El diario norteamericano informó de que por primera vez el gobierno de Estados Unidos había incautado en alta mar embarcaciones con combustible iraní dirigidas a Venezuela. Los cuatro barcos están identificados como Luna, Pandi, Bering y Bella, y transportan unos 1,1 millones de barriles de combustible.

Los fiscales del Departamento de Justicia presentaron hace un mes una demanda para detener el envío de gasolina iraní destinada a los venezolanos. «La demanda tenía como objetivo detener el flujo de ingresos de las ventas de petróleo a Irán, que Washington ha sancionado por su programa nuclear, misiles balísticos e influencia en todo el Medio Oriente. Teherán dice que su programa nuclear tiene fines pacíficos».

En efecto, la demanda de la justicia estadounidense acusa a la Guardia Revolucionaria iraní (IRGC) de enviar gasolina a Venezuela en los cuatro buques de carga Bella, Bering, Pandey y Luna. En este documento se afirma que los beneficios de las ventas de petróleo apoyan «toda la gama de actividades atroces del IRGC, incluida la proliferación de armas, el apoyo al terrorismo y diversos abusos de los derechos humanos, tanto en el país como en el extranjero».

Los cuatro barcos fueron incautados en alta mar en los últimos días y ahora se encuentran en ruta a Houston, dijo «The Wall Street Journal», que citó a los funcionarios, agregando que «altos funcionarios de la administración esperan reunirse con los petroleros en un evento programado para marcar el atraque. El informe, que cita a un funcionario, dijo que las embarcaciones fueron tomadas sin el uso de la fuerza militar», pero no proporcionó detalles.

Las fuentes de WSJ aseguraron que los cargamentos de combustible iraníes «fueron transferidos a otros barcos para el transporte hacia aguas de Estados Unidos», y que los propietarios de los cuatro buques aceptaron entregar la carga.

«El Bering y el Bella navegaban por aguas de Cabo Verde cuando el gobierno de Donald Trump interpuso la demanda para su incautación en julio pasado, mientras que la última señal conocida del Pandi y el Luna fue en Omán; no obstante, el medio que publica la noticia no detalla en las aguas jurisdiccionales de qué país se realizó la confiscación».

Sin reacción del régimen

Esta vez el régimen de Nicolás Maduro no ha reaccionado ante la incautación de los cuatro buques iraníes. Mutismo total en comparación con el recibimiento ruidoso que organizó el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, para celebrar la llegada de los primeros cinco buques petroleros de Irán a finales de mayo.

Pero el embajador de Irán en Caracas, Hojat Soltani, si se pronunció tan pronto como circuló la noticia en las redes sociales. En su cuenta de twitter desmintió que los cuatro buques incautados por violar las sanciones de gasolina a Venezuela son «puras mentiras».

«Otra mentira y guerra psicológica de la máquina de propaganda de EE.UU. Los barcos no son iraníes, ni el dueño, ni su bandera, no tienen nada que ver con Irán», dijo Soltani.

«El terrorista (Donald) Trump no puede compensar su humillación y derrota contra Irán con falsas propagandas», añadió el embajador en el mismo mensaje. El régimen de Maduro todavía no se ha pronunciado.

El primer cargamento

A finales de mayo llegaron cinco cargueros iraníes con 1,5 millones de barriles de combustible a Puerto Cabello, centro de Venezuela, sin ningún obstáculo. De manera secreta el régimen pagó con 9 toneladas de oro por un valor de 500 millones de dólares por el producto y los técnicos iraníes que iban a reactivar las refinerías paralizadas nacionales.

En esa ocasión tanto Maduro como su canciller Jorge Arreaza y el ministro de Defensa dieron la bienvenida a bombo y platillo, y acompañamiento de aviones supersónicos, la llegada de los cinco primeros buques petroleros de Irán. También hicieron alardes de su relación con Irán, desafiando las sanciones y advertencias de EE.UU.

El desafío de ambas naciones sancionadas incluye además la instalación de un supermercado llamado Megasis, inaugurado la semana pasada en Caracas que vende productos de los temibles guardias revolucionarios iraníes a precios dolarizados.