesa el país en medio de las medidas de aislamiento por la Covid-19.
La peor masacre registrada en México en lo que llevamos
de año ocurrió el mismo día que López Obrador celebraba el segundo aniversario
de su victoria electoral. Mientras el presidente mexicano repasaba los grandes
logros obtenidos por su Gobierno -y obviaba otros retos pendientes como el
combate a la violencia- en un centro de rehabilitación de Irapuato, en el
estado de Guanajuato, 24 personas eran asesinadas y otras siete resultaban
heridas graves. En los primeros seis meses del 2020, 27.769 personas han muerto
en México por coronavirus y, a falta de confirmación oficial, al menos 17.700
habrían sido asesinadas. Estas dos cifras suponen la evidencia definitiva de
que el país combate al mismo tiempo dos pandemias, una endémica y otra vírica,
ambas igualmente mortales.
Hasta el momento ningún grupo armado se ha adjudicado la
matanza de Irapuato. En declaraciones a los medios, el secretario de Seguridad
de la localidad, Pedro Cortés Zavala, explicó que un grupo armado ingresó el
miércoles por la tarde a un anexo donde 35 personas vivían hacinadas. Una vez
dentro, obligaron a todos a tirarse al suelo y abrieron fuego sin clemencia.
Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos encontraron en una
habitación una pila de cadáveres, varias armas largas y 80 casquillos de bala.
También rescataron a siete personas heridas y buscan a otros cuatro inquilinos
en paradero desconocido.
Zavala ha desvelado que el centro, llamado 'Recuperando
Vida', no contaba con ningún permiso oficial para actuar como centro de
rehabilitación, por lo que entienden que, en realidad, servía como lugar de
reclutamiento utilizado por grupos criminales de la región. Se trata del tercer
centro de este tipo que es atacado en lo que va de año en Guanajuato. Este
estado mexicano, considerado tradicionalmente como uno de los más seguros del
país, atraviesa una espiral de violencia que le ha situado en el primer puesto
en número de homicidios a nivel nacional durante 2020. La creciente inseguridad
tiene su origen en la guerra intestina que mantienen los cárteles Santa Rosa de
Lima y Jalisco Nueva Generación y que, en las últimas semanas, ha vuelto a
evidenciar la debilidad de la estrategia de combate al narcotráfico del
Gobierno de López Obrador.
La detención y posterior liberación del hijo de El Chapo,
Ovidio Guzmán, en octubre de 2019, fue sólo el primer capítulo de este nuevo
enfoque que López Obrador resumió como: "Abrazos y no balazos" y que,
a todas luces, ha resultado fallido. Según asegura a EL MUNDO Francisco Rivas,
director del Observatorio Nacional Ciudadano: "Este Gobierno no tiene
estrategia, ni para combatir la delincuencia organizada, ni para garantizar
seguridad ciudadana o reducir la impunidad y la corrupción". Desde 2017,
México ha ido batiendo cada año su propio récord histórico de homicidios y todo
apunta a que 2020 no será una excepción. En los primeros cinco meses del año ya
se han registrado 500 homicidios más que en el mismo período del 2019.
El recorte de recursos públicos destinados a materia de
seguridad ha sido uno de los factores clave para explicar este aumento. Entre
2018 y 2019, en México se redujeron estos fondos en un 10% hasta situarse en un
0,8% de su PIB, muy por debajo del 3% que dedican de media los países de la
OCDE. La pandemia ha agravado aún más esta situación, ya que parte de los
recursos se han tenido que desviar para la compra de material médico. Además,
tal y como sostiene Rivas "siempre que hay una oportunidad el crimen
organizado busca aprovecharla y ahora que el Estado está distraído con otros
temas, y que se ha generado un vacío importante en las calles, es más fácil
atacar".
Acostumbrado a monitorear todos los indicadores de
violencia desde el organismo que dirige, Rivas dibuja un escenario bastante pesimista
para los próximos meses: "Instituciones que ya estaban colapsadas, por
falta de personal y tecnología, pueden quedarse sin recursos antes de final de
año. Por eso no sorprende que las cosas vayan a empeorar. Cuando hay crisis
económicas lo primero que incrementan son delitos menores, pero pronto veremos
también un repunte del homicidio". México afronta días clave en la lucha
contra el coronavirus sin perder de vista la otra pandemia, que parece
destinada a agravarse en los próximos meses.