Una coalición de más de 180 grupos de defensa de los derechos humanos pide a las grandes marcas que corten la relación con los proveedores de la región de Xinjiang. Prácticamente toda la industria de la confección [global] está contaminada por el trabajo forzado de los musulmanes iugures y turcos”. "La única forma en que las marcas pueden garantizar que no se beneficien de la explotación es saliendo de la región”.
Muchas de las principales marcas y minoristas de moda son
cómplices de las violaciones de los derechos humanos y del trabajo forzado a
las que están sometidos millones de iugures en la región de Xinjiang, en el
noreste de China. Así lo denuncia una coalición de más de 180 grupos de defensa
de los derechos humanos de todo el mundo en un momento en que crece la presión
sobre Pekín por su trato contra esta minoría musulmana.
Existe una creciente indignación mundial por las
atrocidades cometidas contra la población iugur en la región. Expertos de las
Naciones Unidas estiman que al menos un millón de iugures y otros musulmanes
están detenidos en centros de detención en Xinjiang, también conocidos como
campos de trabajo. China ha negado el maltrato y dijo que los centros ofrecen
capacitación vocacional y ayuda para combatir el terrorismo y el extremismo.
Más del 80% del algodón de China proviene del noroeste de
Xinjiang
También se ha denunciado la tortura, la separación
forzada o la esterilización obligatoria de las mujeres iugur es. Recientemente,
Francia ha pedido al gobierno chino que se permita el envío de observadores y
el cierre inmediato de los campos, mientras que EE.UU. ha anunciado que
sancionará a 11 compañías chinas que, supuestamente, están involucradas en
abusos en Xinjiang. Entre ellas, un proveedor de Apple y Samsung.
Más de 180 organizaciones instaron a las marcas de la
industria textil a poner fin al abastecimiento de algodón y ropa de la región y
cortar los lazos con cualquier proveedor en China que se beneficie del trabajo
forzado de los iugures y otros grupos musulmanes.
La coalición ha publicado una extensa lista de las marcas
involucradas, entre ellas: Gap, C&A, Adidas, Muji, Tommy Hilfiger y Calvin
Klein. “Prácticamente toda la industria de la confección [global] está
contaminada por el trabajo forzado de los musulmanes iuguresy turcos”, afirmó
la coalición en un comunicado al que ha tenido acceso The Guardian.
Si bien la mayoría de las marcas de moda no se abastecen
de las fábricas en Xinjiang, es probable que muchas de sus cadenas de
suministro estén contaminadas por el algodón recogido por los iuguresque se
exporta a China y es utilizado por otros proveedores, dijeron los grupos de
derechos humanos en una carta.
Más del 80% del algodón de China proviene del noroeste de
Xinjiang, que alberga a unos 11 millones de iugur es.
“Las marcas y los minoristas reconocen que hay un
problema masivo en la región y que sus cadenas de suministro están expuestas a
un grave riesgo de trabajo forzado”, señaló Scott Nova, jefe del Consorcio de
Derechos de los Trabajadores (WRC) con sede en Estados Unidos, que firmó el
comunicado. “Somos tímidamente optimistas y creemos que habrá compromisos (de
las marcas para retirarse de Xinjiang) en el futuro”, agregó.
Un portavoz de la embajada china en Estados Unidos a
principios de este mes dijo que la acusación de trabajo forzado en Xinjiang era
“falsa y maliciosa”.
¿Qué dicen los minoristas?
La Fundación Thomson Reuters envió preguntas por correo
electrónico a más de 30 minoristas líderes sobre sus cadenas de suministro en
China y los orígenes del algodón que obtuvieron. Casi todas ellas dijeron que
tenían políticas de trabajo forzado y que exigen a sus proveedores que cumplan
con un código de conducta.
Todas las empresas que respondieron, incluidas Gap,
Patagonia y la propietaria de Zara, Inditex, dijeron que no se abastecían de
fábricas en Xinjiang, pero que la mayoría no podía confirmar que su cadena de
suministro no tuviera algodón recogido de la región. El minorista japonés Muji
dijo que usaba algodón de Xinjiang pero que los auditores independientes no
habían encontrado “evidencia de acusaciones de trabajo forzado en sus
fábricas”.
PVH, con sede en Estados Unidos, propietario de marcas
desde Calvin Klein hasta Tommy Hilfiger, dijo que cortará lazos con cualquier
fábrica que produzca tela o use algodón de Xinjiang dentro de un año.
“La única forma en que las marcas pueden garantizar que
no se beneficien de la explotación es saliendo de la región y poniendo fin a
las relaciones con los proveedores que apuntalan este sistema de gobierno
chino”, señaló la directora ejecutiva de Anti-Slavery International, Jasmine
O’Connor.
Better Cotton Initiative (BCI), una organización mundial
sin fines de lucro cuyo objetivo es mejorar las condiciones en el sector de la
confección, anunció en marzo que dejaba de otorgar licencias al llamado Better
Cotton de Xinjiang. Compañías como IKEA y H&M, que usan BCI para obtener el
algodón de sus prendas, dijeron en su momento que respaldaban la decisión.
Cabello humano y mascarillas
En medio de la creciente presión internacional sobre
China, el gobierno de los EE. UU., a principios de mes, confiscó un envío de
extensiones de cabello, un negocio de 800.000 dólares, desde Xinjiang por
sospechas de que los productos se fabricaron con trabajo forzado.
Una investigación del New York Times la semana pasada
descubrió que algunas empresas chinas que fabricaban máscaras faciales para
protegerse contra el coronavirus tanto en los mercados nacionales como de
exportación habían utilizado mano de obra iugur .
https://www.lavanguardia.com/internacional/20200723/482473274231/industria-moda-trabajo-forzado-igures-china.html